domingo, 7 de agosto de 2016

GREEN ROOM (2015)



Dir.: Jeremy Saulnier

USA.- Color.- 95 Min.

Drama / Terror / Acción / Thriller

Imagen: 2.35 : 1.- Digital

Música: Brooke Blair, Will Blair; Grupos varios.

F.X.: Roland Blancaflor, Tyler Boggs, Wayne Eaton, Ronald 'Krobar' Lawler

Fotografía: Sean Porter

Guión: Jeremy Saulnier



Presupuesto:  5.000.000 $

Recaudación: 3.200.000 $ Julio 2016 USA

Producción: Anish Savjani, Macon Blair, Brian Johnston, Neil Kopp, Victor Moyers

Prod. Co.: Broad Green Pictures; Film Science

Clasificación moral: R (Violencia, drogas, gore)

Frase promocional: “Now whatever you saw or did, is no longer my concern, but let´s be clear, it won´t end well” ; “Nobody Leaves”

En España: “Una entrada, ninguna salida”


Anton Yelchin (Pat); Joe Cole (Reece); Alia Shawkat (Sam); Callum Turner (Tiger); David W. Thompson (Tad); Mark Webber (Daniel); Macon Blair (Gabe); Eric Edelstein (Big Justin); Michael Draper (Empleado delclub); Andy Copeland (Manager del club); Brent Werzner (Werm); Lj Klink (Guitarrista); Kasey Brown (Batería); Taylor Tunes (Emily); Imogen Poots (Amber); Kai Lennox (Clark); Jake Love (Gemelo1); Kyle Love (Gemelo 2); October Moore (Policía1); Joseph Bertót (Policía 2); Patrick Stewart (Darcy); Jacob Kasch (Barman); Samuel Summer (Jonathan); Mason Knight (Kyle); Colton Ruscheinsky (Alan); Cody Burns (Punk Rocker)

Pat, Reece, Sam y Tiger son amigos y forman la banda punk Ain't Rights. Conocen a Tad que les hace una entrevista para una radio local universitaria y les consigue un concierto. El directo no les sale rentable y Tad les sugiere que vayan a un local en las afueras de Portland (Oregon) y pregunten por su primo Daniel. El garito es una cabaña en el campo propiedad de Darcy, líder de una fraternidad skinhead neonazi. Entre el público y el personal del club hay muchos elementos radicales y aunque se genera alguna tensión con los cuatro punks terminan el concierto con relativo éxito. Pero asuntos ajenos a ellos se están cociendo en el lugar y en un momento de fatalidad son testigos de la muerte de una chica. Darcy no quiere problemas con la Policia. Tiene que impedir que los Ain´t Rights abandonen en local y piensa como solucionar el problema mientras ellos permanecen encerrados en una habitación de la trastienda junto al cuerpo de la muerta, con una amiga de ella y con uno de los Nazis que manejan el cotarro.








Jeremy Saulnier está muy verde. Tiene buenas intenciones y algunas ideas interesantes pero “Green Room” parece realizada por alguien que ha visto más televisión y videos de música y conciertos que cine. Muchas pretensiones y resultados mediocres. Tal vez si este film aceptara sus limitaciones y se mantuviera dentro de los esquemas de la serie b resultaría más simpático.

Estamos ante una película que nos aproxima a la cultura punk. Estas cosas interesan a gente joven, a mi solamente me atraen si detrás hay un buen director o viene avalada por buenas referencias críticas. Otra cosa es que además sea un thriller de terror survival lo que la hace más atractiva.

Conocer el universo punk, su cultura y su forma de vida está bien como también resulta interesante abordar el ambiente skinhead. En estos aspectos es donde creo que más patina la película porque se nos muestra todo a ramalazos y de forma maniquea, como si fuera una sencilla excusa para construir el guión.




Estos son unos punks sanos, les vemos beber cerveza, gastarse bromas, ir en bici, robar gasolina y otras cosas de punks pero se ve que son buenas personas. Uno de ellos hace jiu jitsu. Nada que ver con los que en otros tiempos bebían vino barato por la calle o se metían speed por la vena.

El barracón de conciertos parece creado para impresionar al  espectador pero no difiere mucho de los que eran habituales en los 80 en cualquier urbe. En Valencia habían varios hasta mediados de los 90 cuando empezaron a verse arrasados por las multas y las redadas. Zonas como el Carmen o Tascas perdieron su personalidad y se convirtieron en lugar de esparcimiento para pijos y modernos pero quien llegase a conocer el “Mala Fama”, “Watio Mudejar”, “Chon Guein”, “Mascara”, “Racó”, “Gringo” u otros que ahora no recuerdo no se sentiría fuera de lugar en el hardcore bar de la habitación verde. En algunos lugares podían coincidir nazis y punks, al propietario le interesaba hacer caja y el dinero de unos y de otros era igual de bueno, pero si no se presentaban determinados elementos o se calentaba el ambiente con la presencia de gente de otras provincias o de allende la frontera, se podía estar y a veces incluso había buen rollo por tener amistades comunes y compartir el gusto por la cerveza y la música. Lo que no he visto en la puta vida son nazis yonkis.

Se me escapa que debajo de una sala de conciertos que es un punto permanente de conflictos con habitual presencia de la Policía pueda haber un laboratorio o almacén de heroína. He visto skins meterse anfetas o farlopa pero hacerse caballo y fumar porros jamás. Para ponerse a gusto también hay clases. No se cómo estará el tema en los USA pero me chirría mucho lo que se ve en la película. Hay grupos armados que trafican pero ¿meterse heroína los defensores de la pureza de la raza blanca?






Lo que si parece es que todo el mundo respeta a los agentes de la ley en los EE. UU. Con ellos pocas bromas. Son de hostia y gatillo fácil y los jueces no son lameculos de los politicos.

De todas formas, volviendo al garito, el espacio reducido en dimensiones e iluminación está bien aprovechado para crear sensación de claustrofobia en la trama.







El suspense mantiene en vilo al espectador si éste no se percata de que resulta artificial. Parece que las decisiones absurdas que va tomando Darcy para controlar la situación respondan únicamente para crear segmentos temporales en los que los chicos acorralados puedan cambiar de escenario y entrar en conflicto o darnos algún susto.

Muy celebrado el rol de Patrick Stewart que tiene montada una especie de secta. Una idea interesante. Hay que ver la cara de bobalicón que se le queda al entrañable Gabe cuando recibe como premio sus cordones rojos. Por estos lares mucha gente piensa que los cordones rojos son cosa de los Sharp pero para los neonazis también simbolizan la sangre de los judíos derramada o el haber cometido algun delito de sangre en defensa del grupo.







Está bien el personaje de Darcy pero me vienen a la mente el de Cameron Alexander interpretado por Stacy Keach en “American Story X” (1998) o al temible Jack Welker (Michael Bowen) de “Breaking Bad”. Estos daban miedo de noche y también de día.





La trama de los traidores también me parece cogida por los pelos para justificar que dos personajes cambien de bando.

Y ¿Qué pasa con los Cowcatcher que también presencian el primer crimen? ¿Y si no se meten el jaco? ¿Y Wert? Los planes del brillante estratega tienen más agujeros que un queso de gruyere.

Me ha gustado:

- La música. Escuchar a “Slayer” ya es algo que me toca la fibra sensible pero además hay temas de la “Creedence”, “Battletorn”, “Fear”, “Corpus Rottus”, “Poison Idea”, “Napalm Death”, “Midnight”, “Syphilitic Lust”, Harassor”, “Bad Brains” etc. Y los “Ain`t Rights”, que no suenan mal aunque sólo tienen editados los tres temas de la película.

- La acción de la película prácticamente se desarrolla en una noche.

- Las escenas características del género de terror que se desarrollan dentro de la casa y durante el asalto. La iluminación, la música de ambiente.

- La conversación con Darcy a través de la puerta.

- El gore, escaso pero contundente.







- Las interpretaciones son todas bastante correctas. Especialmente esforzadas las de Yelchin y Poots. Macon Blair hace de “Gabe” una gran creación de un tipo patético pero que sale indemne de todas las situaciones.

- El encantador de perros, personaje inquietante que tiene una extraña relación con los canes.

- La eficaz escena del súbito tiroteo final. Cruel en su sencillez y naturalidad.

Lo que no me ha gustado:

- Lo forzado y poco creíble que es el guión y algunas situaciones.

- Los guiños al punk más infantil como la patética historia del paintball o el pedo en la furgona.

- La pretenciosidad en algunos momentos como en la ridícula escena en la que el grupo está tocando y Saulnier mete cámara lenta durante el pogo y un fondo de sintetizadores.

- La visión que se pretende transmitir del punk y de los movimientos extremistas no va más allá de clichés fáciles de asumir para el público a quien va dirigida la película.

A pesar de todo hay una interesante reflexión que no se si fue intencionada por parte del director o le salió por casualidad como consecuencia del transcurrir de la trama: En la escena final vemos que los personajes que han sobrevivido a la tragedia lo han hecho con la estética y las actitudes de los nazis. No luches con monstruos……..






“Green Room” es un film de suspense y terror entretenido y poco más. Cualquier otra consideración le viene grande.










Calidad Cinematográfica: 6´5

Gore: 6

Psicotronia: 7











Notas:

- Dead Kennedy´s crearon el tema “Nazi Punks Fuck Off” para que quienes no pillaron la ironía de canciones como “California Über Alles” y para quienes les acusaron de rednecks de ultraderecha. También por un pique personal con el cantante de The Exploited y en general para con los punks que utilizaban simbología nazi y tenían actitudes filofascistas.

- El actor Anton Yelchin era hijo de patinadores rusos judíos que desertaron de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y se instalaron en Estados Unidos. Se hizo popular interpretando a Chekov en films de “Star Trek”. A los 27 años fue encontrado muerto aplastado entre una pared y la parte delantera de su Jeep Cherokee 2015 que estaba en punto muerto con el motor en marcha. Tal vez  “Green Room” no sea la película más indicada para darse cuenta de su talento pero en su filmografía dejó además de las dos últimas entregas de la nave Enterprise títulos de interés como “Delitos Menores” (2004) o “El Castor” (2011)

- Imogen Poots coincidió con Yelchin en el remake del 2011 de “Noche de Miedo”. Empezó su carrera muy joven en “V de Vendetta” (2005). Una actriz a tener en cuenta, sin duda lo mejor de “Green Room”.

- Otras películas interesantes de horror survival en su vertiente de asedio: Asalto en la comisaría del distrito 13 (1976) de John Carpenter; Venganza sin ley (1983) de Paul Donovan y Maura O'Connell

- En los ochenta las violentas diferencias entre los punks y los nazis eran por razones políticas y de actitudes sociales radicales más o menos opuestas. Los punks despreciaban a los hippies por sumisos y se llevaban mal con los heavys que en sus facciones más extremas se podían entender con los skins de ultraderecha. El rock radical y el mestizaje de los 90 con la posterior llegada de la cultura hip-hop contribuyeron a integrar a punks, heavys y raperos aislando a skinheads en grupos minoritarios fuertemente radicalizados politicamente. Estas cosas quedan relegadas a la anécdota cuando las sociedades atraviesan situación de prosperidad pero resurgen en tiempo de crisis con bolsas de marginalidad abocadas a la delincuencia y con la población cansada de mafias y bandas callejeras de otros países controlando el delito u ocupando parques y espacios públicos ante la pasividad de políticos que se ven beneficiados por el descontento del pueblo que deja de exigir sus derechos y se conforma con ambigüedad populista y migajas.
Con este panorama mirar hacia atrás podría ser un entrañable ejercicio de nostalgia sino fuera porque hubieron muchos muertos en accidentes, crímenes absurdos y en peleas. Porque había gente que no podían acercarse sólos a determinados barrios o porque a veces alguno tenía que hacer tiempo hasta la noche para entrar en casa sin tropezarse con el tipo que le esperaba en el portal con un puño americano. La violencia siempre es de ida y vuelta y quienes sobrevivieron a los conflictos para contarlo simplemente fue por que tuvieron más astucia o mejor suerte.

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