domingo, 6 de septiembre de 2020

UN PAR DE SINVERGUENZAS / EL CABALLO QUE CANTA (1963)

 

Dir.:  Julián Soler

Comedia / Charro

Mexico.- 75 minutos.- Blanco y negro

Música: Dirección de Sergio Guerrero.- Canciones: Rubén Fuentes: "Por Tus Ojos"; Cuco Sánchez: "Los Caballos", "Anillo de Compromiso", "Yo Soy El Albur" and "Pantaleon"; Juan Zaizar: "Que Padre Es La Vida"; Dominio Público: "La Llorona”

Música producción: Rodríguez Klang Films

Maquillaje: Roman Juarez

 

Fotografía: Manuel Gómez Urquiza

Guión: José María Fernández Unsáin; Luis Manrique

Producción:  Jesús Sotomayor Martínez

Prod. Co.: Producciones Sotomayor

BETA VHS:

DVD:  Televisa Home Entertainment

Frase promocional: “Una comedia familiar, ingeniosa e inolvidable”.- “Una serie de aventuras en la mejor tradición cómica ranchera mexicana que mantiene un gran parecido con el famoso “Mister Ed” de los cincuenta estadounidense. Una comedia familiar, ingeniosa e inolvidable”

Calificacion moral: Todos los públicos

Intérpretes:  Luis Aguilar, Joaquín Cordero, Olivia Michel Agustín Isunza, Emilio Garibay, Caballo Pinto, José Dupeyron, Jesús Gómez Checa, José Chávez Trowe, Carlos León, Manuel Alvarado, José Luis Fernández, Armando Gutiérrez, Eleazar García Chelelo, Manuel Vergara Manver        

Allá por el año 2000 en la lista de canales que ofrecía la televisión por cable de ONO  aparecía una emisora internacional de Mexico. La programación era bastante marujil pero una noche a la semana emitían clásicos del cine charro y en seguida nos voolvimos adictos a estos polvorientos vodeviles rancheros. Uno de los que más nos impactaron fue “El caballo que canta”. Supongo que aquel día el costo y el cubata contribuyeron a magnificar nuestra impresión sobre las excelencias de esta comedia pero pasados los años hemos podido volver a verla para comprobar si realmente era tan buena y lo cierto es que aun estando ya carente del factor sorpresa no nos ha defraudado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Película

Abre la cinta con una presentación rimbombante tipo Broadway y deja paso a los créditos que aparecen superpuestos a una caricatura de la pareja protagonista. Con una simpática partitura tipo western aderezada con sonido de caballo caminando al paso.

Una tosca fotografía que pide remasterización a gritos nos muestra una escena surrealista realizada con efectividad. Un jinete al galope a través de una explanada huye de una comitiva que le persigue a caballo: una mujer vestida de novia, su padre, el cura cirio en mano y el juez. A destacar que todos los actores cabalgan con destreza.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El fugitivo consigue despistarlos a través de una arboleda. Quiere escapar de un compromiso matrimonial que no puede cumplir y si le alcanzan se verá obligado a casarse en el mismo lugar donde sea detenido. A resguardo de los perseguidores se nos presentan a los protagonistas de esta historia.

Luis y el caballo Pinto son dos espíritus libres, no les gustan las ataduras pero en el fondo son unos románticos y ambos añoran la felicidad al lado de los amores que dejaron atrás en su pueblo de origen. El inconveniente es que tanto hombre como caballo son unos gañanes a cual más bocón, engatusador, mujeriego, chulesco, golfo e impresentable.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El film nos cuenta su andanza en tres actos. La huída y presentación, los intentos de buscarse la vida por los municipios de las proximidades y el camino de regreso a su comarca de procedencia.

El primer capítulo a modo de introducción ya lo hemos comentado. Se presentan los personajes y su curiosa relación a través de largas discusiones sobre la vida y las mujeres cual si fueran dos típicos amigotes de francachela.

El siguiente cuenta los intentos de la pareja para hacer fortuna utilizando para ello sus habilidades más destacables, es decir, la caradura y la desvergüenza. Aunque para los incautos lo que llama la atención de ellos es el cante. Así les llega una oferta en la que Luis fingirá que canta en la plaza del pueblo ante una fiesta nupcial. La voz que se escuche será la de Pinto. Pero la cosa se torcerá. Muy divertida la escena de la avispa. Bonito retrato de los festejos populares en las aldeas apartadas.

Después los protagonistas llegan a otro pueblo en fiestas. En la feria Luis muestra sus facultades cantoras a cambio de monedas pero los mordaces comentarios de Pinto provocan que el hombre se meta en una pelea. Destaca lo fácil que se enciende la mecha de la bronca en estas situaciones.

 
 

El tercer segmento narra la decisión de sentar la cabeza y regresar al pueblo. Antes vivirán el pasaje más charro de la película durante el encuentro con una banda de salteadores de caminos. La parodia se vuelve tragicomedia y está a punto de tomar tintes dramáticos.

Ya de regreso al pueblo Luis tiene que convencer a su pretendida de que su amor es ahora más fuerte que las ganas de aventura. El y Pinto tendrán que aceptar el reto de un galán rival de Luis y de su caballo Satanás que corteja a la querida yegua chorreada novia de Pinto.

En este tramo final destacan la belleza de la chica y los mordaces chascarrillos y antagonismos vecinales en una villa donde todo el mundo se conoce. La importancia de las suegras y la inquietante omnipresencia del alcohol como cosa cotidiana. Delirante la surrealista escena de la cogorza de Pinto

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 La banda sonora es muy interesante para quienes disfruten con este género musical. De entre todas las canciones me impactó especialmente la versión que hace Luis del mítico tema popular mexicano “La Llorona”

El protagonista humano

Giro: Se dice del gallo de pelea, de color oscuro y con las plumas del cuello y de las alas amarillas o, a veces, plateadas. Raza conseguida a base de cruces para obtener un competidor fiero.

Con este sobrenombre se conocía a Luis Aguilar después del éxito logrado con la película igualmente titulada “El galllo giro” (1948) en la que interpretaba a un tipo pendenciero que por amor lucha contra sus impulsos sociópatas.

Un apodo con el que a día de hoy todavía es añorado como orgullo del cine clásico mexicano, por su talento como actor, por su voz y por su porte y gallardía de auténtico charro.

No sé si las nuevas generaciones prestan atención a estos viejos géneros cinematográficos pero no es difícil encontrar en la web comentarios apasionados llenos de orgullo y devoción hacia Aguilar y sus antecesores y coetáneos  Dagoberto Rodríguez,  Jorge Negrete, Pedro Infante,  Pedro Armendáriz, Eulalio González “Piporro”, Miguel Aceves Mejía, Carlos López Moctezuma, Antonio Aguilar y otros.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Luis Aguilar como buen acuariano pronto sintió confrontados su obsesión por el orden con la rebeldía y necesidad de aventura. Militar de carrera en su incipiente juventud se convirtió después en funcionario de hacienda agraria hasta que aburrido se fue a Sinaloa a pescar tiburones. En Mexico se casó dos veces y comenzó con 26 años su tardía relación con el cine.

Su carisma, donosura y talento natural para el canto sedujeron de inmediato a la cámara y al público. No necesitó mucha formación profesional pues los roles que interpretaba en la pantalla grande ya los había interpretado en su propia vida. Campechanía, orgullo regional y valores de raza.

Sufrió la pérdida de un hijo de su segunda mujer a causa de un disparo accidental cuando el joven estaba probándose un traje charro de Luis.

Aguilar falleció en la cama de un infarto a los 79 años.

Se da la curiosa circunstancia de que debido a la ambigüedad que desprendían sus actuaciones cuando compartía protagonismo con otros divos mexicanos en tramas donde se realzaba la amistad masculina, sus películas “A toda máquina” y “¿Qué te ha dado esa mujer?” son proyectadas hoy en día en festivales de cine gay. No ha trascendido similar consideración por su relación con el corcel Pinto en “Un par de sinvergüenzas”

“Un par de sinvergüenas / El caballo que canta” es diversión entrañable, antigua pero bien cabrona.














Notas:

Esta es una comedia blanca, traviesa, populachera y mordaz en su intención caricaturesca. Forman un subgénero propio estas historias en las que el protagonista tiene un subalterno, escudero, compañero, amigo fiel con el que comparte aventuras y que ejerce como contrapunto a los arreos del héroe aportando sensatez y notas de humor. Como Cisco Kid y Pancho, El Llanero Solitario y Toro, Batman y Robin o Don Quijote y Sancho Panza. Un tipo de relatos que actualmente se conocen como Buddy Movies pero que siempre han estado ahí. Podríamos incluir como precursores en la literatura y cinematografía modernas a Tom Sawyer y Huckelberry Finn.

Los casos en los que el colega del protagonista es un animal inteligente o humanizado nos podrían remitirá a las clásicas fábulas originarias de hace más de mil años de autores como Esopo adaptadas por La Fontaine, Iriarte u otros, relatos breves interpretados por animales que escenificaban conflictos morales de humanos con ánimo ejemplarizante. Más tarde el animal se emparejaría con los protagonistas de los cuentos. Lobos, halcones, lechuzas, gatos, perros… pudiendo ejercer varios roles: De conciencia como Pepito Grillo y Pinocho con su versión siglo XXI “A.I.” (2001). De tótem simbólico de la honorabilidad del héroe como el perro Rin Tin Tin, Ala Roja de Sam Wilson el Halcón, el delfín Flipper, el canguro Skippy, el Oso Ben, Zabú el tigre dientes de sable de Kazar, el Rey Ezequiel y la tigresa Shiva, el perro Diablo de The Phantom. De comparsa bufonesco como la mona Cheetah de Tarzan, el orangután Clyde, el extraterrestre Alf, el oso faltón Ted… un recurso también típico de los ventrílocuos. Y de los dibujos animados paródicos de las costumbres sociales desde Don Gato hasta tipos más sofisticados como Bojack Horseman.

Luis y Pinto llegaron trece años después de “Mi mula Francis” (1950) y cinco más tarde de la maravillosa serie de TV “Mr. Ed”. Obviamente el espíritu cínico y socarrón están ahí pero aderezados con la bravuconería charra y la idiosincrasia populachera mexicana.


 

Calidad cinematográfica:  6,75

Psicotronia:  8

Gore:  0

 

 

 

 

 

Filmografías:

(Filmografías de director e intérpretes principales en este enlace)

- El director Julian Soler nació un 17 de febrero de 1907 en Jiménez, Chihuahua, Mexico. Fue el hijo menor de la Dinastía Soler, familia de actores mexicanos compuesta por Julián, Domingo, Andrés, Fernando y Mercedes. Dirigió más de 80 filmes, actuó en más de 50 y escribió 16. Se le consideró como el primer galán del cine mexicano. Acuariano inquieto como el actor Luis Aguilar su filmografía como director abunda en comedia y en subgéneros psicotrónicos. Como intérprete su carrera se orientó más hacia el melodrama. Sus films como director:

Julian Soler como actor:

- Luis Aguilar, películas:

- El rival de Luis en “Un par de sinvergüenzas” es Joaquin Cordero, otro legendario gallo cantor. Nativo de Puebla de Zaragoza su familia se trasladó a Ciudad de Mexico donde el chico ingresó en el seminario para hacerse sacerdote, lo dejó para estudiar derecho durante tres años pero decidió que era demasiado guapo para ser abogado y se pasó a la interpretación. Brilló en cine de la década de los cincuenta y en los últimos años de su larga carrera participó en infinidad de seriales televisivos. Compartió cartel en la gran pantalla con las españolas Paquita la de Ronda y con la “Faraona” Lola Flores. Tras más de setenta años de carrera falleció a los 90 años de puro amor según cuentan sus allegados, siete meses después de perder a su esposa. Filmografía:

- La bella Olivia Michel esposa del guionista José María Fernández Unsáin, nació un 20 de marzo de 1941 en Colima (Mexico). Prolífica actriz coincidió en otros títulos con sus compañeros de “Un par de sinvergüenzas”. Considerada una estrella del cine clásico mexicano también escribió guiones para televisión y teatro en los años 80. Las últimas noticias sobre ella son que su hijo también guionista de televisión José María Fernández Michel "El Pirru" la internó en una residencia por problemas derivados de la avanzada edad de la actriz. Sus films:


 

 

 

 

 

 

 

 

lunes, 6 de abril de 2020

NERVIOS ROTOS (1968)


“Twisted Nerve”
Director: Roy Boulting
Drama / Terror / Suspense
Reino Unido.- Technicolor
118 / 113 / 104 minutos
Imagen: 1.66 : 1.-  35 mm.
Sonido: monoaural
Música: Bernard Herrmann score y “silbido” de Georgie; Howard Blake arreglos de jazz y sintetizador.
Maquillaje: George Partleton
F.X.:
Títulos de crédito: Morton Lewis
Fotografía:  Harry Waxman
Guíon:  Roger Marshall, Leo Marks , Roy Boulting, Jeremy Scott
Producción:  George W. George, Frank Granat



Prod. Co.:  The Boulting Brothers (John and Roy Boulting), Charter Film Productions.- British Lion and a new American company, National General
Estudios: Shepperton Studios, England
Beta/VHS España: Thorn EMI-Video Britannia.- Otros VHS: S-Stress
DVD España: Nacadih Video-Captain S. Films LTD
Presupuesto:
Recaudación taquilla España: 72.526 € (12.067.311 pts.)
Estreno en España: 17/01/1975
Frase Promocional: “Cuando el terror estalla como nuestros nervios…”; “Nervios rotos significa ANGUSTIA, Nervios rotos significa PAROXISMO, Nervios rotos significa TERROR”; “Su mundo estaba formado por personajes imaginarios, extraños sueños y fantasías eróticas”; “¿Ha llegado usted a introducirse en el universo de los psicópatas?”; “Nervios rotos cuando el aliento de la muerte surge a nuestro lado”; “Mezcla de retraso mental, represión sexual y extrañas visiones”; “Nervios rotos hasta llegar al paroxismo del terror”; “Si el terror llega al paroxismo los nervios llegan a estallar”; “Nervios rotos al llegar al límite de nuestro propio control”; “Podía enternecer como un niño, fascinar como un hombre, aterrorizar como un asesino…”
Promocion original: “Cleaver, cleaver, chop, chop, first the mom, and then the pop, then we`ll get the pretty girl, we`ll get her right between the curl”; “Enough to made even Hitchcock jump!”; “Cleaver, cleaver, chop, chop””; “He`s such a nice looking young man warm friendly sensitive. You would never guess from his gente manner that he is a twisted psychopatic killer with one thing on his mind… it`s your murder Hayley… Watch out!”; “This is the eye of a psycho! A new twist in terror”
Calificación moral: UK “X” rated; USA “M” Mature audiences; España: Mayores de 18 años



Intérpretes: Hayley Mills (Susan Harper); Hywel Bennett (Martin Durnley / Georgie Clifford); Billie Whitelaw (Joan Harper); Phyllis Calvert (Enid Durnley); Barry Foster (Gerry Henderson); Frank Finlay (Henry Durnley); Salmaan Peerzada (Shashie Kumar); Christian Roberts (Philip Harvey); Gretchen Franklin ('Clarkie'); Thorley Walters (Sir John Forrester); Russell Napier (Professor Fuller); Timothy Bateson (Mr. Groom); Timothy West (Superintendente Dakin); Brian Peck (Det-Sgt Rogers); Richard Davies ('Taffy' Evans); Basil Dignam (Doctor); Robin Parkinson (Shop Manager); Mollie Maureen (Lady Patient); Michael Cadman (Mac); Clifford Cox (Inspector Goddard); Larry Guardino (Man in Shop); Marianne Stone (Detective tienda); Russell Waters (Asistente hospital)
 
Agradecemos a Empar Delgado, poeta, artista y actriz eventual, que recomendase en Facebook esta película que hasta la fecha nos era desconocida.

“Nervios Rotos” (“Twisted Nerve”) es una producción británica de 1968 cercana a la serie B. Por sus características técnicas y su propuesta argumental se sitúa a medias entre el psycho thriller de los sesenta, el horror Hammer y Amicus y las emergentes y retorcidas formas que adoptaría el género en los setenta. Los hermanos Builting ya habían trabajado con Hywel Bennett y Hayley Mills, ex chica Disney, en la comedia dramática “Luna de miel en familia” (1966). Como advirtieron buena química en la pareja decidieron repetir con un proyecto comercialmente más ambicioso pero también arriesgado pues si bien los aspectos granguiñolescos son moderados, la morbosidad que impregna la historia fue lo bastante lejos como para que en el Reino Unido obtuviera en las fechas de su estreno la calificación “X”.

Argumento

Georgie es un niño consentido e inteligente pero abrumado por una nefasta relación con sus padres y la pesadumbre de tener un hermano menor retrasado. Llegando la situación al límite su padre le dice que no lo quiere tener en casa haraganeando y el muchacho traza un plan para encontrar un nuevo hogar y de paso acercarse a Susan, una chica que le gusta de forma obsesiva. Su amiga vive en una casa de huéspedes y Geogie cae allí como una bomba de espoleta retardada. 

La película

Parece un lugar muy bonito donde un joven simpático y bien parecido juega a la pelota con su hermano. La sonrisa se nos congela cuando aparece más gente en el cuadro y nos damos cuenta de que estamos en la zona ajardinada de un centro para personas discapacitadas con problemas. No se nos deja ver la cara de Pete, el hermano mayor de Martin. El joven se revela realmente preocupado por el futuro del interno y así se lo hace saber al médico responsable de la clínica que se queda pensativo porque intuye que Martin tiene otras preocupaciones que no quiere contar.


Salen los créditos armonizados con el silbido compulsivo que acompaña siempre al protagonista. La imagen de los cromosomas que ilustran un mural en el despacho del doctor se funden con la imagen distorsionada de un juguete infantil y somos transportados al lugar donde Martin conoce a Susan, una juguetería donde él saca a relucir su zalamería y a su alter ego Georgie.

Sorprendentemente, como ocurre a menudo durante la película, nada es lo que parece y Martin vive en una casa digna de la aristocracia con su madre y su padrastro a quienes evita.
Se comporta de forma antisocial y provocadora. Es muy inteligente pero no le duran los trabajos. Tampoco le falta de nada. Demuestra el cariño que le tiene a su padre adoptivo dejando que el balancín de la mecedora pise un retrato suyo mientras se balancea en ella.
Martin se siente seguro con su madre y con sus juguetes de infancia pero se muestra narcisista y reprocha vehementemente a la mujer el comportamiento que han tenido con Pete. Martin arrastra ese dolor que le desestabiliza.

El doblaje de la película es bueno pero se pierden muchos matices del excelente trabajo interpretativo de todos los actores en la versión original, las emociones, los sarcasmos y los cambios de Martin a Georgie.

Susan es un bomboncito y Martin entabla amistad con ella. Hábilmente se nos muestran detalles de la doble moral británica entre el conservadurismo y la libidinosidad.

El señor Henry Durnley, padrastro de Martin, quiere enviar al chico a Australia para quitárselo de encima. Martin aprovecha para poner en acción un plan que ha urdido para irse a vivir a la casa de huéspedes de la madre de Susan donde mora la chica mientras acaba sus estudios.

La película en todo momento va proporcionando información unas veces evidente y otras velada sobre el complejo mundo interior de Martin. Nos muestra la habitación que es su hábitat y su refugio. El chico es culto, melómano, no parece descabellado que Kubrick tomara apuntes para crear la imagen y el entorno del protagonista de la novela de Anthony Burgess “La naranja mecánica” que llevó al cine en 1971.
Se nos da a entender que algo le pasa a Martin. Su obsesión con la imagen de su cuerpo desnudo ante el espejo, las revistas de musculación con modelos masculinos en la portada… pero sus fantasías suelen terminar en bruscos coitus interruptus.

El sabe que tiene un gran poder de seducción y no duda en utilizarlo cuando le interesa integrarse en la comunidad. Su llegada a la residencia de Mrs. Harper está calculada al milímetro. Pronto estudia a sus convecinos. Gerry Henderson es agente comercial de distribución cinematográfica, frívolo, borrachín, deslenguado y a pesar de todo conservador y reaccionario. Shashie Kumar de origen hindú es todo lo contrario, estudiante de medicina, inteligente, honesto, cordial y educado. Joan la madre de Susan es una señora elegante y muy hermosa, rondando la cincuentena pero de calentamiento fácil.
Georgie utiliza su aspecto aniñado para proyectar fragilidad e indefensión consiguiendo despertar el instinto maternal de las mujeres.

El film va avanzando sin perder el ritmo, de forma muy equilibrada, manteniendo la tensión con un certero trazado de la personalidad de cada participante que les otorga peso en la historia. Llega un momento en que podemos intuir las cosas que van a pasar pero el transcurrir es apasionante y se va reservando alguna sorpresa para el final.
No se nos permitirá conocer cuál es la fantasía íntima que reserva Martin para su momento especial. Parece que pudiera estar relacionada con la identificación de la líbido con el dolor y tal vez con la muerte en alguna especie de delirio masoquista.

Comentario:

Sobre esta película solemos leer frecuentemente que acusa la influencia directa de “Psicosis” (1960) y de “El fotógrafo del pánico” (1960) y bien podemos estar de acuerdo en que fueron pioneras para el gran público en bucear con seriedad en la retorcida mente de los criminales y desde un punto de vista médico. Los Boulting Brothers además se hicieron para el guión de “Nervios rotos” con Leo Marks autor original de la historia de “Peeping Tom”. Pero ni Hitchcok ni Michael Powell inventaron nada aunque si que lo elevaron a la categoría del arte. El cine ha contado desde sus orígenes con tipos repelentes  que harían millonario a un psiquiatra. La personalidad dual que libera los complejos está presente ya en las primeras adaptaciones del Dr. Jekyll de Stevenson en El hombre y la bestia (1920) aunque en este caso el lado seductor es el maligno. Fritz Lang ya nos presenta un depredador más elaborado en “M, el vampiro de Düsseldorf” (1931), un Peter Lorre que interpreta a un hombre de los caramelos que además como nuestro Martin/Georgie,  no podía evitar silbar compulsivamente cuando se ponía nervioso. En el film de Lang  es un fragmento del tema “In the Hall of the Mountain King” de Edvard Grieg. Como curiosidad apuntaremos que Peter Lorre no sabía silbar y por eso le vemos de espaldas cuando lo hace. En (1958) Ladislao Vajda dirigió “El Cebo” una especie de remake de “M” igual de encomiable e influyente que la original.

En 1944 ya tenemos criminales dentro de casa en la comedia negra “Arsénico por compasión”. Y en el mismo año se hizo popular la expresión “hacer luz de gas” a la intención de volver loca a una persona con perversos fines con “Luz que agoniza” en lo que podría ser el primer thriller psicológico que puede ser considerado como tal. Otro destacable ejemplo sería “La escalera de caracol” (1946) con un peculiar tarado obsesionado por mujeres discapacitadas.

En 1947 se dieron a conocer dos psicópatas temibles cada uno a su manera, un Chaplin caballeroso que mataba mujeres para mantener su status social en la magistral Monsieur Verdoux (1947) y un terrorífico Tommy Udo (Richard Widmark) que en  El beso de la muerte (1947) se revelaba como el primer asesino sonriente (al menos desde que nació el cine sonoro) que no se justificaba ni mostraba remordimiento alguno por sus crímenes.

Pero lo de convivir toda la familia con una deliciosa criaturita con la mente enferma y capaz de las peores crueldades no explota hasta que en 1956 se manifiesta el mal con coletas rubias, la dulce Rhoda Penmark de “La mala semilla”. Con permiso de “Susana” (1951) de Buñuel aunque esta estaba un poco más desarrollada.

En 1955 llegó a nuestras pesadillas uno de los más retorcidos y despiadados monstruos surgidos de la serie negra, encarnado por un inolvidable Robert Mitchum en “La noche del cazador” Obra maestra absoluta.

No faltaban referentes donde encontrar la inspiración para los creadores de “Nervios rotos”. La Hammer empezó a explotar el tema en films como “El alucinante mundo de los Ashby” (1963), “Maniac/Venganza diabólica” (1963) o “A merced del odio” (1965). Y mientras por otra parte Polanski acometía abiertamente el tema del transtorno con “Repulsión” 1965 y Aldrich exprimía a Davis y Crawford en “Qué fue de Baby Jane” (1962) llegaba el color y con él la sangre. Bien lo aprovecharon gamberros como Ted V. Mikels o Hershell Gordon Lewis .

Las Majors por supuesto querían su trozo del pastel. Un buen ejemplo puede ser “La cámara de los horrores” (1966) que es un buen cóctel de elementos del cine de género hecho con la clara intención de reventar la taquilla llegando a copiar ideas de Corman como el ”gimmick” visual y auditivo que nos avisa de las escenas fuertes. Esta película comienza presentándonos a un noble señor al que pronto se le va la cabeza y acaba convirtiéndose durante el resto del film en un escurridizo ”killer on the loose”

Cierto que la joya fue “El fotógrafo del pánico” pero muchos otros films como “El psicópata” (1966) de Amicus o “Seis mujeres para el asesino” (1964) contribuyeron a allanar el camino.

Tal vez por la peculiar relación con la que conviven los gemelos idénticos como era el caso de los Boulting, estos imprimían un sello muy particular a su cine. No estaba muy claro a veces si sus películas eran comedias o dramas pero en todos los casos al inicio de su filmografía intentaban apartarse de temas convencionales. “Durante el rodaje de Luna de miel en familia” (1966), una de sus comedias ácidas, Hailey Mills, hija de Sir John Mills también en el reparto, se enamora del director Roy treinta y tres años mayor que ella. De esta circunstancia y de la química de la chica con su compañero protagonista en “Luna de miel” empieza a forjarse la idea de “Nervios rotos” un film que iba a aprovechar el tirón del guaperas Hywel Bennett  y la popular protagonista de “Tu a Boston y yo a California” (1961). Pero los hermanos se pusieron intelectuales y buscaron el éxito por el camino del mal rollo con fundamento.

“Nervios rotos” es desde el principio una película osada y extraña. Ya no nos cogía de sorpresa que un loco invadiera un espacio familiar mostrándose amable pero con oscuras intenciones. Pero aquí el protagonista es diferente, nos tiene que caer bien sí o sí. Se preocupa por los desfavorecidos y critica con agudeza la hipocresía carca de la sociedad.

Nada más empezar nos sitúa en una especie de clínica donde vemos a chicos mongólicos reales para a continuación llevarnos a la suntuosa mansión donde vive Martin con sus padres.


La realización se mantiene la mayor parte del tiempo en interiores, con un formato de imagen 1.66 : 1 muy contenido, muy británico, sin alardes pero con precisión y elegancia en la composición de planos. En exteriores el colorido es deslumbrante por su naturalidad y la fotografía de Harry Waxman bordea la perfección . La narrativa es fluída hasta en los momentos en que se recurre a efectos como silenciar al protagonista o escuchar en off a alguien fuera de plano. El montaje cuadra el rompecabezas con precisión. La residencia donde los cinco inquilinos transcurren los días parece inabarcable y al mismo tiempo cálida y hogareña.

Marty aprovecha su status social para conseguir la complicidad del personal del aeropuerto o para insultar y reírse en la cara de la gente a la que desprecia.

El bisturí de los guionistas corta profundo por medio de unos diálogos elegantemente cínicos cargados de retranca y doble sentido. Se ponen sobre la mesa los tabúes y la hipocresía social, el clasismo, el racismo, los vicios tolerados y los que no.

Resulta muy curioso que el personaje de Henderson quiera triunfar vendiendo una película como podría ser “Nervios rotos” y la jugada le salga mal. Los Boulting se ríen hasta de si mismos. 

No tenemos sexo explícito pero si tensiones sexuales de alto voltaje con dos mujeres protagonistas que quitan el sentido y con Hywel Bennett que tiene gusto por desnudarse llegando al desnudo frontal que no llega a revelar sus partes más íntimas a causa de una oportuna grieta en el espejo.

Esta es una película que se podría encuadrar en varios géneros. Prevalece el thriller psicológico de suspense pero también aparenta formas de terror gore sin llegar al desparrame hemoglobínico. Se muestra lo justo.

La banda sonora es muy apreciada y hay un CD editado por Stylotone ‎ muy interesante que contiene el Soundtrack completo. La música tiene bastante peso en la película con muchas variantes pop y jazz del tema central. El silbido creado por Bernard Herrmann es el que escuchamos a Daryl Hanna / Crótalo de California en “Kill Bill” Vol.I (2003). Obviamente Tarantino debe ser fan de esta película. También está el Long Play original de Polydor y otro CD de Kritzerland.

Y es que si nos ponemos a pensar en cuantas películas han venido a posteriori con elementos que podrían mostrar influencias de “Nervios rotos” la lista es larga desde su estreno hasta que empezaron a cambiar las formas en la sangrienta década de los ochenta con la llegada del giallo, el slasher, el survival y el splatter. Veamos unas cuantas: “La Residencia” (1969); “Escalofrío en la noche” (1971); “La naranja mecánica” (1971) ¿No se parece la habitación de Alex a la de Martin? y De Large también tiene afición por silbar “Singing in the rain”; “Frenesí” (1972) donde Hitchcock se cobra el favor de haber sido inspiración cogiendo de “Nervios Rotos” a Barry Foster y a Billie Whitelaw para su película ; “Y después sin parar hasta el final” (1972); “Miedo en la noche” (1972); Y “Navidades negras” (1974) tal vez la última muestra digna de reseñar  de tan particular forma de entender el thriller.

Controversia:

Ante las quejas de asociaciones horrorizadas por el mensaje que parecía transmitir el film la compañía Charter Films se sintió obligada a publicar esta nota:

“Los productores quieren señalar que no hay establecida relación científica entre mongolismo y psicopatía criminal”

Aunque durante la película se hace referencia al autismo y a la psicopatía como las posibles razones que condicionan la actitud del protagonista nosotros descartamos totalmente el autismo. Estaríamos ante un psicópata calculador que se convierte en lobo con piel de oveja para lograr sus propósitos pero que tiene rasgos de desdoblamiento esquizoafectivo con trauma sexual y pérdida final del contacto con la realidad. También se apunta a una posible homosexualidad reprimida. No sabemos si puede darse esta combinación en la vida real pero en las películas funciona.

Destacable:

- El personal de la tienda de juguetes, que gente tan estirada y antipática
- Los niños de la biblioteca, pequeños cabrones
- El sillón que tiene Mr. Durnley en su depacho es enorme. Viejo truco para que quienes se sientan en el frente a su mesa se noten incómodos y empequeñecidos
- La chapita infantil amarilla que Martin regala a su padrastro con la frase impresa que dice aproximadamente: “Te va a mandar a dormir… tu sabes quien!!”. No pasó desapercibida para el Superintendente Dakin que sospechó de su ambiguo significado

- Las conversaciones del desayuno entre Gerry y Shashie. No tienen desperdicio.
- El Hitchcockniano suspense en la cocina cuando Martin quiere salir de extranjis por la noche
- Los cómicos celos de Gerry
- La seducción frustrada en la caseta. Sexo y culpa son mala combinación en un perturbado.
- Las explicaciones que se dan en varios momentos de la película sobre genética y enfermedades mentales hereditarias pretenden pretenden explicar en tono serio el comportamiento del asesino pero más bien aportan un curioso tono camp setentero de falso documental
- La reconstrucción del crimen y la corrosiva impertinencia de Dakin
- Las lecturas de Georgie en el sofá de la residencia hasta la hora de ir a la cama: la revista infantil “The Beano”, muy popular en Inglaterra. Eric Clapton y John Mayall le hicieron un homenaje en la portada de “The Bluesbreakers”. En otra secuencia durante la fiesta de Susan el niño está ajeno a todo inmerso en la lectura de “It´s Terrific” una publicación británica que recogía historias de Marvel, en este caso el #21 USA de “Vengadores” (Vol. I) en  el que el grupo se enfrenta a “Power Man” (Energón en España)














Calidad cinematográfica:  7


Gore:  5


Psicotronia:  8









Filmografías:

(Filmografías de director e intérpretes principales en este enlace)

-Roy Boulting era director y hermano gemelo idéntico del productor John Boulting. Ambos eran propietarios de la productora Charter Film Productions. En realidad según cuentan las crónicas el trabajo de producción y dirección de las películas lo hacían juntos y se alternaban en los créditos como consideraban oportuno según el caso. Nacidos en 1913 in Bray, Berkshire, Reino Unido un 21 de diciembre (o noviembre), siendo John media hora mayor que Roy. El hijo que tuvo con Hayley Mills es Crispian Mills el frontman del grupo Kula Shaker . Casarse con una chica más joven (treinta y tres  años más joven en el caso de Hayley) se suele dar en los sagitario. Tuvo otras cuatro esposas. Los hermanos se educaron en  la Reading School y después ya se asociaron para hacer cine. Durante la Guerra Civil española, John sirvió con las Brigadas Internacionales como conductor de ambulancia, donde, según Richard Attenborough, Boulting fue casi capturado. De ideología izquierdista siempre trataban de que sus películas de cualquier género tuvieran un poso de realidad y crítica social. En la Segunda Guerra Mundial estuvieron alistados en la RAF. Se llevaron el Oscar al mejor documental por  Desert Victory (1943) que reflejaba los acontecimientos que acontecieron y precedieron a la batalla de El Alamein. Cuando murió John, su  hermano dejó de hacer películas y solo se puso detrás de la cámara para un televisivo episodio doble de Miss Marple: El caso de las cartas anónimas. Roy se marchó en 2001

Filmografía de Roy: 

Filmografía de John:

-Hayley Mills todavía está en activo, con la energía y longevidad que acostumbran a disfrutar las nacidas bajo el signo de aries. Londinense, hija de actor (Pete Mills) y escritora y guionista (Mary Hayley Bell). Empezó en el teatro para superar la timidez cuando la metieron en un internado con nueve años. Un día ensayando en casa despertó el interés de J. Lee Thompson (¡!) que la incluyó en su film La bahía del tigre (1959). Su trabajo fue inmediatamente reconocido por la industria y recibió la llamada de Disney para protagonizar “Pollyana”. Su carrera explotó (en el buen sentido) de inmediato con un éxito tras otro y no fue hasta cumplidos los treinta que debutó en el cine adulto con los Hermanos Boulting y desde entonces no ha parado de hacer cine teatro y televisión. Eso de que las actrices después de los cincuenta pasan al olvido no ha ido con ella (¿ha ido con alguna que tenga un mínimo de talento?). Estuvo a punto de ser la Lolita de Kubrick pero sus padres declinaron la oferta por temor a que el film perjudicase su imagen para el cine familiar aunque la niña ya estaba bastante crecidita. Sus películas:

-Hywel Bennett nació en Gales y aunque estuvo en activo hasta 2007. Parece que su debut en el teatro le predestinó para su atormentado rol en “Nervios rotos” pues fue interpretando a una mujer, concretamente a Ophelia en “Hamlet”. Parece que su carrera al estrellato nunca llegó a  despegar a causa de problemas con el alcohol. Una lástima.

-Billie Whitelaw Nacida en Coventry (UK) empezó a interpretar sobre un escenario ya cumplidos los veinte, proveniente de la radio en la que empezó con once. Sorprende que nunca dió mucha importancia a su carrera como actriz sobre todo si tenemos en cuenta que era muy buena. Además estaba muy buena. Se labró una carrera con títulos muy notables en los que sus personajes brillaban con su gran carisma personal. Secundaria de lujo, es imposible no recordarla en “La profecía”. Largometrajes:

-El hindú Shashdie, personaje en la película de amplio conocimiento y afilada dialéctica es Salmaan Peerzada de origen creemos que paquistaní porque no hay datos sobre sus orígenes a pesar de que está bastante activo en redes sociales comentando aspectos de la actualidad desde ópticas espirituales. Actor, productor, escritor, karateka, empresario, se mantiene joven a pesar de su edad. Reivindicativo del Islam moderado. Podría ser que su padre fuera Rafi Peer,un notable escritor y activista contra la ocupación británica de India y Pakistan y Salmaan hubiera tenido un hermano gemelo maestro de marionetas con el que y junto a otros familiares, formó una compañía teatral que estuvo dos veces como objetivo de grupos terroristas. Nos hemos hecho seguidores suyos en Facebook. Sus trabajos:
-El gran actor Barry Foster de Beeston (UK) a los veinte años ya obtuvo reconocimiento por su buen hacer como declamador teatral y se codeaba con gente como el dramaturgo Harold Pinter o el actor Patrick Magee. Experto en Shakespeare y teatro clásico fue su carrera profesional en TV la que le otorgó fama y fortuna. Solamente dejó de trabajar cuando le fue imposible por razones de edad. Su Gerry Henderson en “Nervios Rotos” es sencillamente magistral

-Frank Finlay es Mr. Henry Durnley, padrastro de Martin. Otro actorazo británico multidisciplinar. Nacido en  Farnworth, Lancashire (UK) de ascendencia irlandesa y escocesa era hijo de carnicero y ama de casa. Su paso por St. Gregory the Great School le despertó el interés por la interpretación apartándole del negocio de la carnicería. Se casó con una actriz de teatro. Trabajó en Broadway donde emprendió un proyecto común con Laurende Olivier. Le hemos visto en “Lifeforce: la fuerza vital”, “El pianista” de Polanski, “Shaft en Africa”y muchas otras notables producciones: