lunes, 25 de julio de 2016

PLAN DIABOLICO (1966)



“Seconds”

Dir.: John Frankenheimer

USA.- 106 min.- Blanco y negro

Drama / Thriller / Ciencia Ficción

Imagen: 1.85 : 1.- 35 Mm.

Sonido: Monoaural

Música: Jerry Goldsmith

Maquillaje: Jack Petty; Mark Reedall

Fotografía: James Wong Howe



Guión: Lewis John Carlino según la novela de David Ely

Presupuesto: 4-5 millones $ Aprox. Sin confirmar.

Recaudación: Estreno USA 1,75 millones $

Producción: Edward Lewis, Rock Hudson

Prod. Co.: Joel Productions, John Frankenheimer Productions Inc., Gibraltar Productions

Clasificación moral: Rated – R (por desnudos)

Frase promocional: “Who are seconds? The answer is too terrifying for words!”; “Seconds is not for weak sisters. It not even be for strong stomachs!”; “Sheer fear! Sheer shock! I don´t want to be I anymore”

Rock Hudson (Antiochus "Tony" Wilson); Salome Jens (Norma Marcus); John Randolph (Arthur Hamilton); Will Geer (Boss); Jeff Corey (Mr. Ruby); Richard Anderson (Dr. Innes); Murray Hamilton (Charlie Evans); Elisabeth Fraser (Rubia rellenita); François Ruggieri (Chica en el tocador); Thom Conroy (Asistente doméstico); William Wintersole (Doctor en el quirófano); Frank Campanella (Hombre en la estación); Frances Reid (Emily Hamilton); Barbara Werle (Secretaria); Edgar Stehli (Empleado tintorería); Khigh Dhiegh (Davalo); Wesley Addy (John); Ned Young (Henry Bushman); Dody Heath (Campesina); Robert Brubaker (Mayberry); Dorothy Morris (Mrs. Filter); Karl Swenson (Dr. Morris); John Lawrence (Tejano)


Arthur Hamilton es un respetable financiero empleado en una importante entidad bancaria. Hombre discreto que vive de forma acomodada, tiene una hija con la vida encaminada y una esposa madura pero atractiva de la cual se muestra distante y frío. La madurez y la rutina han hecho de él una persona ensimismada y con poca empatía. Una tarde cuando va a coger el tren de regreso a casa se le acerca un extraño y sin explicaciones le entrega en mano un papel con una dirección. Este hecho parece relacionado con unas extrañas llamadas que está recibiendo de Charly, un amigo que suponía fallecido. Su antiguo camarada le conmina para que acuda a las señas que le dio el hombre misterioso para encontrarse con él. Arthur acude pero no ve a Charly, se encuentra con una organización anónima que le convence para entregarse a un plan que ha de cambiar su vida. Desde que llegó al lugar ha tenido cada vez menos posibilidad de elección así que la maquinaria se pone en marcha para que el recatado sexagenario salga convertido en una persona nueva, más joven, más atractivo y con una nueva identidad. Ahora lo tiene todo para tomar las riendas de una vida abierta a todas las posibilidades que su existencia gris había dejado atrás. Pero no va a ser tan fácil porque cogerle el gusto a la libertad puede tener imprevisibles consecuencias en su insólita situación.









Frankenheimer con 21 años adquirió sus primeras experiencias como cineasta durante el servicio militar en la Fuerza Aerea realizando documentales durante la guerra de Corea. Después trabajó en televisión hasta que consiguió relevancia con su cuarto largometraje “El Hombre de Alcatraz” (1962) donde se doctoró como cineasta exquisito.

Pero el realizador tenía otras inquietudes y con “El Mensajero del Miedo” (1962) elabora su primera incursión en thriller político que ahonda en la paranoia y la manipulación a medio camino entre la ambigüedad con alusiones a las purgas del maccarthismo o la sugerencia de la manipulación mental con experimentos como el MK Ultra y sus correspondencias al otro lado del telón de acero. United Artists consideraba arriesgado el proyecto pero Sinatra que se implicó personalmente desde el principio convenció al Presidente Kennedy para que tocara los resortes que facilitaran el visto bueno de la productora. Fatalmente al año siguiente JFK fue asesinado en unas circunstancias que a día de hoy siguen rodeadas de interrogantes.

“Siete Días de Mayo” (1964) reincide en el tema de la conspiración y “El Tren” (1964) es otra pieza maestra desde el punto de vista artístico que aborda un pasaje histórico de la Segunda Guerra Mundial.

Estando en lo más alto de su carrera siendo un cineasta respetado y de éxito Frankenheimer no puede reprimir su personalidad inquieta y contestataria y se embarca en una empresa que a todas luces pintaba mal desde cualquier  punto de vista. Afortunadamente no se arredró y empezó a dar forma a lo que sería “Plan Diabólico”









Quienes le acusaron de justificar el Macarthismo se quedarían a cuadros cuando reclutó para “Seconds” a cuatro actores crucificados en las listas negras: Will Geer, Jeff Corey, Nedrick Young y como protagonista a un sobrio John Randolph en el papel del desencantado Arthur Hamilton.

El otro papel protagonista fue a parar a Rock Hudson. Nosotros en España tal vez no lo sabíamos pero este peso pesado de Hollywood era homosexual. Hudson desde el primer momento se sintió atraído por la idea de interpretar a un hombre atrapado en una vida que siente como ajena. El personaje estaba concebido para Laurence Olivier pero el inglés tenia problemas de agenda. El protagonista de “Gigante”(1956) acababa de estrenar un film de espías “Mision Secreta” (1965) y parece que le hub iera cogido el gusto a desmarcarse de sus roles habituales de héroe y galán. “Plan Diabólico” parecía una ocasión perfecta para volcarse en un proyecto que asumió como personal. Aportó recursos financieros, cosa que a buen seguro terminó de convencer a Frankenheimer, propuso ideas como la de que al protagonista lo encarnasen dos actores diferentes y dio la cara por el film en una memorable rueda de prensa en Cannes frente a una jauría periodistas europeos hostiles que le terminaron provocando un ataque de nervios.








La película fue un fracaso comercial y de crítica pero los acuarianos como Frankenheimer esculpen su arte proyectado hacia el futuro y el tiempo acaba poniendo las cosas en su sitio. “Plan Diabólico” se adelantó varias décadas a su tiempo y actualmente es una referencia imprescindible en lo relativo a conspiraciones en el ámbito de la ciencia ficción y un film digno de estudio profundamente filosófico. Esto en el fondo. En la forma entraremos luego.











Esta obra es una de las más terroríficas y desesperanzadoras de la historia del cine. No deja lugar a donde aferrarse. El protagonista es un ejecutivo de banca con capacidad para conceder o denegar créditos, tiene control sobre su vida pero pasados los cincuenta la estabilidad es frágil porque no se puede volver atrás. Es el momento perfecto para ser tentado y esa tentación llega desde el más allá, de alguien que parece haber vencido a la muerte de alguna manera. Es irracional pero Arthur necesita calmar la tormenta interior que ha despertado la llamada y acude a la temeraria cita. No es fácil el camino de acceso, quizá como para que haya una certeza de que el cliente está convencido de su propósito. Una triste tintorería de barrio y la entrada trasera de una empresa cárnica son las puertas falsas que debe dejar atrás antes de acceder a la sede de “La Organización”.








Esta primera parte del film es la que se mueve en los parámetros del thriller. El director está dando forma a una intriga característica de los relatos de espionaje donde nada es lo que parece. En alguna de las dos tapaderas a las que accede Arthur podrían surgir Bogart o De Niro de las sombras de la callejuela prestos a estrechar su mano con una media sonrisa.

Ya en el elegantemente sobrio escenario de la misteriosa compañía la situación se vuelve surrealista. La novela de David Ely claramente refleja ideas propias de una época en la que estaban de plena vigencia los relatos de ciencia ficción que mediante metáforas aludían a la guerra fría, la energía atómica, la amenaza comunista y los cambios sociales que amenazaban la estabilidad de la nación. Así que si “Plan Diabólico” puede parecer en algun momento un episodio extendido de “The Twilight Zone” no es algo casual.









Pero Frankenheimer tiene mucho más que decir, se ha relacionado con gente influyente y conoce los engranajes del poder. Su personaje ha decidido libremente salir del redil y se ha metido en la cueva del lobo. Como el protagonista de “El Proceso” de Kafka se ve impotente para oponerse a un control abstracto que no tiene escrúpulos para utilizar drogas o chantaje sexual para conseguir sus fines. Los tímidos intentos de Arthur para replicar son abortados por unos personajes muy profesionales que le interrumpen cada vez que intenta hablar. Le convencen de lo afortunado que es por participar en un tratamiento que le convertirá en otra persona para poder empezar otra vida. “¿No cuesta menos avanzar cuando no se puede volver atrás?” le dice el personaje interpretado por Will Geer. Un lavado de cerebro en toda regla.








La transformación pasa por una cirugía completa y nos encontramos después ya con Rock Hudson. El actor grandullón estudió concienzudamente el trabajo realizado por John Randolph para mantener los gestos y expresiones de Arthur Hamilton después del cambio. La entrevista con el “consejero asesor” Davalo es otro momento de gran cinismo. Aunque el deseo más profundo de Arthur era ser tenista profesional en su nueva identidad tendrá que ser pintor.





Ahora vivirá en un lujoso bungalow en Maalibú. Tiene un mayordomo que más que un sirviente parece un centinela. Pintar le parece algo ajeno y se aburre como una mona. Durante un paseo por la playa conoce a Nora Marcus, vivaracha y bohemia. Con ella acude a una “romería” (según el doblaje al castellano porque una fiesta en honor del dios Baco digo yo que será una Bacanal) y allí parece que por fin Arthur (ahora Tony) se libera de su actitud encorsetada.







Accede a la sugerencia de su criado de organizar una fiesta en casa y conocer a sus vecinos. Como dato anecdótico, Hudson rodó algunas tomas estando realmente borracho. Durante el convite conoce a una mujer que le dice:
“Hay un ambiente aquí como de ritual, yo pertenezco a una agrupación especial, estudiamos las sectas”
Y a mi parecer esta breve escena tiene mucha más importancia de lo que se muestra como un encuentro breve e intranscendente porque el director nos está dando una clave para entender la película.






Dejando aparte los mensajes entre líneas que se me escapan las conclusiones empiezan a ser devastadoras. Tenemos a una persona que le ha ido relativamente bien en la vida pero al cabo de los años se siente cansado y vacío. Compra el sueño de una vida mejor y se da cuenta de que ha cambiado una esclavitud por otra. Cuando intenta reencontrarse con la seguridad que le daba su familia descubre con horror que su tiempo pasó y la vida ha seguido sin él.









Finalmente “la organización” revela su verdadera cara. El poder de una trituradora para quienes las personas son productos de los que todo se aprovecha hasta que dejan de ser útiles. Una brutal metáfora de la sociedad.
La realización de “Plan Diabólico” es durísima pero exquisita al tiempo. Los créditos del maestro Saul Bass ya nos anuncian que no vamos a ver a Hudson en una comedia. Son terroríficos sin nada que envidiar a los de “El Hombre de Los rayos X en los Ojos” (1963) o “La Matanza de Texas” (1974), unas imagenes distorsionadas de un rostro humano envueltas en una tétrica música de Jerry Goldsmith (increíble la versatilidad del compositor) que harían salir corriendo a cualquier espectador habitual de productos mainstream. Sin la grandiosidad de Welles en “El Proceso” aunque con varios aspectos en común, Frankenheimer utiliza el blanco y negro para avanzar sobre las bases del thriller y aportar un aspecto sombrío y crudo a la historia. 






La filmación está rebosante de recursos sorprendentes, cámara subjetiva recortada sobre la multitud anónima, grandes angulares, primeros planos donde apreciamos hasta el vello facial de los actores, efectos surrealistas como en la escena del sueño, espacios naturales rebosantes de fuerza expresiva en la playa y en el campo… Necesariamente hay que mencionar al genio de la fotografía James Wong Howe.

Las escenas del final son de las que pueden producir pesadillas viendo al hombre amarrado a la camilla que va avanzando por varios pasillos consciente de que se acerca el final. Solo podemos presenciar lo que ocurre impotentes para ayudarle porque así lo quiere el director. Y el remate con esa imagen lejana que se ve después de atravesar la luz hasta que funde en negro y aparecen las letras. Un terror que apunta directo al subconsciente.
“Plan Diabolico” es una obra maestra pero también un film depresivo, lúgubre y triste. Cuidado.








Notas:

- La influencia de “Plan Diabólico” llega hasta films como la popular  TV movie de Antonio Mercero con guión de Garci “La Cabina” (1972). También a “Las Esposas de Stepford (1975), “Videodrome” (1983), “Society” (1989), “Abre los Ojos” (1997) o “El Club de La Lucha” (1999)

- Brian Wilson era el cerebro creativo de los Beach Boys hasta que los abusos con la marihuana y el LSD le produjeron un brote de esquizofrenia. No fue una buena idea meterse en un cine a ver esta "Seconds". Según alguna biografía del músico cuando entró en la sala habiendo ya empezado la película y escuchó a los personajes dirigirse al “Señor Wilson” creyó que hablaban de él. No volvió a pisar un cine hasta dieciséis años después para ver “E.T.” (1982)

- Uno de los miembros más destacados de “La Organización” se llama Ruby, como el mafioso que mató a Lee Harry Oswald. ¿Casualidad?

- Al principio del film cuando Arthur camina por la Grand Central de New York vemos iluminado el número 2046 e inmediatamente pienso en el maravilloso film de Wong Kar Wai del 2004 en la que un hombre también vive varias vidas en busca de la felicidad en el amor.





- Los camiones tapadera de “La Organización” que transportan carne de vacuno llevan un letrero en la parte trasera: HI-PRO meat packing co.- another load from “Honest Arnie” the used cow dealer.
Encontré casualmente en la web de fotos FLICKR una imagen curiosa acompañada de un comentario no menos curioso. ¿Existió realmente esa compañía cuyos vehículos e instalaciones serían aprovechadas por Frankenheimer? ¿Transportaban ganado o qué transportaban? Tal vez llevaban…. ¿seconds?






























Calidad Cinematográfica: 9

Gore: 2

Psicotronia: 8

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