jueves, 31 de julio de 2014

LA SEMANA DEL ASESINO (1972)



AKA: “Cannibal man”

Dir.: Eloy de la Iglesia

Dramático / Thriller/ Crónica negra

España.-  90 / 94 / 98 Min.

Color.- 35 Mm.

Sonido: Monoaural

Música: Fernando Garcia Morcillo

Fotografía: Raul Artigot





Intérpretes: Vicente parra (Marcos), Eusebio Poncela (Nestor), Emma Cohen (Paula), Charly Bravo (Esteban), Fernando Sanchez Polack (Señor Ambrosio), Goyo Lebrero (Taxista) , Vicky Lagos (Rosa), Rafael Fernandez (Agustin), Jose Franco (Tendero), Valentin Tornos (Obrero), Antonio del Real ( Obrero burlón), Lola Herrera (Carmen)

Cuando el cine español evolucionaba dejando atrás sus aspectos más folklóricos, raciales y en algunos casos rancios, conseguían la admiración de la crítica y triunfaban en festivales internacionales autores como Buñuel, Saura, Erice, Bardem o Berlanga (por citar los más conocidos) habían otros que con menos reconocimiento se iban labrando una carrera interesante. Habían dos en particular que pretendían ser más viscerales mostrando aspectos de la realidad social del país: Eloy de la Iglesia y Jorge Grau.

Menospreciados por sensacionalistas y excesivos si que es cierto que Jorge Grau tenía una incontinencia para el exceso que hacía que sus films resultaran altamente psicotrónicos pero el caso de Eloy de la Iglesia es diferente y hoy su cine se puede reivindicar por su calidad y por haberse adelantado a su tiempo.

En 1972, en los últimos años del franquismo, este director vasco influenciado por el giallo, el neorrealismo y por Passolini realizó uno de las películas más perseguidas por la censura en España: “La semana del asesino”

Fundamental el aporte en la producción del valenciano Vicente Parra que como buen acuariano no soportaba la idea de proyectar una imagen superficial y frívola de galán sintiendo la necesidad de reivindicar su talento en proyectos más atípicos y comprometidos.

Con la ayuda en el libreto del guionista y argumentista Antonio Fos que se prestaba igual para escribir una comedia idiota, un drama o una de terror barato, ya estaba a punto el equipo que iba a dar lo mejor de si mismo en la creación de esta obra maestra.

Marcos es un tipo taciturno. Su vida es rutinaria, pasa mucho tiempo solo porque su hermano con quien vive es camionero y para poco por casa. Va de casa al trabajo y del trabajo a casa. En sus ratos libres se deja caer por el bar de Agustin y los fines de semana sale con alguna novia.

Su barrio es extrarradio de la sierra de Madrid y su vivienda una casa, casi una chabola donde se crió con sus padres y hermano. En medio de unos solares donde a unos pocos cientos de metros ya se levanta un edificio de nueva construcción.

Trabaja en un matadero donde se produce caldo concentrado “Flory”.






Un domingo por la noche de regreso a casa con su novia toman un taxi. El taxista les recrimina su actitud libidinosa y tienen una discusión en la que por accidente el hombre sale bastante perjudicado.

En la siguiente cita Marcos culmina la desfloración de su joven amiga que empieza a insistirle en que debe afrontar su responsabilidad en el suceso del taxista y acudir a la policía. El, acorralado siente que no puede confiar en ella y la silencia de modo permanente.

Por sorpresa llega su hermano a quien le confía la situación y pide ayuda pero Esteban a punto de casarse no quiere líos y también le dice que debe entregarse.

Marcos termina como uno de los muchos perros asilvestrados que habitan por los alrededores, con su casa convertida en una guarida a la que es mejor no acercarse.





Su amistad con Nestor, un vecino de la finca nueva a quien conoce de cruzarse con él cuando sale a pasear al perro por la noche le sirve como vía de escape de una situación que cada jornada va a peor.





Nestor es el personaje clave de la película, simboliza la libertad, la independencia, la seguridad en uno mismo, la generosidad, la integración en la sociedad, la educación, todo aquello que parece ajeno a Marcos. El duelo interpretativo entre Eusebio Poncela y Vicente Parra es prodigioso. Marcos está a gusto en su compañía. Nestor es claramente homosexual y Marcos lo va aceptando. No sabemos hasta que punto porque la tijera censora aniquiló parte del metraje que trataba abiertamente este tema.

Lo cierto es que Nestor tampoco es modélico. Es un niño bien que vive de rentas, no tiene una actividad clara y termina siendo un ejemplo moral que hace a Marcos, el obrero marginal, recapacitar y tomar el camino “correcto” para estar en paz consigo mismo.





Ambiguo final que no empaña una película demoledora, áspera, asfixiante, con miles de matices y detalles que se van descubriendo con cada nueva revisión. Con imágenes amplias y primeros planos de los actores de temenda fuerza expresiva. Bellas panorámicas del triste entorno donde se desarrolla la historia. Impresionantes imágenes de Madrid por la noche, en la piscina VIP y por las avenidas.

La casa de Marcos es un foco de inagotables sensaciones, calor, humedad, recogimiento, familiaridad, tosquedad, rudeza… hasta cuando empieza a ser desagradable trasciende la pantalla.

Como el bar de Agustin, un lugar típico de otra época difícil de encontrar ya sino es en algún pueblo o en algún barrio que permanezca ajeno al paso del tiempo, la avidez inmobiliaria y la crisis.

Hay mucho simbolismo. El fútbol presente en algún asesinato a través de la radio, los niños pobres que juegan anárquica y salvajemente al balompié en el solar, los perros...

Cuando Marcos va a la ciudad a despejarse ve un perro herido y a un grupo de gente que se interesa por él. ¿qué significa esta surrealista escena? ¿se siente el protagonista identificado por el perro o se indigna de que esta gente anónima le ignore y vuelque sus atenciones en un vulgar animal callejero?

Hay una secuencia muy interesante mutilada en la versión española. Cuando están Nestor y Marcos por la noche en una terraza tomando un refresco y se les acerca una patrulla de Policia. El de más autoridad pide la documentación a Marcos que se siente intimidado a la vista de los símbolos del régimen que muestran los uniformes. Nestor no lleva el DNI pero el oficial se derrite en amabilidades con él cuando el camarero le comenta que es uno de los inquilinos del edificio nuevo.

El humor negro esta presente durante todo el film. Hay varios momentos cumbre:

- Cuando Marcos visita la droguería para comprar perfume y ambientador.

- Cuando decide llevar en una bolsa de deporte las partes de sus víctimas a la factoría de caldo para deshacerse de ellas.

- Cuando tiene que espantar a pedradas a los perros de la puerta de su casa.



Los actores secundarios también están perfectos, una sensual Emma Cohen, una desconocida Lola Herrera muy castiza y sexy pero que con el tiempo ganó en belleza y una Vicky Lagos que nos ofrece una de las imágenes mas potentes que yo recuerdo de una mujer poseída por la calentura en esa escena en la que trata de limpiar el pantalón de Marcos. Un rostro que expresa vicio puro. El resto de personajes lo cierto es que aparecen poco.

El lenguaje que utilizan los personajes castizo y  “cheli”  es muy acorde con los escenarios. La discusión con el taxista es memorable.

Las imágenes del matadero ya desde el principio del film no gustaron mucho en la distribución de la película por el extranjero. Yo creo que están perfectamente integradas en la trama y guste o no, los mataderos existen y en el mercado compramos envasados o al corte animalitos despedazados.

Eso si, probablemente más de una persona sensible después de ver “La semana del asesino” no vuelva jamás a consumir pastillas de caldo concentrado.

Las escenas gore son pocas pero potentes. En la versión de 94 minutos aparecen íntegras.

La banda sonora es también fabulosa, desde el tema interpretado con una trompeta que abre y cierra la película, pasando por el rasgueo dramático de guitarra española o los extraños sonidos que subrayan las escenas más sórdidas.

Un film extraordinario. Probablemente el mejor de Eloy de la Iglesia. Con un Vicente Parra magistral e insuperable.


Notas:
“La semana del asesino” (“The cannibal man”) tiene el honor de hasta la fecha (2014) ser la única película de producción cien por cien española incluída en la lista DPP (de “Video Nasties”) en el Reino Unido y procesada por obscenidad. Finalmente se editó con 3 minutos de metraje suprimidos.

El Círculo de Escritores Cinematográficos galardonó a Vicente Parra en 1973 como mejor actor del año 72.






Calidad cinematográfica:  9


Psicotronia:  7


Gore:  6

lunes, 28 de julio de 2014

EL DIARIO DE LOS MUERTOS (2007)




“Diary of the dead”

Dir.: George A. Romero

Terror / Falso documental

EE.UU.- 95 Min. Color.

Cámara digital HDCAM 35 Mm.

Dolby DTS

Música: Norman Orenstein


FX.: Greg Nicotero y equipo.





Intérpretes: Michelle Morgan (Debra Moynihan), Joshua Close (Jason Creed), Shawn Roberts (Tony Ravello), Amy Lalonde (Tracy Thurman), Joe Dinicol (Eliot Stone), Scott Wentworth (Andrew Maxwell), Philip Riccio (Ridley Wilmott), Chris Violette (Gordo Thorsen), Tatiana Maslany (Mary Dexter), Todd Schroeder (Brody)


“El diario de los muertos” planteado como “mockumentary” o falso documental nos cuenta como Debra ha recopilado imágenes de internet para mezclar y editar con las filmaciones realizadas por su novio Jason y por ella misma.

Debra y Jason son alumnos de una escuela de cine que junto a unos compañeros y un profesor se encuentran rodando un film de terror en el bosque. Cuando les llegan las noticias de que la población próxima está bajo ataque deciden recoger las cosas y marcharse. Excepto Ridley que se va en su propio coche camino de la seguridad que le ofrece su ostentosa mansión, los demás huyen en una autocaravana 1973 Winnebago Brave.

Mary que conduce atropella a alguien que surge de la oscuridad. Asolada se pega un tiro pero la herida no es mortal así que la llevan a un hospital. En el centro de salud se enfrentan con la terrible realidad de que los muertos están volviendo a la vida con la única fijación de comer todo lo que este vivo.




Consiguen huir y llegan a una granja amish. Después entrarán en la ciudad acompañados de una banda de negros supervivientes que les proporcionan avituallamiento y víveres.

Poco les duran pues se tropiezan con una patrulla de militares que les saquean todo excepto las armas.

Después de una breve visita a casa de Brenda que quiere saber cómo se encuentra su familia acaban finalmente en la finca de Ridley donde la película se aproxima al fin.




Realizado con un presupuesto de dos millones de dólares, esta película es el “unplugged” de Romero, el “reboot”, el punto de inflexión y vuelta a los orígenes analizando lo que ha sido su trabajo en pasado, presente y futuro aprovechando para hacer guiños y mandar recaditos a sus imitadores y a otros cineastas influidos por su concepción del género.

No continua “La tierra de los muertos vivientes” (2005) ni es la forma de hacer cine que conocemos de este director. Esto en principio resulta chocante pero empezamos a reconocer su mano cuando un equipo de prensa hace que una ambulancia se aparte para no estropear la toma del cámara.

Romero principalmente hace un discurso sobre la información en la aldea global y como para quienes viven pegados a internet es mas importante la distribución de la noticia que la noticia y se confunde la realidad con lo que aparece en la pantalla. Por ejemplo, Jason da prioridad a la grabación para poder informar posteriormente de lo que está sucediendo que de enfrentarse a lo que está viviendo en el momento, aunque su novia esté en peligro.

Se plantea una cuestión: Si Orson Welles sólo con la radio pudo engañar a miles de personas ¿A cuantas se puede engañar ahora con la TV e Internet?

La respuesta puede estar en que cada individuo sea testigo y narrador de los hechos.

Las preguntas sobre la necesidad de dirigir la mirada hacia el suceso nos recuerdan a “Tesis” (1996)

Hay un discurso en segunda línea sobre el cine. Homenajea al cine clásico mediante una parodia de película de momias que nos recuerda a “Scream” (1996) y tiene el absurdo título de “La muerte de la muerte”. Este homenaje continúa al final en casa de Ridley con momentos muy sugestivos típicos de “mansión del terror”

Colleja a los “Zombies veloces”: “Un zombie no puede caminar deprisa, se le romperían los tobillos, tiene que ir arrastrando los pies”

Por contra me parece ver un cariñoso homenaje al personaje de Andy de “Dawn of the dead” (2004) en el personaje de Samuel, que se expresa con letreros.

Y aparece en un pequeño papel Boyd Banks que participó en el film de Snyder.

El personaje del profesor Maxwell es especialmente carismático, como una extraña simbiosis entre Sanchez Drago y Risto Stoichkov, culto pero borracho y ex combatiente de no sabemos qué guerra. Buen manejo del arco.

Romero no era ajeno a la importancia del comic “The walking dead” y hay una escena muy curiosa cuando al llegar a la granja Tracy afirma poder arreglar la autocaravana porque su padre fue mecánico de Dale (¿?) ¿Erdhart?, No, Gerber ¿Y quién es Dale Gerber?
¿Será en realidad Dale Horvath?




Robert Kirkman nunca ha tenido problema en reconocer la admiración que siente hacia la obra de George A. Romero y su influencia. Incluso le fue ofrecida al director la posibilidad de realizar algunos episodios para la serie de TV pero este la rechazó alegando la extraña excusa de que los zombies de “The walking dead” no son suyos.

Greg Nicotero si que aceptò la oferta para encargarse de los FX de toda la serie llegando posteriormente a dirigir algunos capítulos.

Siendo “El diario de los muertos” un film atípico en la filmografía de Romero, en medio del discurso conceptual encontramos excelentes momentos de angustia, en la granja, en el hospital, en el almacén, en casa de Brenda, el cumpleaños… 





La desoladora escena del final con los humanos jugando de forma salvaje al tiro al blanco nos remite al final de “La noche de los muertos vivientes” (1968) para dar por concluída la teoría y análisis del zombie antropófago por el Doctor George A. Romero.

Un film muy interesante que hay que saber apreciar y entender.




Notas:

Por si alguien albergara alguna duda de las pretensiones de Romero realizando “El diario de los muertos” un vistazo a la lista de invitados que han prestado sus voces en algún momento del film lo deja claro:
Wes Craven, Guillermo del Toro, Stephen King, Tom Savini, Quentin Tarantino…..

Y cameos en escena de Greg Nicotero y del propio George A. Romero.









Calidad cinematográfica:  7


Gore:  6


Psicotronia:  6

domingo, 20 de julio de 2014

LOCOS DEL AIRE (1939)



“The flying deuces”


Dir.: A. Edward Sutherland


EE. UU. Comedia.


69 / 65 min.- 35 Mm.


Blanco y negro.- Monoaural.


Musica: John Leipold, Leo Shuken





Intérpretes: Stan Laurel, Oliver Hardy, Jean Parker (Georgette), Charles Middleton (Commandant), Jean Del Val (Sergeant), Crane Whitley (Corporal), James Finlayson (carcelero)



Qué agradable sorpresa resulta que algún canal de televisión, en concreto Tele 7 Valencia, en vez de programar después de la sobremesa algún infecto culebrón, debates para gente con encefalograma plano o series donde tienes que aguantar cortes publicitarios que te invitan a apagar la televisión irritado a mitad de episodio, emitan clásicos del cine en blanco y negro.


“Locos del aire” es uno de los últimos films que la pareja cómica hizo con Hal Roach. Aunque cuentan con algún film destacable, el largometraje no era el mejor medio para que Laurel y Hardy dieran rienda suelta a su comicidad destructiva y surrealista. Los argumentos largos no les beneficiaban.


En esta película la historia no está especialmente inspirada: Hardy sufre un desengaño amoroso y decide suicidarse conminando a Stan a matarse con él.

Un oficial de la legión extranjera les convence para que olviden sus problemas alistándose en el ejército. Una vez en Africa se dan cuenta de que ha sido un error y deciden marcharse siendo acusados de desertores. 

Este es uno de los films donde menos subliminal se manifiesta la homosexualidad (real o no) de los personajes, especialmente de Stan quien tiene una absoluta dependencia de Ollie. El aflautado doblaje de su personaje lo acentúa. Es curioso apreciar que en los años cuarenta estas situaciones parecían más cotidianas y asumidas que en el siglo XXI.

Sin duda encarnan a un par de nerds inadaptados y su humor de salvaje in crescendo funciona mejor en los magistrales cortos de cine mudo que hicieron.

Pero hay momentos aprovechables y divertidos en “Locos del aire”, su demencia les provoca constantes conflictos en el cuartel donde no reconocen el orden ni la autoridad y después de provocar un incendio deciden marcharse. Obviamente no se lo permiten y los encierran en una celda donde Harpo Marx pone los dedos en una improvisada interpretación de arpa de Stan.
Se suceden los sketchs que culminan después de una tremenda visita a la habitación de la mujer del oficial con el secuestro de una avioneta y un inesperado desenlace para rematar con una escena final de delirio absoluto cuando Stan se encuentra con un Ollie… diferente.

Un film menor pero apreciable.








Calidad cinematográfica:   6



Gore:   0



Psicotronia:   8