lunes, 29 de febrero de 2016

ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO (1979)



Dir.: Ridley Scott

“Alien”

Ciencia Ficción / Terror

USA / Reino Unido

Eastmancolor.-116 min.

Panavisión.- 35 mm.- 2.35 : 1

Sonido: Dolby 6 Tracks

Música:  Jerry Goldsmith

Fotografía:  Derek Vanlint


Guión:  Dan O'Bannon, Ronald Shusett

FX.: Carlo Rambaldi, Nick Allder, Roger Dicken, Brian Johnson, Carlo De Marchis y resto de equipo.

Diseño Criatura: H.R. Giger

Diseño artístico: Moebius, Dan O`Bannon

Producción: Gordon Carroll, David Giler, Walter Hill, Ivor Powell, Ronald Shusett

Prod. Co.: Brandywine Productions, Twentieth Century-Fox Productions


Interpretes:  Tom Skerritt (Captain Dallas), Sigourney Weaver (Ripley), Veronica Cartwright (Lambert), Harry Dean Stanton (Brett), John Hurt (Kane), Ian Holm ( Ash), Yaphet Kotto (Parker) Helen Horton (Mother Voice), Bolaji Badejo (Alien)

En la década de los 70 el cine de ciencia ficción se acercó al gran público de la mano de dos películas para niños: “La Guerra de las Galaxias” (1977) y “Encuentros en la Tercera Fase” (1977). El éxito de estas producciones fue tal que las salas de todo el mundo se llenaron de imitaciones y falsas secuelas más o menos afortunadas.

En 1979 llegó “Alien” y todo cambió. A partir de entonces todas las exploitations debían incluir uno o varios xenomorphos para que la gente comprase una entrada para el cine de su barrio.

Fue así hasta que llegó un extraterrestre más familiar y simpático. La cuestión es que a día de hoy ya no es tanta la gente que se acuerda de “E.T.” (1982) como los que tienen muy presente la obra de Ridley Scott y sus cinco secuelas oficiales, los crossovers con “Predator” (1987) e incluso las más bastardas primas italianas o indonesias.

El director de “Alien” y su guionista Dan O`Bannon lo tuvieron bastante claro, se rodearon de importantes creativos, tomaron ideas prestadas de films clásicos y Scott aplicó su gran talento para inundar la pantalla grande con poderosas imágenes.

“Madre” es la inteligencia artificial que coordina la gigantesca nave tansportadora espacial “Nostromo”. Durante el trayecto de regreso a la Tierra tiene que activar el despertador para devolver la conciencia a los siete miembros de la tripulación que viajan en animación suspendida. La razón para hacerlo es que ha captado señales supuestamente inteligentes de un planeta cercano y la programación obliga a investigar cualquier actividad de estas características.







Esto no le hace gracia a los pasajeros que ya esperaban estar cerca de casa en el Sistema Solar  y se encuentran con un trabajo inesperado que deben llevar a cabo porque así figura en sus contratos.

La señal les conduce hacia un inhóspito planeta donde descubren una nave aparentemente abandonada con el cadáver fosilizado de un único tripulante. 







Explorando entran en la bodega donde una extraña criatura se aferra a la escafandra de uno de los visitantes provocándole la inconsciencia.
Al regresar de la expedición el ser experimenta una metamorfoosis convirtiéndose en una criatura muy agresiva y virtualmente indestructible. Los siete pasajeros de la Nostromo están encerrados a miles de millones de kilómetros de casa con una mortífera bestia alienígena.

“Alien” fusila descaradamente la primera media hora de “Planeta Sangriento” (1966) de la factoría Corman . Incluye también elementos de “Terror en el Espacio” (1965), “El Terror del Mas Allá” (1958) y “El Enigma de Otro Mundo” (1951).

Lo que hace especial el film de Ridley Scott es ante todo que lograron concretar los objetivos que se había marcado la productora, crear un film de ciencia ficción serio pero que conectase con el público. Ridley Scott es un maestro en los aspectos técnicos de la dirección, sus películas son exquisitas y grandiosas en el aspecto visual. Consigue sin dificultad que el espectador acompañe a los protagonistas por los pasillos de la Nostromo o a descender a los inhóspitos y nebulosos intestinos de la nave abandonada. Nos ponemos en tensión sabiendo que la muerte acecha a Dallas, Brett o Ripley en cada rincón al doblar la esquina de cualquier pasillo.







Para redondear la labor de diseño contaron con nombres de la talla de Moebius y H.R. Giger siendo este último el creador de la criatura y de los aspectos más orgánicos de los lugares por los que se mueven los personajes consiguiendo que “Nostromo” sea como una entidad con alma propia que se manifiesta a través del ordenador “Madre”. Sin duda el mayor acierto que hace este film especialmente original para distinguirlo de todos sus referentes es el “Alien” en cada uno de sus estadios de desarrollo. Un ser terroríficamente humanoide pero con características similares a un insecto gigante. Amenazador y difícil de matar, cuidadísimo en su concepción hasta el más mínimo detalle como la capacidad de suministrar oxígeno a su huésped inconsciente o la cualidad corrosiva de su sangre. Conceptos que han calado para siempre en la cultura popular. Nadie se resiste después de ver la película a comprar antes o después para guardar en casa algún fetiche relacionado con su imaginería.









Los actores son 7, sin contar el que va debajo del disfraz ni al jodido gato. Bien escogidos, tal vez la mayor sorpresa del elenco fuera Sigourney Weaver en su tercer papel en el cine y el primero como protagonista. No desaprovechó la oportunidad y ofreció un auténtico recital de carisma y liderazgo que la catapultó a la fama hasta nuestros días como sólida actriz de prestigio. Sin ser una sex symbol su strip-tease en la nave de auxilio es uno de los más recordados de la historia del cine. Nunca unas braguitas y una camiseta interior han dado tanto que hablar ni han inspirado tantos y apasionados textos.







Tom Skerrit era un secundario eficaz  de cine y televisión, Verónica Cartwright venía de participar en el excelente remake “La Invasión de los Ultracuerpos” (1978) y poco hay que decir que no se sepa de gente tan consagrada como John Hurt, Yaphet Kotto, Dean Stanton o Ian Holm.

Y si bien este plantel de intérpretes es uno de los pilares básicos del film también nos muestran su mayor debilidad en el guión. Apenas tienen diálogos de interés, solo los justos para definir el carácter y la función de cada personaje. Son demasiado buenos en su trabajo para que se note esta carencia pero si lo piensas detenidamente el más complejo casi viene a ser el androide. ¿No tienen nada que decirse sobre sus vidas en la Tierra? Sus sueños, sus familias, sus recuerdos… Se podría justificar en que prácticamente desde que son despertados por “Madre” están sometidos a un estrés que no les permite relajarse más que unos minutos durante el almuerzo que se ve interrumpido de forma infructuosa. Pero nada que ver con las agudas charlas entre los soldados y científicos aislados en “El Enigma de Otro Mundo” o con la verborrea desatada del trío protagonista de la falsa secuela italiana “Contaminación: Alien Invade la Tierra” (1980).

Otro elemento que tampoco se entiende si no es para justificar algunas escenas de suspense es la  presencia del minino. ¿Para qué demonios hace falta un gato en un carguero espacial de más de un kilómetro de tamaño? ¿Para los ratones? Cuando cace uno en una punta de la nave en la otra punta ya están criando más. A buenas horas me iba yo a jugar la vida exponiéndome a las garras del alien para poner a salvo al felino.

Y no me extraña que Brett y Parker se quejen de su sueldo porque solamente dos operarios de mantenimiento para una máquina tan inmensa… menos mal que se estropea poco.





La banda sonora de Jerry Goldsmith es tan buena que se puede escuchar y disfrutar por separado de la película. Imprescindible para redondear las atmósferas del  film desde el principio con esa lenta introducción en la que se van formando las letras de “Alien” superpuestas a elementos del espacio hasta que la “Nostromo” entra en pantalla y pasamos a su interior.










Y además:

-La criatura. Creación de Giger y Rambaldi. Nunca habíamos visto nada tan aterrador y fascinante a la vez.

-El oficial científico. Nos cae gordo desde el principio y todavía nos puede caer peor hasta que nos proporciona algunos de los mejores momentos de la película.

-Dallas cazando al alien por los conductos del aire. El sistema para localizar al monstruo nos recuerda mucho a una escena similar en “El Enigma de otro Mundo”

-“Tengo el estómago completamente vacío, voy a comer hasta que reviente” Dijo Kane mientras se servía una abundante ración de pasta.

-La inmensa cueva donde están los huevos del xenomorpho

-La tensión entre los tripulantes discutiendo sobre si dejan entrar a Kane en la nave.

-La desesperada lucha de Parker

-La tensión cuando Ripley descubre que no está a salvo en la nave auxiliar

Olvidemos la antigua versión de 104 minutos y disfrutemos con la maravillosa versión remasterizada de 116 min. para disfrutar de una de las obras más fascinantes de la historia del cine en todo su esplendor de imagen y sonido. Unos cuantos peldaños por debajo de “2001” (1968) y de “Solaris” (1972) claro está.





“Alien, el Octavo Pasajero” viene a ser como un relato pulp de ciencia ficción elevado a la categoría de arte. Hay que verla en condiciones que permitan disfrutar de su grandeza.

Notas:

-Hay quienes intuyen en “Alien” un discurso filosófico sobre el encuentro entre la especie humana tal y como la conocemos con una inteligencia superior y mucho más evolucionada carente de emociones y sentimientos tal y como nosotros lo entendemos. Tal vez sin alma. ¿Qué es entonces el alma?


-“Alien” tiene cuatro secuelas oficiales y muchas bastardas. Las auténticas son:

“Aliens, el regreso” (1986) James Cameron. Buen film de acción mainstream.

“Alien 3” (1992) David Fincher. La más polémica, un proyecto con cambios de guionistas y de director en el proceso de pre producción que no parece satisfacer a nadie dando la impresión de estar inconclusa. Oscura y depresiva es una obra interesante  que se entiende mejor en la versión extendida con más de 30 (¡!) minutos extras.

“Alien resurrección” (1997) Jean-Pierre Jeunet. La más infravalorada pero mi secuela favorita. El encuentro entre el “Metal Hurlant” y el cómic de superhéroes da como resultado un film épico e interesante lejos del aspecto sombrío de la predecesora.

“Prometheus” (2012) Ridley Scott. La decepción. Este film llegó a los cines envuelto en un aura que la perjudicó notablemente porque esta precuela sencillamente no está a la altura de “Alien”. Visualmente asombrosa solamente es disfrutable desde el punto de vista psicotrónico porque el guión bordea peligrosamente el ridículo en varias ocasiones.

“Alien: Covenant” (2017) Ridley Scott. Voy a verla mañana, ya les contaré.


-Secuelas falsas:

“Alien 2” (1980) Italia.- Ciro Ippolito. Tomadura de pelo aliviada por el gore.

“Contaminación: Alien Invade la Tierra” (1980) Luigi Cozzi. Simpática exploitation de aventuras con momentos de buen cine.

"Alien Dead" (1980) Fred Olen Ray.- Un meteoro en el pantano y zombies. Bastante mala pero bastante gore.

"Estrella de Cristal" (1986) Lance Lindsay.- Plagio descarado demencialmente mala. Risa asegurada.








Calidad Cinematográfica:  8,5

Gore:  5

Psicotronia:  7







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