sábado, 7 de febrero de 2015

FROZEN. EL REINO DEL HIELO (2013)



“Frozen”

Dir.:  Jennifer Lee, Chris Buck.

EE.UU.- 102 Min.

Dibujos Animados 3D / Disney

Color.- Dolby / Datasat

35 Mm. Digital / 3D

2.24:1 / 2.39:1 (Pantalla grande)

Música:  Christophe Beck





Guión:  Jennifer Lee, Chris Buck, Shane Morris, Dean Wellins…

Producción: Peter Del Vecho, John Lasseter, Aimee Scribner.

Prod. Co.: Walt Disney Animation Studios, Walt Disney Pictures.


Las producciones Disney son éxito seguro mientras se mantienen fieles a sus “principios”. Cuando se salen de la ñoñería y los tópicos habituales han conseguido fracasos históricos como “El Planeta del Tesoro” (2002) o resultados  de discreta solvencia como “Wall-E” (2008). Paradójicamente estos films de triste carrera comercial obtuvieron buen respaldo de la crítica.

“Frozen” si que cabe en los parámetros de identidad de la casa. El mayor pelotazo de la compañía en los últimos años. Realizada con un presupuesto de 150 millones de dólares (que se dice pronto) en menos de un año había recaudado 500 millones solamente en Estados Unidos y más de 1.000 en todo el mundo. Sin contar el merchadising.

Precisamente la razón por la que me decidí a ver esta fantasía congelada fue tratar de entender porque ha causado tanta sensación en los niños, especialmente en las niñas, capaces de descubrir una jarra, un calcetín, unos cromos o cualquier artículo impreso con la cara de las protagonistas a varios kilómetros de distancia y aunque esté escondido entre una montaña de género variado sin relación alguna con la película que las tiene hechizadas.

El argumento es el siguiente:

Elsa y Ana son princesas de Arandelle, una próspera tierra en la costa sur de Noruega de gélidos y nevados inviernos. Elsa tiene las habilidades mágicas (o el poder mutante) de crear frío, hielo, ventiscas…. Una mañana siendo niñas Elsa accidentalmente golpea con su magia a su hermana en la cabeza. Sus padres los reyes incapaces de solucionar el problema la llevan a lo profundo del bosque donde viven lo trolls que la curan con sus facultades sobrenaturales pero les advierten que si el daño causado en Ana hubiera sido en el corazón probablemente no hubieran podido hacer nada por ella.

Pasan los años. Los regentes de la ciudad ya fallecieron y llega la fecha en que la primogénita Elsa va a ser coronada reína al haber alcanzado la mayoría de edad. Ha vivido en reclusión temerosa de causar daño con su poder en un descuido. 

Durante los momentos previos Ana conoce al príncipe Hans que conquista el favor de la chica hasta el punto de que deciden contraer matrimonio.






Pero Elsa se niega a dar la bendición para que se casen pues lo considera precipitado. Las chicas discuten y la joven regente pierde el control liberándose sus poderes de una forma tan espectacular como temible. Asustada huye hacia el bosque dejando Arandelle cubierta por el frío y la nieve de un invierno permanente.

Junto a una montaña construye un palacio de hielo y una proyección subconsciente da vida un muñeco de nieve que le hace compañía, le recuerda su origen y ejerce de conciencia.

Ana llevada por su carácter impulsivo y valiente marcha a buscarla dejando el reino a cargo de su nuevo amigo Hans.

Tras ellas parten unos soldados a la orden de un comerciante interesado en que Elsa nunca vuelva para quedarse con el monopolio de las riquezas de Arandelle.

La hermana pequeña durante el trayecto conoce a Kristoff, un joven rústico y humilde que la acompañará al castillo de Elsa. Alli se desencadena la tragedia cuando los poderes de la reina del hielo dañan el corazón de Ana.

Pues esto es lo que hay: princesas, aventura, sacrificio, amor verdadero, amor falso, reyes generosos y un pueblo que les quiere mucho…




Uno se pregunta ¿no hay otra fórmula para llenar los cines de niños? Hemos visto que si con “Los increíbles” (2004), “Cars” (2006) o “Toy Story” (1995) pero estás son películas que conquistan más a los pequeños espectadores de género masculino. A las niñas hay que darles princesas. ¿?.

Lógicamente a una niña (a no ser que sea Lisa Simpson) no le vas a presentar un escenario de fantasía en una república federal constitucional aunque sea la nación original de los productos Disney. 

Pero sin embargo los protagonistas se comportan como adolescentes de Sitcom Disney Channel aunque pertenezcan a una familia real de Noruega en la Edad Media. Ana reúne todos los elementos característicos que encontraríamos en Hanna Montana o April Lavigne.

Tampoco vamos a buscar lógica en que una adolescente recién coronada reína vaya a vivir sola en un castillo de hielo. Se supone que necesitará alimentarse y conseguir artículos necesarios como compresas.

O que Ana deje el destino del reino en manos de un chico guapo al que ha conocido pocas horas antes. ¿no habían ministros, validos y consejeros en Arandelle?

Tópicos a mansalva. Todo es previsible. El final con el protagonista encarcelado por el usurpador y los salvamentos de última hora los hemos visto infinidad de veces.

Dejando aparte estas puntillosas consideraciones lo cierto es que “Frozen” es un espectáculo impresionante de animación 3D. Vistoso, colorista, ágil, dinámico, divertido, emotivo sin caer demasiado en la sensibilería. Con las canciones justas para no cortar el ritmo narrativo. Verlo en el cine tiene que ser toda una experiencia.




El movimiento y la expresividad de los personajes es asombroso. Ana se lleva la palma, creada para enamorar al espectador sin duda lo consigue.

Con este tipo de películas siempre me parece curioso el intento de conseguir el máximo realismo posible ¿porqué no rodar directamente en imagen real? si se han gastado 150 millones…

Mi secuencia favorita es la del principio con los gigantones cortando los bloques de hielo, un claro guiño al Disney más clásico.




Después destacan la creación del castillo de Elsa, el asalto o el viaje en trineo de Ana y Kristoff.




Los números musicales son todos buenos destacando “For the First Time in Forever” (Por Primera Vez en Años), “Let it Go” (Libre Soy) y el de Olaf “In Summer” (En Verano). Recomiendo la banda sonora en versión latina con Carmen Sarahí y Romina Marroquin, muy superior a la española.




“Frozen” es un espectáculo magnífico y muy disfrutable si bajas el listón crítico sobre contenidos a cuando tenías cinco años. A las niñas las vuelve locas. A las madres también cuando se han visto obligadas a verla diecisiete mil veces.



NOTAS:

Para los que buscan mensajes guarros en las películas Disney

-“Let It Go” puede tener un significado bastante ambiguo. Tal vez por eso se le añade al título de la canción “Sing Along”

-Cuando van juntos en el trineo Kristoff le pregunta a Ana si conoce el número que calza Hans. Ella le responde “El tamaño del pie no importa”. Esto es en la versión doblada al español, no sé si será igual en la original en inglés.









Calidad cinematográfica:  6

Psicotronia:  5

Gore:  0

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