domingo, 28 de diciembre de 2014

NINJA ASSASSIN (2009)



Dir.:  James McTeigue

EE. UU. / Alemania.

Artes marciales / Thriller / Gore.

99 Min.- Color.

35 Mm. Digital

Dolby DTS

Música: IlanEshkeri

FX.: NikkieGrimshaw, Barry Best, James Crowley etc.




Fotografía: Karl Walter Lindenlaub

Guión: Matthew Sand, J. Michael Straczynski, Matthew Sand.

Prod.: Andy Wachowski, Larry Wachowski, Grant Hill, Joel Silver

Prod. Co.: LegendaryPictures, DarkCastleEntertainment, SilverPictures, AnarchosProductions.


Intérpretes: Rain (Raizo), Joon Lee (Joven Raizo), Jonathan Chan-Pensley (YakuzaHenchman), Ill-Young Kim (Yakuza Mohawk), Yuki Iwamoto (Yakuza Couch), Ben Miles (Maslow), Naomie Harris (Mika), SungKang (Hollywood), Linh Dan Pham (Asesina Ninja), FangYu (Jefe Lavandería), Adriana Altaras (Casera), Shô Kosugi (Ozunu), Kylie Goldstein (Joven Kiriko), Sungwoong Yoon (Niño Raizo), Eleonore Weisgerber (Sra. Sabatin), Wladimir Tarasjanz (Aleksei Sabatin), Randall Duk Kim (Maestro tatuador), Anna Sawai (Joven Kiriko), Rick Yune (Takeshi)…



Me cuesta entender que el director de la excelente adaptación de la genial obra de Alan Moore “V de Vendetta” (2005) sea el mismo realizador de “Ninja Assassin”. La única explicación que se me ocurre es que los productores se involucraron a fondo en el guión y en la puesta en escena de la primera mientras que para la segunda confiaron estos menesteres a Matthew sand, un ayudante de dirección aficionado a las artes marciales y el resultado les gustó tan poco que seis semanas antes de empezar el rodaje tuvieron que pedir ayuda a J. Michael Straczynski, otro guionista para tratar de enderezar el proyecto en tan solo 53 horas.

Con el tiempo disponible y el material que tenía entre manos James McTeigue hizo lo que pudo. No creo que esté orgulloso del resultado.

Ozunu es una secta que desde tiempo inmemorial recluta o secuestra niños para entrenarlos en la disciplina ninja. Raizo, disconforme con la tiranía del líder abandona el clan.

En Berlin, la agente Mika está inmersa en la investigación de unos brutales asesinatos. Siguiendo las pistas llega a la conclusión de que detrás hay una poderosa organización en la sombra. Sus compañeros no la creen pero consigue descubrir el rastro de unos pagos producidos en el entorno de quienes se podían haber beneficiado de las muertes.

Consigue entrevistarse con la familia de una de las víctimas que le da una grabación de video que confirma sus sospechas.

Ozunu está al tanto e intentará disuadir por las bravas a la mujer para que cese la investigación pero Raizo que está enfrentado con su antigua familia se pone de parte de la agente.

Ahora los dos están amenazados de muerte.



Este argumento tenía muy buenas posibilidades pero incomprensiblemente los aspectos más interesantes se quedan en un endeble esbozo. Las desapariciones de niños, los contactos de oriente con las mafias y gobiernos de todo el mundo son aspectos que bien desarrollados contribuirían a dar solidez a la película.

Las imágenes en flashback de Raizo en la fortaleza escuela son deslumbrantes en cuestión de imagen pero están a años luz del encanto que destilaban films como “Las 36 cámaras de Shaolin” (1978). Ni siquiera tienen la fuerza dramática de las vivencias del “pequeño saltamontes” en la teleserie “Kung Fu” (1972-75). Todo es frío y no empatizamos con los personajes o sus vivencias.

La huída del protagonista con la chica perseguidos por los malos es un argumento clásico del cine de acción. Lo hemos visto infinidad de veces de forma más original, emocionante o divertida. En “Ninja Assassin” está presente el espíritu de films de los 80 como “Commando” (1985) y es triste que ni siquiera llegue a entusiasmarnos como en la película protagonizada por Schwarzenegger sino que caiga en el tópico desangelado pareciéndose más a cualquier zurullo hediondo de los que emiten “La Sexta” o “Quatro” los domingos por la tarde.

Por cierto, el nombre del personaje que interpretaba Arnie en la peli de Mark L. Lester es John Matrix. 

Difícilmente hay drama cuando por mucha sangre que salpique la pantalla los protagonistas salen adelante por muy feas que se pongan las cosas. El espectador se pasa toda la película esperando que maten al odioso “Maslow” que aguanta hasta el final llegando a tener un protagonismo nauseabundo.

Hablando del final, es bastante penoso que  la peligrosísima sociedad secreta no se entere de que su guarida va a ser asaltada y que después de haber demostrado durante el resto del metraje unas capacidades casi sobrenaturales no puedan hacer frente al ataque con la eficacia que les suponíamos.

A grandes rasgos estos que acabo de describir serían los aspectos fallidos del film.

Lo bueno es que los hermanos Wachowski pusieron toda la carne en el asador respaldando al director y al equipo técnico para que no se reprimieran en el uso de la violencia y el gore aunque la cinta fuese clasificada “R”, restringida para adultos, por la Motion Picture Association of America's Film-rating System.

Así pues en las escenas más extremas, combates y asesinatos tenemos lo mejor de la película con momentos absolutamente impresionantes tanto en el aspecto visual como en el del sonido (el vuelo de los shurikens).



En el prólogo ya se nos deja claro que el espectador timorato es mejor que salga corriendo del cine, apague su reproductor o cambie de canal.

La secuencia del tatuador y el grupo de mafiosos que reciben el sobre con la arena negra es muy impactante.





La imagen que se nos ofrece de los ninjas como criaturas casi mitológicas que se mueven entre las sombras es muy interesante. Silenciosos y mortíferos, una amenaza invisible imposible de enfrentar para sus víctimas.

Es sorprendente lo bien que encaja el surcoreano cantante y bailarín Rain en el personaje de Raizo. Su interpretación es magistral.

También lo es la del Señor Ozunu, el actor Shô Kosugi. Verdaderamente temible y sádico. La lucha final con Raizo es magnífica. Veterano actor de cine de género que se las tiene que ver con Rutger Hauer en “Furia Ciega” (1989) y que debutó como actor en “El Padrino II” (¡!) (1974).

Ibamos adentrándonos en aspectos interesantes con las investigaciones de Mika y la conversación y los sucesos en casa de los Sabatin. Una inquietante amenaza tomaba forma y nos sentíamos incómodos. Lástima que todo quedó en momentos aíslados.



Brillante repertorio de técnicas de cuerpo a cuerpo y variopintas muestras de los arsenales que suele utilizar un ninja para sus actividades de matarife.

La escena de la pelea en los lavabos recuerda a la de “Casino Royale” (2004) cuando Bond obtiene su licencia para matar. Salvaje.

La emboscada en la lavandería, en el apartamento de Mika o el asalto al edificio donde está preso Raizo  y los combates a muerte durante la huída son algunos de los mejores momentos del film. 



En estos pasajes se aprecia el poderío financiero de los hermanos Wachowsky y son por los que vale la pena ver esta película. Coreografías llevadas al límite por las calles de Berlin de noche con decenas de ninjas intentando matar al héroe mientras unos y otros esquivan Mercedes y Wolkswagenes.



“Ninja Assassin” podría haber sido un referente para el cine moderno de artes marciales pero se queda en un festival de violencia sostenido apenas sobre un flojísimo guión. Eso si, un festival de cinco estrellas que colmará las exigencias de cualquier aficionado al género.








Calidad cinematográfica:  7

Psicotronia:  8

Gore:  8

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