sábado, 22 de noviembre de 2014

ZOMBIES PALETOS (1989)




“Redneck Zombies”

Dir.: Pericles Lewnes

Terror / Comedia / Gore

EE.UU.- 84 / 90 Min. (Montaje del director)

Video.- Entrailvisión.- Color.

Música: Adrian Bond

FX: Pericles Lewnes, Edward Bishop, George Scott, Mike Jeffries etc.







Guion: Zoofeet, P. Floyd Piranha, Fester Smellman

Prod.: Pericles Lewnes, Edward Bishop, George Scott, William E. Benson

Prod.: Full Moon Pictures, Trans World Entertainment


Intérpretes: Lisa M DeHaven (Lisa Dubois), Tyrone Taylor (Soldado Robinson), Anthony Burlington Smith (Bob), James H Housely (Wilbur), Martyn J. Wolman (Andy), Boo Teasedale (Sally), Darla Deans (Theresa), Joe Benson (Hoss), Bucky Santini (Ferd Mertz), P. Floyd Piranha (Junior), William Decker (Jethro), Pericles Lewnes (Billy Bob / Elly May), William E Benson (Jed), Allan Hogg (Coronel), Frank Lantz (Autoestopista), Joan Murphy (Knockers), Sandy Bishop (Miz Ashley), Alex Lewnes (Fester), Alice Fay Stanley (Mamá Imelda), E.W. Nesneb (Hombre del tabaco)…

Apenas hay detalles sobre como “Full Moon” se hizo cargo de la producción de “Redneck Zombies” pero dice mucho en favor del prodigioso olfato comercial de Charles Band.

Pericles Lewnes, Bishop y Scott imbuídos por el espíritu de los films de la compañía Troma decidieron un día filmar en video una comedia gore que intentaría combinar el terror de “La noche de los muertos vivientes” (1968) con la mítica serie de televisión de humor cazurro USA “Los tres chiflados”.

Contaron para ello con 10.000 $ y unos amigotes con quienes filmaban los fines de semana.

Las expectativas no podían ser peores pero a veces los sueños se realizan si el soñador pone suficiente empeño.

Troma aceptó distribuír la película y a día de hoy es uno de los títulos señeros en el catálogo de los creadores de “Toxic Avenger”.

No se acaba de entender porque “Full Moon” no se hizo cargo de la distribución después de haber apostado por el proyecto. Tal vez porque la compañía atravesaba un momento convulso entre el cese de actividades de “Empire Pictures” productora con la que había conseguido éxitos como “Re-Animator” (1985) y la creación de la nueva empresa que se iba a especializar en producciones de serie B orientadas al mercado del video. “Zombies Paletos” era perfecta para este nuevo planteamiento.





O tal vez simplemente es que estaba predestinado para que así fuera.

El planteamiento de la trama es absolutamente “tromático”:

Un bidón de peligrosos residuos tóxicos del que ningún departamento del ejército se quiere hacer cargo es trasladado de un lugar a otro por un vehículo militar. Por una carretera rural de Maryland el todoterreno coge mal una curva cuando su conductor le ofrece al perro una calada de porro y el contenedor sale despedido rodando hasta lo profundo del bosque.

Con el recipiente se tropieza el orondo Ferd que a punta de escopeta ahuyenta al soldado Robinson y se lo queda en propiedad.

Pero Ferd a su vez tiene que renunciar a su hallazgo ya que días atrás echó a perder un alambique de la familia Clemson y estos le obligan a entregarles el bidón  para elaborar esa misma noche una partida de Whiskey casero con que abastecer al vecindario, consumidores de aguardiente barato.





Jed Clemson y sus chicos son torpes y mezclan accidentalmente el contenido tóxico del recipiente con el agua para la destilación del producto.

Billy Bob con su pick up se encargará de hacer el reparto por el pueblo. Su padre y sus hermanos se quedan en el bosque y deciden probar la mezcla.

Simultaneamente Wilbur y sus amigos acampan junto al lago a pocos metros de donde está la familia Clemson fabricando la pócima.

El brebaje tiene sobre la familia de lugareños un efecto inesperado como pronto comprobarán los acampados.





Es complicado combinar el humor con el terror, sobre todo en un film de zombies, porque el resultado acostumbra a ser un zurullo que no asusta y mucho menos hace gracia.

Pero en “Redneck Zombies” básicamente el problema está en el presupuesto que da al conjunto un aspecto de serie z casposo y chapucero, con actores no profesionales y un guión que juega con el absurdo al estilo de “El ataque de los tomates asesinos” (1978) para construir una comedia de humor corrosivo que homenajea a los grandes clásicos como “La matanza de Texas” (1974) pero que al mismo tiempo es en si misma una película de horror poderoso.

Porque Pericles Lewnes suple las limitaciones con talento y sobre todo con toneladas de atrevimiento. Su buen hacer con los FX llevaron a que Troma le fichase para posteriores proyectos.

Lewnes interpreta al mejor personaje de la película, el redneck mariquita Elly May. En este contexto palurdo hay numerosas referencias al antisemitismo o al racismo como descubre el soldado Robinson que lleva sintonizada en la radio una emisora evangélica que incita a matar negros.

El retrato de la américa profunda es despiadado, vicioso, analfabeto, sucio, perverso y con la herrumbre presente por todas partes, en las casas, en los vehículos, en el alambique echado a perder…

Los chicos de ciudad que vienen de acampada tampoco se libran de la corrosiva óptica de los guionistas, son estúpidos, fanfarrones, maleducados, se drogan, mean en el lago…





Supongo que es una especie de metáfora que contra los zombies paletos la única herramienta eficaz es el desodorante.

Las referencias a la cultura del cine de género están presentes desde que se nos muestra el hospital un viernes trece. Dentro un paciente está leyendo la revista “Fangoria” que en la portada anuncia un reportaje sobre “The Texas chainsaw massacre 2” (1986).

El “Hombre del tabaco” tiene una apariencia similar a “The Elephant man” (1980) aunque en este caso es un personaje siniestro muy interesante.

Absolutamente genial la parodia del “Hitchhiker”, el autoestopista que hacía fotos con su Polaroid a quienes le recogían en “La matanza de Texas”. El diálogo que mantiene con Elly May es memorable.




Obviamente la transformación que causan los residuos radioactivos en quienes se exponen a ellos nos recuerdan a “The Toxic avenger” (1984). No por casualidad.

Si hemos disfrutado con la comicidad de la primera media hora del film es momento de pasar a cosas más serias.

Una serie de efectos de psicodélica distorsión de imagen nos muestran simultáneamente el cebollazo que se cogen los campistas con el canuto de seis papeles y la devastadora transformación de Jed, Jethro y Junior.

Por la mañana Jethro es un zombie gigante y agresivo que brama de forma terrorífica.

Los asesinatos son brutales y sin concesiones. Culminan con una escena memorable en casa de los Clemson con Ma, Pa, Elly May y Lisa. Momentos angustiosos de puro terror y gore.




Lisa, después de Elly May, es el personaje protagonista. Que nadie se deje engañar por el cartel promocional de la cinta. Es rubia, tiene curvas pero no es muy sexy que digamos.

Otros grandes momentos:

-Bob en pleno viaje lisérgico haciendo una autopsia a un zombie.



-Las visitas de Elly May repartiendo el whiskey puerta a puerta. Nos muestra un vecindario realmente curioso. Costumbrismo redneck.




-La charla del “hombre del tabaco” a los hermanos Clemson.




-El encuentro de los chicos de ciudad con el cadáver de Teresa creyendo que la ha matado un oso.




-La muerte del soldado Robinson.

-Cuando Elly May dice que se va a pescar y su hermano le pregunta: “¿tienes lombrices?”. Magistral chiste.

La banda sonora es jodidamente buena con temas country y psychobilly muy interesantes. Una joya para coleccionistas.

“Redneck Zombies” es una comedia gore de serie z que no defraudará a los aficionados al cine gamberro de la Troma o al público fiel a cualquier otro subgénero absurdo.








Calidad cinematográfica:  5

Psicotronia:  8

Gore:  8

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