domingo, 16 de octubre de 2016

THE ASTRO - ZOMBIES (1968)



Dir.: Ted V. Mikels

USA.- 91 min.- Eastmancolor

Terror / Ciencia Ficcion / Psicotronia / Trash

Imagen: 1.85 : 1.- 35 mm.

Sonido: Monoaural

Música: Nicholas Carras (Nico Karaski)

F.X.: Gary R. Heacock

Guión: Ted V.Mikels; Wayne Rogers

Fotografía: Robert Maxwell



Producción: Ted V. Mikels, Wayne Rogers, Kenny Altose

Prod. Co.: Ram Ltd.

Presupuesto: 37.000 $

Frase Promocional: “See astro space laboratory; see brutal mutants menace beautiful girls; see crazed corpse stealers; see berserk human transplants” ; “Ghastly Terror; human transplants go berserk!; beautiful girls mutilated!; grotesque terror!; so shoking you will die a thousand deaths!” ; “Dismember bodies transplanted organs are used to créate the… Astro-Zombies”

Calificación Moral USA: GP (Menores acompañados)


Intérpretes: John Carradine (Dr DeMarco), Tom Pace (Eric Porter), Tura Satana (Satana), Joan Patrick (Janine Norwalk), Joseph Hoover (Chuck Edwards), William Bagdad (Franchot), Wendell Corey (Holman), Victor Izay (Dr Petrovich), Rafael Campos (Juan), Rod Wilmoth (Astro-Zombie), Vincent Barbi (Tiros); Wally Moon (Detective Mike Webber); John Hopkins (Detective Thompson); Egon Sirany (Sergio Demozhenin); Lynette Lantz (Ginger); Vic Lance (Chófer); Janis Saul (Lynn); Jean Pirie (Mujer víctima en garaje); Barbara Richards (Chica prisionera en laboratorio)


El entrañable gañán Ted V. Mikels llegó al cine como podría haber llegado a dirigir una compra-venta de autocaravanas o una casa rural de huéspedes. Pero su vocación fue el mundo del espectáculo y especialmente hacer películas. Emprendedor y autodidacta estudió ocho años de cinematografía para poder ponerse detrás de las cámaras sin que el resultado final fuese demasiado desastroso. 


Buscavidas al margen de la industria sin duda sus habilidades como feriante de instituto, charlatán, mago y ventrílocuo le permitían camelarse a la gente para que invirtiera en sus proyectos como hizo con Wayne Rogers y su esposa Kenny para la financiación de “The Astro-Zombies”. 

Recuperar la inversión y pagar a sus colaboradores se convirtió en un incentivo extra para esforzarse en cuidar el resultado final del producto. 



Algunos críticos opinan que este film puede dañar los ojos del espectador pero casi medio siglo después de su estreno algunos apreciamos su imaginación, su esfuerzo y le seguimos teniendo cariño.


El Doctor De Marco ha conseguido una forma de controlar mediante ondas de radio el cerebro humano y otros órganos. Despedido del Instituto de Investigaciones Aeroespaciales la CIA le sigue la pista porque sospechan que unos asesinatos que se están produciendo por la zona podrían estar relacionados con su trabajo. Pero una banda de gangsters quieren hacerse con los secretos de los experimentos del científico para venderlos a potencias extranjeras dispuestas a pagar bien por la información.

Una melodía surf-lounge que suena mientras vemos a una jamona conduciendo un Mustang descapotable es una forma de empezar una película que engancha a cualquiera. Además la fotografía no rehúye detalles ni primeros planos. Un buen comienzo.

Pero con los créditos volvemos a la realidad. Robots y tanques de juguete se enfrentan en una batalla que adquiere tintes dramáticos con la tensión añadida por la correspondiente orquestación de la banda sonora. ¡Estamos en territorio “trash”!. ¿Qué pretendía representar Mikels con esta escena? Y yo qué se. Probablemente nada. Se le ocurrió y ya está.






En  un despacho de la CIA se nos va explicando el argumento. El jefazo Holman ha quedado con el guapete Doctor Eric Porter (que también es agente secreto), con el también agente Chuck Edwards y con el Dr. Petrovich al que hacen esperar cada vez que se reúnen. En una quesera tienen un cerebro de plástico que reacciona a las ondas de radio. Es el descubrimiento del Profesor De Marco que por su cuenta puede estar fabricando zombies asesinos.
Uno se pregunta si estos cuatro hombres al terminar de rodar la escena sentían vergüenza o se descojonaban de lo que acababan de hacer. Me inclino por lo segundo porque parece ser que el ambiente en los rodajes de este peculiar director era más bien distendido.









Mis momentos favoritos de la película son los que transcurren en clubs nocturnos. Primero conocemos a Satana y sus socios Juan y Tiros que quieren comprar los secretos de De Marco a un agente doble. Tura Satana parece disfrutar con su personaje actuando con mucha actitud y naturalidad.







El  laboratorio del Doctor interpretado por John Carradine y su ayudante Franchot lo hemos visto en cientos de filmes deudores de “Frankenstein” (1931) aunque pocas veces tan casposo.
Hay que reconocer que Mikels se esfuerza en dar muestras de estar al tanto de los progresos de la ciencia para no redundar en los tópicos y clichés de siempre. Nos da explicaciones sobre órganos artificiales y transplantes. Seguro que Cronenberg en su infancia devoraba films como este.
Sorprende el manejo de conceptos tales como la extracción de memoria en un pequeño dispositivo que introduce en un programador que tendrá que reiniciar. Expresiones que actualmente en la era digital resultan cotidianas pero que en 1968 parecen visionarias. Suena interesante en palabras pero en imágenes vemos a Carradine aflojando y apretando un tornillo y depositando un cacharrito en un cajón de hojalata como si hiciera algo importante.
El atrezzo del laboratorio está elaborado con despiece de aparatos electrónicos y chatarra. El refrigerador para los cuerpos se parece sospechosamente a una vitrina expositora de comercio alimentario para congelados. Lo que es bueno para pizzas, sepias y bolsas de menestra de verduras puede también ser bueno para un astro-zombie.







En  otro centro de investigación más diáfano el doctor Petrovich monta un muñeco de plástico de “Anatomía Humana”. Allí Eric Porter recoge a Janine y se van a un garito donde han quedado con Chuck Edwards.

Otro gran momento del film es la exótica danza que nos ofrece una chica con el físico decorado con maquillaje corporal mientras Edwards hace el capullo con juegos de mondadientes, cerillas y vasos de whiskey.








En este tramo del film se suceden los acontecimientos de forma ágil pero confusa. Dos agentes de la CIA vigilan por el parking subterraneo con unos utensilios de espionaje que son cualquier cosa menos discretos. 







Juan y Tiros también merodean por el lugar. Es desconcertante y surrealista ver como unos y otros acceden del club al apartamento de Satana y al exterior de la zona de bungalows a través de una cortina o de una puerta que tiene un cartelito que pone “EXIT”. No podemos concretar la situación de cada lugar. Y en el exterior en un momento es de noche, al siguiente hay claridad y a continuación vuelve a oscurecer y escucharse el canto de los grillos. Esta circunstancia se repite en otros momentos de la película. Tiene gracia que Mikels asesorase precisamente en cuestiones de iluminación a Bob Clark en “Children Shouldn't Play with Dead Things” (1972), película de la que también fue co-productor.

Nuevamente Satana se hace con el protagonismo y por momentos eleva el voltaje del film con su gélida mala hostia deleitándose con su rol de mujer fatal. Tura Satana y Ted V. Mikels durante los años mantuvieron una fuerte amistad que perdura hasta el presente y parece de dominio público que el director estaba locamente enamorado de ella.

Porter y Edwards deciden utilizar a Janine como cebo para capturar al Astro-Zombie. Ella se queda sola en ellaboratorio de Petrovich mientras ellos vigilan en el coche a que ella les haga una señal desde la ventana. Un plan sin lógica alguna porque si el asesino llega hasta ella cuando los dos agentes recorran la distancia hasta donde está la chica por mucha prisa que se den la encontrarían muerta y remuerta. Pero al fin y al cabo se trataba de conseguir una secuencia de suspense bien resuelta.








El  Astro-Zobie o Astroman es un elemento curioso. Se trata de un tipo enorme interpretado por el actor Rod Wilmoth vestido con traje de sport con la cabeza cubierta por una especie de casco con forma de calavera. Verlo con el machete en la mano en las escenas finales (lo mejor de la película) nos hace pensar en un antepasado directo de Jason Voorhees.
Quien no entienda el significado de la palabra "psicotronia" aplicada al cine de género debe echar una ojeada a las escenas en las que el Astroman camina tambaleante aplicando el foco de la linterna sobre su frente.







La  película concluye de la forma acostumbrada en los films con monstruo y mad-doctor. Satisfactoriamente, dentro de lo que cabe teniendo en cuenta el cutrerío general visto hasta llegar a este punto.

“The Astro-Zombies” es un título clásico del cine basura. Un tebeo divertido con la desfachatez y el sello personal de su carismático director, un hombre que siempre se ha tomado muy en serio su trabajo.


Notas:

- De los 37.000 dólares del presupuesto del film John Carradine se embolsó 3.000.

- Los coches de Policía que se ven maniobrando en un camino campestre son auténticos vehículos oficiales que se presentaron en el rodaje. Mikels decidió aprovechar las tomas en el montaje final.

- Vincent Barbi (Tiros) es otro secundario que tiene un físico ideal para el thriller “pulp”, grandullón y con nariz de boniato es perfecto para papeles de gangster. En “The Astro-Zombies” forma un trío altamente psicotrónico junto a Rafael Campos y Tura Satana. Mikels contó con el también para “The Corpse Grinders” (1971) y “Blood Orgy of the She-Devils” (1973). En su dilatada filmografía trabajó en títulos como: “Totò all'inferno” (1955), “Paga o muere” (1960), “Infrasexum” (1969), “Cinturon negro” (1974), “Capone” (1975), “Dolemite” (1975), “El asesinato de un corredor de apuestas chino” (1976), “Toro salvaje” (1980) o “El día después del juicio final” (1982)








- El dominicano Rafael Campos (Juan) interpreta a un personaje muy peculiar en “The Astro-Zombies” un villano elegante al estilo chuloputas propenso a la violencia y de gesto teatral. En los Estados Unidos su físico característico y sus dotes interpretativas le facilitaron la entrada en Holliywood. Nunca le faltó trabajo en la TV y en cine le podemos ver en “Semilla de Maldad” (1955), “La Furia de los Justos” (1955), “Fulgor en la Espesura” (1958), “Sierra prohibida” (1966), “Girl in Gold Boots” (1968) con Mikels, “Outlaw Riders” (1971), “The Doll Squad” (1973) otra vez con Mikels, “Juego sucio en Las Vegas” (1985) o “El Retorno del Jinete Pálido” (1986)

- Wendell Corey (Holman) sólo pudo interpretar una película más antes de fallecer en 1968 a los 54 años: “The Star Maker” (1968). Antes fue secundario en populares series de TV y aparece en filmes tales como “Voces de Muerte” (1948), “La Ventana Indiscreta” (1954) o “La Muñeca de Trapo” (1966)

- Joan Patrick (Janine) aparece en la resultona serie B “The Angry Red Planet” (1959)
Tom Pace (Eric Porter) fue requerido también por Mikels en “Girl in Gold Boots” (1968) y “Blood Orgy of the She-Devils” (1973)

- El peculiar William Bagdad (Franchot) trabaja con Mikels en “Girl in Gold Boots” (1968), “Blood Orgy of the She-Devils” (1973) y “The Doll Squad” (1973). Otros films de interés: “She Freak” (1967), “Head” (1968) o “Justine” (1969).









- Victor Izay (Dr. Petrovich) aparte de sus trabajos en TV tiene un curriculum notable: “Duelo en la Alta Sierra” (1962), “Dr. Sex” (1964) con Mikels, “Girl in Gold Boots”, “Acapulco Uncensored” (1968), “A Sweet Sickness” (1968), La Balada de Cable Hogue (1970), “El Seductor” (1971), “The Single Girls” (1974), “The Trial of Billy Jack” (1974), “Billy Jack Goes to Washington” (1977), “Melodía Sangrienta” (1982), Female Mercenaries (1983), “Arma Joven” (1988), Cerdos salvajes, con un par... de ruedas (2007).

- El “Astroman” Rod Wilmoth tuvo una breve carrera como actor: “Girl in Gold Boots” (1968), “Angels from Hell” (1968), “Hot Spur” (1968), “The Hanging of Jake Ellis” (1969) y “Campo de concentración N.º 7” (1969)

- En la actualidad Ted V. Mikels está hiperactivo. Siempre lo ha estado pero el reconocimiento de sus fans parecen haber insuflado una nueva vitalidad en el octogenario cineasta que le ha llevado a reunirse con Tura Satana y Liz Renay para realizar una continuación de “The Astro-Zombies” titulada “Mark of the Astro-Zombies” (2004). Posteriormente ha presentado otras dos secuelas: “Astro Zombies: M3 – Cloned” (2010) y “Astro Zombies: M4 - Invaders from Cyberspace” (2012)


Lamentablemente hoy 17 de octubre de 2016 nos llega la terrible noticia del fallecimiento a los 87 años de Ted V. Mikels. Sirva esta reseña de homenaje con todo nuestro cariño. El se marchó pero ha dejado un notable legado de films y un montón de amigos y familiares que le querían y le van a echar de menos.








Calidad Cinematográfica: 5,5

Psicotronia: 9

Gore: 5



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