martes, 8 de septiembre de 2015

SUSPENSE (1961)



“The Innocents”

Dir.: Jack Clayton

EE. UU. / Reino Unido

Terror / Fantasmas

95 / 100 Minutos.- Blanco y Negro.

2.35 : 1.- 35 mm.- Cinemascope

Sonido: Monoaural

Música: Georges Auric

Fotografía: Freddie Francis



Guión: Novela de Henry James; John Mortimer; William Archibald; Truman Capote.

Maquillaje: Harold Fletcher

Producción: Jack Clayton; Albert Fennell

Prod. Co.: Achilles; Twentieth Century Fox Film Corporation.


Intérpretes: Deborah Kerr (Miss Giddens); Peter Wyngarde (Peter Quint); Megs Jenkins (Mrs. Grose); Michael Redgrave (The Uncle); Martin Stephens (Miles); Pamela Franklin (Flora); Clytie Jessop (Miss Jessel); Isla Cameron (Anna); Eric Woodburn (Cochero)


Hace poco en el comentario de “Al Morir la Noche” (1945) hacíamos referencia a lo influyente que habría resultado este film en proyectos posteriores. Así que cabe pensar que no es casual que nos encontremos seis años después en “Suspense” con Michael Redgrave en un papel breve pero fundamental, a Georges Auric como responsable de la música y el blanco y negro para la fotografía. En 1945 ya hacía tiempo que el cine era en color. Por ejemplo, “Lo que el Viento se Llevó” es de 1939.  

“The Innocents” se estrenó en España en 1963. Supongo que algún responsable de la censura recomendó que se distribuyera en nuestros cines con un título menos “sospechoso” para la moral ultracatólica de la época. Porque lo cierto es que quien no estuviera familiarizado con el relato original de Henry James “Otra Vuelta de Tuerca” podría no ver en la película algo más que una bella y escalofriante historia de fantasmas. En Italia también se rebautizó como “Suspense”. Tal vez solo fue una cuestión puramente comercial y vemos ectoplasmas donde no los hay.





La señorita Giddens es hija de un pastor anglicano que ama a los niños ante todo. Esas son las credenciales que le presenta al tío de Miles (Michel en la versión española) y Flora para intentar acceder al puesto vacante de institutriz. El hombre quiere desentenderse de sus sobrinos y que no sean obstáculo para su vida licenciosa de solterón adinerado.

Contratada emprende viaje hacia la finca campestre donde residen los niños. Las posesiones del tío son impresionantes, una residencia con una extensión cuyos límites no se pueden abarcar con la vista, con un lago navegable, todo ello entorno a una mansión inmensa y señorial.

La recibe Mrs. Grose, ama de llaves, que la pone al corriente de todo lo relacionado con la casa y sus habitantes. Pronto conoce a la niña Flora. Miles llegará pronto expulsado del colegio.

La nueva institutriz intuye que hay cosas que no le han contado. Cree sentir presencias en la casa y alrededores y un comportamiento extraño en la niña. La llegada de Miles hará que se acentúe esa sensación de distante complicidad y secretismo que tienen los hermanos. Sonsacando a Mrs. Grose descubre que la anterior y fallecida institutriz mantenía una relación amorosa con el cochero también fallecido, con unos comportamientos que no pasaban desapercibidos a los niños.

Miss Giddens empieza a sospechar que la esencia de los amantes impregna el lugar y se manifiesta a través de los pequeños. Decide actuar bajo esta premisa: “Mi padre me enseñó a amar al prójimo y ayudarle incluso si rechaza mi ayuda, incluso si me obliga a causarle daño, esa es la única razón por la que estoy aquí, para ayudarte”






Cuando se habla del cine como arte se hace en referencia a películas como “Suspense”. Pero esta no es una obra accesible para todos los públicos. Es espesa, de ritmo pausado, con diálogos precisos a los que hay que prestar atención. El guión de John Mortimer, William Archibald y Truman Capote es perfecto adaptando la novela de forma magistral. A la tuerca se le pueden dar muchas vueltas.

La puesta en escena y la fotografía de Freddie Francis en este film son objeto de estudio para cineastas de todas las épocas por su grandeza, por la forma de dotar de vida propia a todos los elementos que aparecen en la imagen tanto animados como inanimados, por como construyen un universo asfixiante en cada rincón de la casa o del jardín donde nada aparece en el encuadre por casualidad. Por la extensión y profundidad casi en relieve de los planos.






La elección de los actores no podía ser mejor. Los niños son hermosos pero de una forma poco infantil, con rasgos de persona adulta. Deborah Kerr apenas necesita hablar o moverse para transmitir emotividad, inquietudes o sensaciones. Mrs. Grose es una espectadora de los acontecimientos que intenta hacer lo mejor posible por el bien de los niños aunque tenga que callar asuntos inconfesables para preservar el buen nombre de la familia. Clayton escogió a Redgrave para el papel del tío desoyendo la petición de Cary Grant que lo quería para él. Por supuesto que el gran Archibald hubiera hecho un trabajo impecable pero el director tenía claro quien era el actor que iba a aportar al personaje los matices precisos de sofisticada y mórbida ambigüedad requeridos.






El film empieza con una cancioncilla sombría y mortecina sobre fondo negro antes de los créditos. Es un tema de añoranza por un amor perdido que se reitera en varios momentos del film. Después aparecen las manos y el rostro de Miss Giddens como en éxtasis recitando una especie de plegaria: “Yo solo pretendo salvar a los niños, no destruirlos, los quiero más que a nada en el mundo, necesitan protección, necesitan amor, alguien que les pertenezca, alguien a quien pertenecer”






Pasamos a la entrevista. Miss Giddens se sorprende del desafecto del tío para con sus sobrinos y acepta lo que va a ser su primer trabajo como institutriz.

Su seguridad se va evaporando a medida que se da cuenta de que los niños no se comportan con la inocencia y la pureza que ella esperaba.





En sus conversaciones con el ama de llaves va descubriendo detalles perturbadores. Su estado de ánimo se altera y se siente desbordada cuando empiezan las apariciones.





Sus férreos códigos morales se estrellan con la obscena sexualidad que parece emanar de las presencias fantasmales y que se reflejan en la conducta de Miles y Flora.

La película funciona a la perfección como relato de terror con espectros. Cuando los vemos nos producen escalofríos y cuando se hacen notar a través de los niños producen una inquietud que nos mantiene en permanente tensión.







Hay varias escenas que presagian o transmiten malignidad como la de la araña que se come a la mariposa, la disposición estratégica de las estatuas, el escarabajo que sale de la boca de una de ellas, la paloma muerta, el dulce gelatinoso con que Miles provoca a la institutriz…



Las expresiones de Deborah Kerr cuando escucha los relatos sobre la sumisión de su desaparecida predecesora a los brutales caprichos sexuales de su compañero de juergas son sutiles pero llenas de significado.

La escena del sueño resume magistralmente el hervidero que hay en el subconsciente de la mujer.






Debo decir que he tenido que ver cuatro veces esta película para darme cuenta de su complejidad y entender sus varios significados. En la actualidad es fácil buscar explicaciones en Internet pero yo recomiendo verla todas las veces que haga falta y disfrutar descubriendo cosas nuevas en cada revisión. De todas formas quien quiera anticipar cosas puede sacar deducciones al final, en el apartado “Notas” donde cito algunas películas influenciadas por “Suspense” y algún remake.
Solamente dejaré caer que si piensas mal acertarás.






“Suspense” es una de esas películas únicas muchas veces imitada pero nunca igualada. Hay que verla en condiciones adecuadas de oscuridad, sonido y tamaño de imagen para deleitarse con toda su magnificencia.



Notas:

- El niño Martin Stephens ya nos había jodido el día en “El Pueblo de los malditos” (1960)

- La niña Pamela Franklin años después se metió en otra casa encantada en la excelente “La Leyenda de la Mansión del Infierno” (1973)

- “Suspense” como la obra maestra que es ha influenciado a muchos autores. Podemos apreciar su legado en:

 “Los Ultimos Juegos Prohibidos” (1971). Precuela con Marlon Brando en el papel de Quint.

“El Exorcista” (1973). Aunque no vemos a Flora poseída se nos describe una situación en su cuarto similar a la de Regan en el clásico de Friedkin.

 “El Otro” (1972). Niños en un ambiente enrarecido donde lo sobrenatural se confunde con lo real. Interesante film.

“Otra Vuelta de Tuerca” (1985) Eloy de la Iglesia se atreve con una adaptación muy particular de la obra de Henry James. No la he visto pero tengo buenas referencias.

“Una Vuelta de Tuerca” (1992). Patsy Kensit, Stéphane Audran, Julian Sands, Marianne Faithfull … Curioso y potente reparto, estoy ansioso por verla

“El Sexto Sentido” (1999) Un poco por los pelos pero tenemos un niño que ve fantasmas y un final que nos saca bruscamente de la ilusión en la que nos habían estado envolviendo durante todo el metraje. Con un Bruce Willis que parece el "hombre de los caramelos"

“El Celo” (1999). Remake del mallorquín Antoni Aloy con Harvey Keitel, Lauren Bacall, Jude Law… Tres millones de dólares con participación de Enrique Cerezo, Canal + y Televisión Española. En el 2002 había recuperado doscientos mil euros. Dos millones y medio a la basura ¿Cómo se come eso?

“Los Otros” (2001). Un excelente film con momentos memorables pero hubiera sido más decente admitir desde el primer momento que se trata de un remake de “Suspense” porque si no podemos pensar que la Academia otorgó el Goya a la mejor película a un lujoso plagio.

“El Orfanato” (2007). Mas niños fantasmas, caserón y señora que se enfrenta a los sobrenatural. Otro buen film pero que en muchos momentos nos deja sensación de “deja vu”. Algunas malas lenguas dicen que se parece demasiado a “El Internado” (2004) de Pascal laugier.

- “Suspense” se distribuyó en Hispanoamérica con el discreto y nada sensacionalista título de “Posesión Satánica”
































Calidad Cinematográfica:  9

Psicotronia:  4

Gore:  0

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