domingo, 30 de marzo de 2014

A SERBIAN FILM .- SRDJAN SPASOJEVIC .- 2010




Srpski film. Serbia. Thriller / Horror


110 / 104 / 100 / 95 / minutos.


Color. 35 Mm. digital


Dolby digital. Música: Sky Wikluh



FX: Miroslav Lakobrija








Intérpretes: Srdjan Todorovic (Milos), Sergej Trifunovic (Vukmir), Jelena Gabrilovic (Marija), Slobodan Bestic (Marko), Katarina Zutic (Lejla), Ana Sakic (Jecina Majka), Lena Bogdanovic (Doktorka), Miodrag Krcmaric (Rasa), Luka Mijatovic (Stefan)…


“A serbian film” es una de las películas más polémicas de los últimos años.

Angel sala, director del Festival de Sitges se vio imputado por un juzgado de Vilanova y La Geltru, que no tendría en nada mejor que desperdiciar el dinero público, por un delito de exhibición de pornografía infantil admitiendo así la denuncia de una Asociación de Defensa del Menor (una de tantas asociaciones que hay que dicen proteger los derechos de los menores aunque no hay tantas asociaciones como niños desaparecidos sin rastro en España).
  
Sala presentó en su defensa imágenes del rodaje donde se demuestra que todo es ficción y se utilizaron maniquíes para las escenas más comprometidas. Una deducción a la que podría haber llegado cualquier persona con un coeficiente intelectual superior al de un hurón. Ah, por cierto señores de la Asociación, creo que en el programa Supernanny los niños que salen desnudos en escenas de baño no son maniquíes.

Asi que no es para tanto el asunto.

Indudablemente no se trata de una película apta para menores ni para personas impresionables.

El escándalo se produce cuando historias que están relegadas al mundo del cine (actualmente video) pornográfico, al gore o a cinematografías lejanas como India o Japon se cuelan en el mainstream occidental y se presentan en festivales.

 Hay mucha hipocresía en esta controversia. Hay muchas cosas ahí fuera que no nos gustan pero mientras no se hable de ellas ni nos recuerden que existen vivimos con la conciencia tranquila.

Milos va camino de los 40. Tiene una bella esposa de profesión traductora y un niño de unos seis años. Un Saab 96 V4 de 1976 y viven en una casita poco ostentosa con jardín. No pasan hambre pero andan muy justos de dinero.

No trabaja, es una ex estrella del porno, un semental que disfruta junto a su familia de un plácido retiro no exento de melancolía por el pasado.
También tiene un hermano, Marko, un policía grande y fuerte como el futbolista Zlatan Ibrahimovic. Marko no es feliz, en secreto desearía vivir la vida de su hermano. Es una obsesión enfermiza.





Milos sabe que debe aportar algo más que su presencia a la economía familiar y un día se reúne con Lejla, una amiga y colega de profesión que sigue vinculada al negocio del porno. Entre copa y copa Milos acepta la sugerencia de acudir a una cita con Vukmir, personaje que podría estar interesado en contratarle para protagonizar un film artístico para adultos. 







En la cita posterior Vukmir le pone delante un contrato mareante para animarle a volver a rodar. Milos siente que hay algo oscuro y no acepta pero su mujer Marija ve en ese dinero la solución a todos los problemas de casa y termina por convencerlo para que acepte firmar.

Milos empieza a cuidarse y a ponerse en forma pero en la primera jornada de trabajo que tiene lugar en un orfanato se da cuenta de que con prepararse físicamente no va a ser suficiente para afrontar la pesadilla en la que está a punto de meterse donde nada es lo que parece. Vukmir ha trabajado para el gobierno y sus películas no son para el público habitual consumidor de pornografía.




Cuando Milos quiere romper el contrato ya es demasiado tarde, ya no controla sus actos ni sus pensamientos. Violaciones, sadomasoquismo, violencia con niños y asesinatos es lo que le espera en adelante.





Y no es nada que no se haya tratado en otras películas, el problema es que “A serbian film” es jodidamente buena y por eso produce más impacto. No es un film perfecto pero está poderosamente realizada, con magníficos actores físicamente muy guapos de apariencia inequívocamente europea.

Estamos ante un thriller que se va acelerando poco a poco y que deja imágenes y escenas memorables. Es patente la influencia de clásicos modernos de la psicotronia como “Lost higway” (1997), “Videodrome” (1983) y del gore como “Nekromantik” (1987) que se puede apreciar sobre todo en la paranoia que vive el protagonista entre alucinación y realidad que le lleva a una ruína física y mental. Tambien apreciamos esa influencia en la trama que relaciona el snuff con una filosofía o ideología política. “A serbian movie” tal vez no está a la altura de los referentes mencionados pero es superior a tonterías como “Memento” (2000) o “El maquinista” (2004).

Buttgereit, cuando las autoridades prohibieron y confiscaron las copias de “Nekromantik 2” (1991) acusando a su director de apología de la violencia, se defendió alegando que su film era una metáfora sobre las consecuencias de la II Guerra Mundial para Alemania. Finalmente en 1993 un juzgado le eximió de los cargos calificando la película como arte o expresión artística.

Seguro que en este aspecto el director de “A serbian film” tendría mucho que decir acerca de las secuelas de la guerra y la alienación nacionalista sobre el pueblo serbio presentes en la historia de esta película.

¿Qué falla en este film?

-      Llega un momento en que se vuelve un poco previsible aunque el final guarda alguna sorpresa importante.

-     La trama está un poco atrapada en si misma y se sugieren ideas interesantes que no se acaban de desarrollar. Como por ejemplo ¿dónde va el dinero que produce la industria del porno? O lo más inquietante: 

¿Hay conexiones entre las mafias de la prostitución y los rodajes ilegales de sexo forzado con menores (o algo peor) con la financiación de grupos influyentes en la política?

“A serbian film” es una buena película con un alto nivel de provocación que puede herir gravemente la sensibilidad del espectador no preparado.

Ya lo sabes, nadie te obliga a verla, si lo haces es porque quieres, no te quejes, seguro que también ves otras cosas y si hay oferta es porque hay demanda y tu eres parte de esa demanda.



Notas:
-        Al parecer hay hasta cuatro ediciones de esta película con diferente duración. Yo he visto la de 100 minutos y no me parece que le falte o le sobre metraje.

-          El actor que interpreta al pequeño Stefan se llama Luka Mijatovic, igual que el hijo mayor del futbolista montenegrino Predrag MIjatovic conocido por haber jugado en Partizan, Valencia C.F., Real Madrid, Fiorentina y Levante U.D. No se si es casualidad, homenaje o parentesco con el jugador pero me sirve para introducir una curiosa historia dentro del drama que fue la guerra de los Balcanes. De como Pedja tuvo que atravesar Europa en coche con su niño y trataba de distraerle del terrible ambiente como hiciera Roberto Begnini en su película “La vida es bella” (1997):

     Fuente: El Tiempo.com

Pedja Mijatovic intentó imitar como pudo durante varias horas el papel de Roberto Benigni en La vida es bella, galardonada con tres Oscar en Hollywood el pasado 22 de marzo, y mientras atravesaba Serbia en un automóvil alquilado, con destino a la frontera con Hungría, trató de desviar la atención de su hijo, Luka, de seis años.
Mijatovic mantuvo distraído a Luka, que como todos los niños apelan continuamente al porqué de las cosas.

Algo malo debió pensar el niño, cuando ya en plena carretera, le preguntó a su padre. Papá, por qué viajamos en coche, cuando a España siempre vamos en avión? . Pedja, nacido en Podgorica, en Montenegro, cambió de discurso y emplazó a su hijo para que dentro de unos años conozca la realidad.
En el cine, Benigni es Guido, un librero que convierte la guerra en una fábula. Su hijo, Giosué, también de seis años, llega a creer que la II Guerra Mundial es un concurso, con un gran premio para el ganador: un carro de combate. Pero de no de juguete, sino de verdad.
Mijatovic dudaba aún ayer en Budapest si dejaba a su hijo con su novia Anette y regresaba a Pogdorica a buscar a sus padres y a sus hermanas que residen en Montenegro, al sur de Yugoslavia.
Finalmente y tras una noche agitada, Mijatovic desayunó ayer en la capital húngara y luego tomó el vuelo 570 de la compañía Malev con destino a Barcelona.
El hombre clave en esta operación retorno es Miljan Miljanic, presidente de la Federación Yugoslava de Fútbol y ex entrenador del Real Madrid. Miljanic cumplió con su objetivo: sacar a sus jugadores del peligro lo antes posible.
Qué cómo se vive hoy en mi ciudad?. No se vive. Pero no tenemos miedo. Yo al menos no lo conozco. No lo tuve con 10 u 11 años cuando me pilló la II Guerra Mundial.
Sufrí mucho de niño. Pasé muchas necesidades. Ahora pasamos otra vez una mala racha. Pero lo principal es que los jugadores, que son mis hijos, están bien, jugando al fútbol en sus clubes. Fue una noche terrible, porque organizar una salida del país en cinco minutos no es fácil , dijo Miljanic.
Los vuelos desde Belgrado están cerrados, el aeropuerto no tiene movimiento y tuvimos que buscar salida por Hungría. La gente está enfadada con Solana, porque le toca a él ser la imagen de la OTAN, pero con el pueblo español y en especial con los deportistas españoles no hay ningún problema. El deporte español se ha portado de maravilla con nosotros , agregó Con el aterrizaje en España de Mijatovic y Djorovic, del Celta de Vigo, cuya familia es de Prístina, capital de Kosovo y referente principal de este conflicto bélico, se completó la salida de los jugadores yugoslavos.
Djorovic es uno de los que pasó peor noche. Ni él no otros muchos pudieron conectar por teléfono con sus familias, pues las líneas telefónicas en Yugoslavia se encontraban cortadas desde el miércoles por la noche. Los padres de Djorovic y su hermano Zoran salieron de Kosovo y se encuentran en Belgrado.
Vladimir Jugovic, del Atlético de Madrid, fue el único que no eligió Budapest como punto de salida. Jugovic, en otro automóvil, entró en las calles de Viena en plena madrugada, donde también le esperaba su novia.
Fecha de publicación 26 de marzo de 1999
Autor Efe









Calidad cinematográfica:  7


Psicotronia:  7


Gore:  7

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