domingo, 15 de mayo de 2016

LA RESIDENCIA (1969)


Dir.: Narciso Ibáñez Serrador

España.- Terror

99 minutos.- Eastmancolor

35 mm.(ampliado a 70 mm.)

2.35 : 1.- Franscope

Sonido: Monoaural

Música: Waldo de los Ríos

F.X.: Don Deacon; Wilfred Thompson; John Beaton

Fotografía: Manuel Berenguer; Godofredo Pacheco

Guión: Narciso Ibañez Serrador (Luis Peñafiel) sobre un relato de Juan Tebar

Producción: Arturo González;  José M. Maldonado

Prod. Co.: Anabel Films S.A.;  Regia Films



Intérpretes: Lilli Palmer (Sra. Fourneau); Cristina Galbó (Teresa); John Moulder-Brown (Luis); Maribel Martín (Isabelle); Mary Maude (Irene); Cándida Losada (Srta. Desprez); Pauline Challoner (Catalina); Tomás Blanco (Pedro Baldie); Víctor Israel (Brechard); Teresa Hurtado (Andrea); María José Valero (Elena); Conchita Paredes (Susana); Ana María Pol (Claudia); Mari Carmen Duque (Julia); Paloma Pagés (Cecilia); Sofía Casares (Margarita); Blanca Sendino (Cocinera); Clovis Dave (Enrique); Frank Braña; Gloria Blanco (Regina); Juana Azorín (Lucía); Elisa Méndez (María); María Elena Arpón (Alumna); Maria Gustafsson (Ingrid); Loreta Tovar (Alumna)


Siento un gran respeto por Narciso Ibañez Serrador, alguien que durante muchos años dignificó la televisión produciendo y dirigiendo espacios de entretenimiento de calidad, nada que ver con la inmundicia que inunda actualmente la oferta de la caja idiota. Es curioso que habiendo cada vez más canales disponibles en vez de competir por la excelencia consiguen que en determinadas franjas horarias no haya absolutamente nada de interés para ver.
También lo hizo todo en teatro y en radio. Lógicamente no iba a dejar de intentarlo en el terreno que más amaba, el cine.

A un suntuoso internado sito en los altos de La Provenza alpina llega un carruaje. En el  viajan el Señor Pedro Baldie y la joven Teresa. Vienen desde Aviñón para solicitar la admisión de la chica en la residencia. La Señora Fourneau, directora, acepta y Teresa enseguida se integra en el día a día del lugar.

La disciplina es severa pero hay buena camaradería entre las chicas. A pesar de todo en los últimos meses se han fugado tres internas. La recién llegada va descubriendo un tenso clima de represión que se hace difícilmente soportable. Algunas chicas buscan maneras de sobrellevarlo y una oscura presencia intenta aprovecharse de ello. Algo terrible está ocurriendo y Teresa tal vez no sea lo bastante fuerte como para afrontarlo.

“La Residencia” fue un proyecto bastante osado para su época. Rodado en inglés con vistas a la exportación y con un presupuesto importante de 22 millones de pesetas pudo contar con un cierto apoyo institucional que se tradujo en libertad de promoción y una leve relajación en las exigencias de la censura. El régimen apostó por el éxito internacional que a todas luces iba a conseguir la película y Chicho apenas tuvo que suprimir un par de escenas tontorronas. Se pretendía hacer ver en el extranjero que la España de Franco no era tan rancia como denunciaban los contubernios de izquierda y al fin y al cabo una película de miedo no tenía el veneno subversivo que podían impregnar las de Buñuel, por ejemplo. No les faltaba razón pues el éxito internacional fue apabullante llegando a recaudar solo en las taquillas españolas 105 millones de pesetas. El fantaterror español había comenzado una trayectoria respetada e influyente. Farisaicamente la crítica oficial vapuleo el film de forma inmisericorde.

Chicho tiró de sus referentes cinematográficos para dar forma a su película. Claramente el comienzo remite a “Suspense” de Jack Clayton aunque no es la Institutriz quien se entrevista con el padre de la criatura sino el tutor (¿?) de Teresa quien viaja hasta la residencia para dejar a la chica a cargo de Madame Fourneau. En ambos casos hay una ambigüedad subliminal en la relación entre los niños y quienes los dejan en manos de las educadoras. Significativos los billetes que entrega el Señor Baldie. Si pensáramos mal podríamos concluir que Teresa es su propia hija no deseada y el pago de cuotas le garantiza discreción.









El estilo unido a la influencia que el director pudiera haber reciclado del genero realizado en Italia con Mario Bava como estandarte o del gótico de Roger Corman en sus adaptaciones de Poe, es claramente Hammer. El clasicismo, el color, el erotismo y la sangre eran marca de estilo en la productora británica.

En “La Residencia” está presente el fantasma del edípico majara de “Psicosis” (1960) y la mano revolucionaria de Hitchcock en recursos como el cambio en el protagonismo del film o la dosificación de los asesinatos notablemente creativos.

No es casual la presencia de Lilli Palmer en el papel protagonista, esta actriz ya co-protagonizó una película alemana de características similares “Corrupción en el Internado” (1958) de Géza Von Radványi, remake de “Muchachas de Uniforme” (1931) de Leontine Sagan, aproximaciones al amor lésbico. Más cercana en el tiempo a “La Residencia” estaría “La Calumnia” (1961) dirigida por William Wyler. Tres películas de peso y calidad sobre relaciones complicadas en colegios de señoritas.

Pero la esponja que era Ibañez Serrador le permitía salpimentar el conjunto con matices heredados de la cultura latinoamericana que vivió en su infancia. Aplicar la psicotronia asimilada en esos años en sus propuestas para la Television Española había funcionado y ese toque de humor surrealista también se deja entrever en su obra cinematográfica. Tal vez podríamos apuntar como ejemplo el musical picantón “Dormitorio (“Internado” por cortesía de la censura) para señoritas” (1960) de Fernando Cortés, remake de “Internado para señoritas” (1943) de Gilberto Martínez Solares en la que Cortés era actor principal.  Muy de estos ambientes ñoños o de “Mujercitas” (1949) podría ser también la escena en que Teresa muestra su ropa a las compañeras.

Y que decir de un antecedente tan directo como “Hasta el viento tiene miedo” (1968) de Carlos Enrique Taboada aunque en nuestra residencia no hay fantasmas. Si los habrán en “El Espinazo del Diablo” (2001) o en “Los Otros” (2001).









Entrar en “La Residencia” es cambiar de siglo. La ambientación, el vestuario, la iluminación, todo nos transporta al gótico asfixiante de “Rebeca” (1940) (Hitch again) o “Jane Eyre” (1943). Cada detalle está minuciosamente estudiados. La habitación de Luis sería buen ejemplo de ello.

El hijo de Madame Fourneau es un personaje muy trabajado. Es el máximo exponente de las consecuencias a las que lleva la represión del deseo, uno de los temas subyacentes en todo el film. Le vemos leyendo un libro sobre la postura de los católicos franceses frente a las propuestas luteranas y entre sus páginas aplasta una hormiga que ha sacado de un hormiguero. Las hormigas para los surrealistas son muerte y deseo sexual. Chicho no podía dejar pasar una referencia a autores tan importantes como Buñuel o Dalí y la metáfora se entenderá al final.







Si “La Residencia” es el despegue internacional del terror made in Spain no es la primera obra destacable en el género, previamente tuvieron repercusión films como “Gritos en la Noche” (1961) de Jesus Franco, “El Sonido de la Muerte” (1965) de Jose Antonio Nieves Conde, “El Coleccionista de Cadaveres” (1967) de Santos Alcocer, “Malenka” (1968) de Amando de Ossorio y “La Marca del Hombre Lobo” (1968) de Enrique Eguiluz. Pero lo que hace diferente el film de Ibañez Serrador es su inquietud por hacer un buen trabajo que trascendiera más allá de una buena puesta en escena así podemos encontrar lecturas bastante atrevidas y al límite de lo permisible para la época y para los estamentos oficiales que tenían que dar el visto bueno.

Momentos destacables:

- Nuestra primera visita al interior de la mansión, a la clase donde Madame Fourneau está dando el dictado y el recorrido por el lugar junto a Don Pedro y Teresa. La imagen en 70 mm y los elegantes movimientos de cámara proporcionan un apabullante aire de grandeza a las estancias. Habría sido todo un lujo poder ver esta película en pantalla grande.

- Al igual que en “Suspense” tenemos un jardinero siniestro que gusta de acercar su rostro a las ventanas desde el exterior aunque hay sutiles diferencias entre Victor Israel y Peter Wyngarde.

- Son de una terrible crueldad las escenas en las que vemos como Catalina es azotada. Paralelamente vemos al resto de las chicas rezando solemnemente antes de ir a dormir. El amparo del Señor al que apelan parece que no se alcanza para su compañera fustigada con insano deleite por Irene. Son escenas propias de un film WIP. Jesus Franco no tenía la exclusiva de los latigazos.






- A continuación del despliegue de sadismo, Madame Fourneau se muestra como una madre sobreprotectora con su hijo Luis. Casi castradora.

- Menudo escotazo el de Susana, Conchita Paredes.






-Teresa Hurtado de las Hermanas Hurtado, deliciosamente repelente.

- Los asesinatos creativos, muy característicos del giallo.

- Las inclinaciones lésbicas de Irene que se aprovecha de su autoridad para insinuarse a las otras chicas.






- ¡Escena de ducha! No nos hagamos ilusiones, las internas se meten bajo el chorro… en camisón.






- Otro montaje paralelo, mientras las chicas están en clase de costura Susana se está beneficiando en el pajar al mozo Enrique. La inquietud de las que saben lo que está pasando es de febril excitación que culmina con una gota de sangre en el dedo de una chica que se pincha con la aguja. Desborde de bajas pasiones contenidas en una comunidad cerrada.

- El escondite de Irene y sus subalternas, decorado con láminas de mujeres desnudas, como un taller mecánico pero a lo fino. El significado es evidente.

- El impactante final.

“La Residencia” es una clara muestra de lo importante que llegó a ser el fantaterror español. Denostado dentro de nuestras fronteras por quienes no soportan que alguien se desmarque del chiringuito de la subvención y de los trillados territorios temáticos comunes ha dejado su impronta en Europa y en cinematografías tan lejanas como Hong Kong y Japon. Me pregunto ¿Es mejor “Los Otros” que “La Residencia”?

El único pero que yo le pongo a esta película es que se hace larga. Llega un momento en que tanto ir y venir por los pasillos oscuros a la luz de las velas o del quinqué resulta cansino y hace que los párpados del espectador empiecen a pesar. Esto es consecuencia de que esta película era en origen un relato corto estirado hasta darle duración de largometraje. Chicho fué muy bueno realizando historias de duración media como su obra maestra “El Televisor” (1974) pero no llegó a dominar el tiempo de los 99 minutos que dura “La Residencia”. Este defecto es apreciable también en su segundo y último film “Quien Puede Matar a un Niño” (1976).







“La Residencia” es un meritorio film de terror con bastantes aspectos de interés como para disfrutarlo con cada revisión.

Notas:

- La mansión escenario de la película es el Palacio de Sobrellano de Comillas, Cantabria.

- De entre todas las chicas destaca por su aspecto una secundaria rubia que les saca medio metro. Es Maria Gustafsson, supermujer sueca que después sería azafata en el “Un, dos, tres…” Se amancebó en 1971 con el director Miguel LLuch y a su lado desarrolló una notable carrera como escritora de novelas y programas de TV.

- Loreta Tovar tuvo una notable carrera de actriz participando en films de culto como “Leonor” (1975), “El Ataque de los Muertos sin Ojos” (1973), “Las Violentas” (1974), “Ceremonia sangrienta” (1973) y producciones exitosas de los 80 como “Yo hice a Roque III” (1980)

- María Elena Arpón trabajó co Ossorio en “La Noche del Teror Ciego” (1972), en el clásico de Javier Aguirre “El Jorobado de La Morgue” (1973) y en comedias como “Uno, dos, tres... dispara otra vez” (1973) ¿Qué pensaría Chicho de esta última?

- Sofía Casares aparece en el popular monográfico televisivo de Ibañez Serrador “Historia de la Frivolidad” (1967) y después en “El Jorobado de La Morgue” o “Una Gota de Sangre para Morir Amando” (1973) de Eloy De La Iglesia.

- Conchita Paredes venía de trabajar con Pedro Lazaga en “Las Secretarias” (1969). “La Residencia” fue su última película y no hay más información disponible sobre esta hermosa mujer. Un misterio a resolver.

- La petulante Andrea era Teresa Hurtado. Pasaría a formar parte del grupo de “Tacañonas” que junto a sus dos hermanas puteaban a los concursantes en el “Un, dos, tres…” Formaron un trío televisivo bastante popular.  Ahora está un poco delicada de salud. Para la historia queda la sesión fotográfica que compartieron ella y su gemela Fernanda con los Beatles durante su estancia en España. De niño tuve un sueño erótico con ella o con Fernanda. No recuerdo que me dijera su nombre y como son tan parecidas…

- Pauline Challenor hizo de la vapuleada Catalina. Aparece en “El Último Viaje” (1974) de José Antonio de la Loma y “Tocata y Fuga de Lolita” (1974) de Antonio Drove. Otra actriz de la que no hay más noticias después de 1974.

- Candida Losada trabaja con Buñuel en “Tristana” (1970), “La Duda” (1972), “Los Pajaros de Badén Baden” (1975), “No Mataras” (1975), “Extramuros” (1985) o “Sin un Adios” (1970) con el cantante Raphael. Aparte de innumerables apariciones en series de TV como “El Quinto Jinete”

- Mary Maude interpreta a Irene, uno de los personajes mas interesantes y después no le faltó trabajo en films como “La Prueba del Terror” (1971), “Man at the Top” (1973), “La Muerte Incierta” (1973) o “Scorpio” (1973)

- Maribel Martin continúa su carrera en muchas películas notables como “La Cera Virgen” (1972), “La Novia Ensangrentada” (1972), “No Encontré Rosas Para mi Madre” (1973), “La Campana del Infierno” (1973), “Últimas Tardes con Teresa” (1984), Los Santos Inocentes” (1984) o en la magistral obra de Villaronga “El Niño de la Luna” (1989) en la que seguro que recordó sus días en “La Residencia”.

- Cristina Galbo apuesta por el terror en “No Profanar el Sueño de los Muertos” (1974), “¿Qué Habéis Hecho con Solange?” (1972), “L'assassino è Costretto ad Uccidere Ancora” (1975) y la psicotronia caliente con “Carcel de Mujeres” (1974), “Las Adolescentes” (1975), “Olvida los Tambores” (1975) con Maribel Martin, “La Corea” (1976) o “El Ultimo Guateque” (1978) como protagonista principal.


- Lilli Palmer es actriz de dilatada carrera internacional. Aparte de la ya mencionada “Corrupción en el Internado” habría que mencionar como de interés alternativo “Juegos Satánicos” (1967), “Sebastian” (1968), “Antes Amar... Después Matar” (1969), “De Sade” (1969), “Asesinatos en la Calle Morgue” (1971), “Diabólica malicia” (1972) o (Lotte in Weimar) (1975). Y “Al Otro Lado del Viento” (1972) el inacabado film de Orson Welles.









Calidad Cinematográfica:  7

Psicotronia:  7

Gore:  4

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