“The Boost”
Dir.: Harold
Becker
USA.- 95
Min.- Color.
Drama.-
Panavisión.
Imagen: 35
mm.- 1.85 : 1
Sonido:
Dolby Estereo
Música: Stanley
Myers
F.X.: Larry Fioritto
Fotografía: Howard
Atherton
Guión: Ben Stein según su libro “Ludes, a Ballad of
the Drug and the Dream”; Adaptación Cinematográfica: Darryl Ponicsan.
Producción: Daniel
H. Blatt, Mel Howard (Co producción), Tom Mack (Productor Asociado)
Intérpretes: James Woods (Lenny Brown); Sean Young (Linda
Brown); Steven Hill (Max) John Kapelos (Joel); Kelle Kerr (Rochelle) John
Rothman (Ned Lewis); Amanda Blake (Barbara); Grace Zabriskie (Sheryl); Marc
Poppel (Mark); Fred McCarren (Tom); Suzanne Kent (Helen); Libby Boone (Delores);
Greg Deason (Michael); David Preston (Surfista); June Chandler (Secretaria);
Edith Fields (Directora de Oficina); Barry Jenner (Billy); David Tress (Dr
Shapiro); David Bantly (Dr Bishop); Bill Gratton (1st Ejecutivo); Parker
Whitman (2nd Ejecutivo) Michael Strasser (Hombre en Venice) Jim Staskel (Otro
Hombre), Charles David Richards (Chófer Limusina); Austin Kelly (Jefe
Apartamento); Stogie Harrison (Ordenanza), Daniel Moriarty (Empleado Licorería);
Scott McGinnis (Inversor); David Haskell (Doctor), Lucy Butler (Azafata);
Christopher Carroll (Capitán--L'Ermitage); Fernand Poitras (Maitre d'—Mortons),
Clement Von Franckenstein (Maitre d'—Mortons); Kate Zentall (Enfermera); Ricardo
Gutierrez (Conserje); Jody Lambert (Chico en bici); Jim Jansen (Veterinario);
Dan Peters (Hughes Aeroplano); Virginia Morris (Mary); Jack Sargent (Jogger);
Ron Poniewaz (Motorista); Zina Bethune
(Profesora de Danza); John Sarviss (Piloto de Helicóptero)…
“Impulso
Sensual” es el título con el que las distribuídoras pretendieron vender esta película en
España como si de un film de amor calenturiento se tratase. El original
“The Boost” hace referencia a “el estímulo” con el que se denomina en argot al
subidón que proporciona esnifar “Both Cocaine” que viene a ser una mezcla de
cocaína y anfetamina. Como el speed pero algo de mejor calidad. Está basado en
los hechos reales que se narran en la novela de Ben Stein “Ludes, a Ballad of
the Drug and the Dream” en la que cuenta la experiencia de un amigo suyo que
acabó siendo adicto al Quaaludes (Methaqualone), un potente barbitúrico. En
esta adaptación cinematográfica el producto en cuestión se sustituye por la
cocaína que era el producto que empezaba a despuntar entre los yuppies y otros
ambientes “cool” en los 80`s.
Lenny Brown
es un joven emprendedor que aspira a ganar dinero vendiendo productos
financieros. Tiene ímpetu, seguridad en sí mismo, ambición, dotes de
persuasión, pero le faltan los contactos necesarios para aprender a reconocer
las oportunidades.
Vive en un
pequeño apartamento neoyorquino con su esposa Linda, una bellísima mujer que le
quiere tal y como es, se conforma con poco pero le apoya en su lucha por hacer
realidad el sueño de compartir una vida mejor y más próspera.
Un día
conoce a Max, un tiburón de los negocios que intuye un gran potencial en Lenny .
Lo acoge bajo su tutela y se lo lleva a Los Angeles donde le facilita casa,
coche y le pone un despacho en su empresa.
Llegan
buenos tiempos para los Brown. Lenny no deja de trabajar y de ganar dinero pero
el Estado promulga una ley que acaba con las ventajas fiscales que el negocio
de Max ofrecía a sus clientes. Se presenta el fantasma de la quiebra.
Pronto
acumula deudas porque los pocos contratos que logra cerrar no le permiten
continuar con el tren de vida que había comenzado a llevar. Deprimido y confuso
se refugia en la amistad de Joel, propietario de una cadena de trenes de lavado
de coches, un cutre convertido en Yuppie venido a más que le ofrece cocaína
como remedio para levantar el estado de ánimo.
Lenny
eufórico no se da cuenta de que está empezando a perder el contacto con la
realidad y puede quedarse sin todo lo que tanto le había costado conseguir.
Harold
Becker no es un director que vaya a dejar huella en la historia del cine pero
sus films están resueltos con personalidad y han influenciado el trabajo de
otros realizadores. Probablemente, sin haber visto “El Campo de Cebollas”
(1979), sus trabajos más interesantes me parecen “Impulso Sensual” (1988) “Melodía
de Seducción” (1989) y “Malicia” (1993) de la que David Lynch toma algunas de
sus atmósferas y al protagonista Bill Pullman para “Carretera Perdida” (1997).
Esta
película se centra más en el drama personal de sus protagonistas que en la
droga. No esperemos “Días de Vino y Rosas” (1962) o “Trainspotting” (1996). Ni
al Henry Hill de “Uno de los Nuestros” (1990), al George Jung de “Blow” (2001) o
sumergirnos en la locura de “Miedo y Asco en las Vegas” (1998).
“Impulso
Sensual” está realizada de forma sencilla y directa, sin alharacas,
estridencias ni discursos. Con un presupuesto de 8.000.000 de dólares el
director confió en una pareja de actores explosiva para sostener el proyecto.
James Woods con quien ya había trabajado y en Sean Young, la bella replicante
Rachel de “Blade Runner” (1982), el valor femenino más prometedor e importante de
Hollywood en los 80 de quien se decía que podría alcanzar el olimpo de las Liz
Taylor, Ava Gardner, Joan Crawford, Jean Simmons, Audrey Hepburn etc. Un
ascenso que se convirtió en catástrofe cuando el papel de Linda Brown llegó a su vida, como
veremos más adelante.
Becker en esta película saca
lo mejor de todos los intérpretes y hasta el más discreto de los secundarios
tiene importancia aunque solo aparezca en escena pocos segundos: los empleados
de Max, el chico del hotel, el surfista, el camello aspirante a guionista…
La
simplicidad no significa descuido ni carencia de elementos de interés y todo
está aprovechado de forma calculada desde la primera escena, la única rodada en
Nueva York, en la que podemos ver en un largo plano fijo un día cualquiera el
devenir de la gente bajo un cartel de Citibank. Entre los transeuntes aparece Lenny, uno más,
un hombre anónimo cuya vivencia personal estamos a punto de conocer.
Se encuentra
con Ned a quien ofrece un producto mercantil y será otro encuentro con Ned el que
cierra la película. Lenny es débil y empatiza con él por su honestidad. Es una
de las claves del protagonista. En la permanente lucha por superar su condición de persona frágil y humilde tiene la necesidad de apoyarse en la amistad de gente buena y en el
amor incondicional y desinteresado de su esposa Linda.
Max se
presenta como figura paternal y Lenny le corresponde pero su desmedido
entusiasmo le lleva a traspasar las barreras y abusar de su confianza. Lenny tiene
una personalidad propensa a los cambios de ánimo y no soporta los momentos
bajos, por eso se le va la mano con el café, el alcohol y definitivamente con
la cocaína.
Para llegar
a este punto es necesaria la presencia de Joel y Rochelle, a quienes también se
entrega Lenny sin darse cuenta en que carece del equilibrio interior que ellos
tienen para vivir en situación de “Party all time”.
Linda confía
ciegamente en su marido a quien ama por encima de todas las cosas y se va
dejando arrastrar hasta que él poco a poco va sustituyendo el sostén que
significa ella por el refugio de la euforia y la relajación artificial de la droga.
Sumergirnos
en esta historia es vivir un intenso recorrido en compañía de unos personajes
demasiado cercanos a la realidad como para no conmovernos. El trabajo de los
protagonistas es arrebatador porque transmiten a la perfección todo el desgarro
de su experiencia vital con una presencia en pantalla muy poderosa. Aunque es
James Woods el que carga con todo el peso Sean Young también tiene sus momentos
como cuando recibe la visita de Joel y Rochelle en la casa de la playa o cuando por fin explota, le
canta las cuarenta a Lenny y pisa el espejo donde él se está preparando unos
tiritos. También es fabulosa la escena en que está agobiadísima en el sofá entre su
marido y la traficante que ajenos a ella charlan animadamente sobre drogas mientras ven un mierdoso
concurso de TV. Otro gran momento es en el que le acompaña a la cita con los
inversores en el restaurante. Ella sigue confiando en él aunque sabemos que a
cada momento la cosa se va torciendo y nos imaginamos como va a terminar. Menudo
cabronazo el tal Roland.
En realidad quienes más confían en él son los camellos
porque saben que desdichados como Lenny son quienes les ayudan a mantener el
negocio. Los conocen bien, son casos de difícil o imposible recuperación.
Todo es
ochentero en “Impulso Sensual”, la música, el vestuario de hombreras y minifaldas
con volantes, los jeans de tiro alto, los cardados… En líneas generales la banda sonora es muy buena
con mención especial a la orquestación que acompaña los créditos finales, con
una melodía de guitarra exquisita a cargo de un tal John Williams (nada que ver
con el compositor de “Star Wars” (1977))
Otros
grandes momentos:
- La tutela de Max y el intenso trabajo que realizan juntos
- Las fiestas
de Joel
- La visita al
inmundo local de los camellos, una escena digna de pertenecer a “Breaking Bad”
- Buscando
piso de alquiler habiendo pasado del Mercedes a un Volkswagen de quinta mano.
-La fauna que
se mueve por la costa de California, gente sencilla y optimista por el día y
por las noches gente fracasada con glamour desfasado que se dedican al
trapicheo en su casa o a domicilio.
-La triste
escena final.
Hay actores
predestinados para interpretar personajes conflictivos o atormentados. Clásicos
ejemplos de esto son Ernest Borgnine, Jack Palance, Warren Oates, Bruce Dern o
Willem Dafoe. James Woods podría encuadrarse sin problema entre estos. Aunque
actualmente ya está mayor y se gana las habichuelas en series de TV, medio
donde tuvo sus orígenes en pequeños papeles, ha hecho historia en films
destacables como “Erase una Vez en America” (1984) de Sergio Leone, “Casino”
(1995) de Scorsese y sobre todo en la extraordinaria obra maestra de David
Cronenberg "Videodrome"(1983), film que a pesar de su tosquedad se convirtió en un
referente absoluto en la evolución del cine de ciencia ficción y embrión de
obras más modernas como “Nivel 13” (1999) o “Matrix” (1999). En esta visionaria película
Woods dio lo mejor de si mismo.
Sean Young
comenzó trabajando con James Ivory en “Jane Austen en Manhattan” (1980),
después la podemos ver en “El Pelotón Chiflado” (1981) de Ivan Reitman con Bill
Murray y por fin llega “Blade Runner”, la película con la que entra en la
historia del cine por la puerta grande. Aunque la superproducción “Dune” (1984)
de David Lynch resultó un fracaso comercial (excepto curiosamente en España) se
convirtió en un film de culto que contribuyó a mantener el status de estrella
de la actriz. Estrellato que al lado del galán de moda Kevin Costner por fin se
ve respaldado con el éxito de taquilla en “No Hay Salida” (1987). “Wall Street”
(1987) de Oliver Stone debía ser el espaldarazo definitivo para ella pero no
pudo compartir la espectacular promoción del film porque los problemas con el
director y con sus compañeros de reparto llevaron a que se quedara casi toda su
participación en la sala de montaje en favor de Daryl Hannah, otra replicante.
Trascendió la anécdota de que Charlie Sheen en un momento del rodaje le pegó un
cartelito en la espalda que ponía “Soy la zorra más grande del mundo” y ella lo
lució durante toda la jornada sin ser consciente de ello.
Las mujeres
escorpio todas tienen en común un atractivo muy especial y cuentan con cualidades
como la inteligencia, la fuerza, el don de gentes, un agudo sentido del humor,
estricto sentido de la posesión y una gran franqueza para expresarse sin
calibrar las consecuencias. Cuando en una misma persona se unen una belleza que
podría haber inspirado a los artistas clásicos de Grecia y Roma junto a todas
las demás características el resultado es una bomba andante arrolladora e
inestable. Y así era Sean Young cuando llegó a “Impulso Sensual”.
El problema
es que la intensidad de la relación entre Lenny y Linda no se quedó solo en el
set de rodaje. James Woods y Sean Young emprendieron una relación de la que no
conocemos detalles pero que debió ser
bastante incendiaria porque cuando rompieron la actriz de ascendencia germano
británica comenzó a acosarle hasta el punto de que Woods y su esposa
presentaron ante el juez una demanda por acoso en la que se hacía referencia a
llamadas amenazadoras, allanamiento, cartas anónimas y haber dejado una muñeca
ensangrentada y desfigurada en la puerta de su casa. Ella lo negó todo y le
acusó públicamente en un programa de máxima audiencia a él de no haber sabido
aceptar el haber puesto fin al idilio. Finalmente
llegaron a un acuerdo para que la demanda no siguiera adelante pero ya los
productores le colgaron la etiqueta de “conflictiva” y dejaron de llegarle
proyectos importantes.
Aunque
después nunca le faltó el trabajo, su meteórico ascenso había terminado. Cabría
rescatar de su posterior filmografía “Un toque de infidelidad” (1989), una
sólida y caústica cinta romántica de Joel Schumacher, “Crímenes de Amor” (1992)
de Lizzie Borden y “MIrage” (1995) de Paul Williams, dos intensos thrillers
eróticos en los que ella es protagonista absoluta. En ambos films interpreta a
personajes con personalidad desordenada. Había que aprovechar el tirón de su
supuesta locura… El resto de su carrera ha pasado por papeles secundarios en
comedias, producciones de segunda fila, series de TV y mierdosos realitys.
Aunque
ningún director ha tenido queja de su profesionalidad durante los rodajes
quedará para la posteridad cuando Tim Burton tenía que esconderse de ella
porque decidida a conseguir el papel de Catwoman en “Batman Vuelve” (1992) le
persiguió enfundada en traje de gato y se dejó ver por la calle y en un “Late
Show” disfrazada de tal guisa. Estoy seguro de que Sean Young hubiera hecho un
trabajo maravilloso pero nada que objetar a la riquísima mujer gato que encarnó
Michele Pfeiffer.
Superados
unos problemas bastante serios con el alcohol parece decidida a embarcarse en
aventuras más serias y se comenta que ha hecho un buen trabajo en “Fragments
from Olympus: The Vision of Nikola Tesla” (2015) una biografía sobre el genial
científico que está pendiente de estreno.
“Impulso
Sensual” en su momento fue un fracaso comercial pero el tiempo le ha
proporcionado con todo merecimiento el status de clásico y film de culto.
Imprescindible para los seguidores de sus dos protagonistas. Una pareja
irrepetible y unas interpretaciones que por momentos nos devolvieron al
Hollywood clásico de los grandes dramas románticos.
NOTAS:
- Otras
actrices de armas tomar pertenecientes al signo escorpio son:
Julia
Roberts, Demi Moore, Jodie Foster, Jamie Lee Curtis, Miley Cirus, Carrie
Fischer, Catherine Deneuve, Scarlett Johansson, Anabel Alonso, Ana Milan…
- La metacualona es un medicamento sedante-hipnótico
similar en sus efectos a un barbitúrico, un depresivo general del sistema
nervioso central. Su uso extensivo ocurrió durante la década de 1960 y 1970
como un hipnótico, para el tratamiento del insomnio, y como sedante y relajante
muscular. También ha sido usada ilegalmente como droga recreativa, comúnmente
conocida como Quaaludes (pronunciado /ˈkweɪluːdz/, Sopors, Ludes o Mandrax
(principalmente en la década de los 1970 en Norteamérica/Canadá) dependiendo
del fabricante. Desde su introducción alrededor de 2001, está siendo usado
masivamente en Sudáfrica,1 donde comúnmente se le llama "smarties" o
"geluk-tablette". La Metacualona producida clandestinamente sigue
siendo incautada por agencias gubernamentales y de policía por todo el mundo. https://es.wikipedia.org/wiki/Metacualona
Calidad
Cinematográfica: 8
Psicotronia: 6
Gore: 4
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