martes, 21 de octubre de 2014

LOS HOMBRES DETRÁS DEL SOL (1988)



Aka: “Men behind the sun”, “Hei tai yang 731”

Dir.: Tun Fei Mou (T.F. Mous)

Hong Kong / China

Bélico / Histórico / Horror

105 / 101 Min.- Color

35 Mm.- Monoaural

Prod.: Fu Chi / Hung Chu.- Sil-Metropole Organisation






Intérpretes: Gang Wang (Teniente General Shiro Ishii), Jianxin Chen, Hsu Gou, Linjie Hao, Haizhe Hin, Tie Long Jin, Yuanrong Jin, Bolin Li, Pengyu Liu, Xuhui Liu, Zhaohua Mei…


Hay películas que son demasiado buenas para el aficionado al cine de género y demasiado extremas para el gusto del aficionado al cine mainstream. Acaban convirtiéndose en rarezas de culto que se van revalorizando con el tiempo. El hecho de que se hagan remakes de estas cintas y que en la cultura popular aparezcan muestras de su influencia son una buena prueba de su relevancia.

Con la alerta sanitaria que hemos vivido estos últimos días en España a causa del virus del ébola motivada por la dejación de un problema para el que una Ministra de Sanidad incapaz de detectar una infección de Gurtel en su propia casa no ha sabido valorar la peligrosidad, he sentido la necesidad de revisitar esta gran obra que aborda con crudeza el tema de la guerra bacteriológica.

Hay gente que cuestiona el holocausto judío de la II Guerra Mundial. Gente interesada en que se olvide esta infame parte de nuestra historia por oscuros intereses políticos. También sorprendentemente hay gente coherente y culta que cree que el genocidio nunca ocurrió y forma parte de la propaganda en una gran conspiración semita para manipular a la humanidad. Es cierto que Israel no está ayudando mucho con su beligerante y criminal actitud respecto al pueblo palestino pero quienes niegan estos hechos históricos, en su ofuscación pasan por alto testimonios de gente que vivió el horror, filmaciones, museos de la vergüenza sitos en los mismos campos de concentración reconstruídos para este fin ilustrativo y sobre todo olvidan o ignoran que en China se vivió una pesadilla semejante a las de Auschwitz o Treblinka. Uno de los Estados integrantes del Eje, el Imperio de Japon, exterminó a miles de ciudadanos chinos, mongoles, coreanos, rusos y prisioneros de cualquier nacionalidad en el Departamento de Prevención Epidémica y Purificación de Agua del Ejército de Kwantung, base de operaciones del Escuadrón 731 situado en la ciudad de Harbin, en la Manchuria invadida por el país del sol naciente.

Es la cara menos conocida en occidente del infierno de aquella guerra global. Y las razones de que esto sea así son las que llevaron a la producción de esta película.

“Los hombres detrás del sol” empieza mostrándonos mediante imágenes de archivo, mapas y planos la situación de la base 731 para situarnos en el contexto histórico y geográfico donde se produjeron los hechos. Nos va quedando claro que esto va en serio.





A Harbín llega un grupo de jóvenes reclutas japoneses. Vienen por mandato del Teniente General Ishii Shiro, doctor que inventó un sistema de depuración de agua y que fue relevado de su cargo por corrupción. Como Japon está perdiendo la guerra, Hiro vuelve destinado a Harbin con la orden de supervisar la producción de armamento bioquímico.


Los chicos no están seguros de a que han venido a este lugar. La mayoría de ellos han perdido a su padre, caído combatiendo contra el ejército chino. Se han alistado para honrar su memoria sirviendo al imperio y sobre todo para ayudar a la economía familiar pero este campamento tiene poco que ver con la guerra tal y como ellos la entendían.






Al campamento llegan trenes repletos de civiles chinos y de otras nacionalidades. Por los pasillos se tropiezan con hombres vestidos con trajes aislantes de alta seguridad. Les instruyen para que no reconozcan a los prisioneros como seres humanos sino  como “marutás”, troncos de madera.





El joven recluta Isikawa mantiene una discusión con sus compañeros. Odia a los chinos y no admite que se pueda tener compasión con ellos. Abandona la sala donde estaban invitados a comer y junto a la verja electrificada donde está inmerso en sus pensamientos hace amistad con un chinito mudo con el que juega a lanzarse y devolverse una pelota.


Mientras tanto el Teniente General Shiro se va haciendo con el control de la base. Aprovechando la importancia de su cargo se quita de en medio a opositores y se gana la lealtad del resto de mandos con su enorme carisma.

La situación del imperio es delicada y el trabajo en la base se intensifica. Los experimentos con seres humanos se vuelven cada vez más crueles y los chicos se van enfrentando a la realidad de lo que sucede allí.





Los prisioneros también van tomando conciencia de que no van a sobrevivir ninguno asi que deciden organizar un motín para que uno de ellos escape y denuncie lo que está pasando.

Los médicos apenas tienen ya “especímenes”  jóvenes y fuertes para sus experimentos. El Capitan Kawasaki pide a Isikawa que invite a su joven amigo chino a ver las instalaciones.




Las noticias sobre el desarrollo de la guerra son cada vez peores y los jóvenes soldados antes de que el desastre les alcance a todos intentarán ayudar al prisionero que trata de evadirse.

Este ha sido un escueto resumen del argumento. Pero la película es mucho más.

El director Mou Tun-Fei ya había dado muestras de que no tenía demasiados problemas para contar historias duras con “Lost souls” (1980). Trabajando en la  China Continental empezó a tener conocimiento de los sucesos ocurridos en Manchuria durante la II Guerra Mundial. Se horrorizó de tal forma que sintió la necesidad de rodar un documental para denunciar los hechos al mundo pero se encontró con que los japoneses habían borrado en la medida de lo posible todo rastro y documentación sobre el periodo en que ocuparon Manchuria. Asi que se puso manos a la obra y sobre las ruínas de las bases abandonadas reconstruyó los cuarteles y decidió producir él mismo la película. Se puso en contacto con las autoridades las cuales le dieron el beneplácito siempre y cuando tuviera en cuenta que no deberían verse afectadas las relaciones entre la República Popular y Japón. Esta es la razón de que el film empiece con la frase “Amistad es amistad, historia es historia”

Pero curiosamente Tun-Fei recibió una llamada anónima de un misterioso productor que se ofreció a financiar el proyecto a fondo perdido.  El director empezaba a tener bastante claro que al Gobierno le había interesado el planteamiento mucho más de lo que iban a reconocer públicamente. Hasta el punto de que la Policía colaboró para “prestarle” para una de las escenas más delicadas del film el cuerpo de un chico fallecido en un accidente. Los padres del finado cuando fueron informados del propósito dieron su consentimiento.

Si “Los hombres detrás del sol” parece que recibió algunas ayudas misteriosas de organismos gubernamentales chinos interesados en que el film saliera a la luz no se puede decir que tuviera una buena acogida en Japon. Los distribuidores recibieron advertencias de que los cines donde fuera exhibida la película podrían ser incendiados y al propio Mous le recomendaron cuando puso los pies en el país del sol naciente que se fuera de inmediato o podría ser tiroteado. Aun así realizó proyecciones del film en aulas para universitarios o ex combatientes del ejército nipón.

Así podemos entender porque “Los hombres detrás del sol” es mucho mas que un simple entretenimiento. 

Aunque guarda similitudes con los films de “exploitatión” y “porno nazis” de la época como “La svástica en el vientre” (1977) o “Ilsa, la loba de las SS” (1975), la película de Tun Fei tiene un guión sólido, una producción exquisita, unas interpretaciones meticulosas que dan vida a unos personajes perfectamente creíbles y una base documental que le proporcionan una categoría insólita en relación a los niveles de horror que llega a mostrar.

Ishii Shiro no es un villano desquiciado y caricaturesco. Es un psicópata hijo de puta, altivo y calculador que da escalofríos.




En el resto de mandos tenemos al característico “sargento”, el Capitán Kawasaki, a Nakatome que  es víctima del rencor de Shiro por haber cuestionado el depurador de agua inventado por el y humillado públicamente (gran momento), a Takamura, fiel hasta el fin a sus principios de soldado,  y a otros mandos del cuerpo médico que tan pronto agasajan a Shiro como saquean las instalaciones antes de abandonarlas.

Los chicos del cuerpo juvenil están todos sensacionales aunque el protagonismo se lo lleva Isikawa, un personaje que durante su estancia en la base tiene una evolución personal excelentemente retratada.

La ambientación resulta espesa, triste, gris, apropiada para los paisajes nevados azotados por las ventiscas que vemos en desoladoras panorámicas y para la sensación de claustrofobia que se vive dentro de la base. Es como si el tiempo se ralentizase mientras vemos la película.

La parte oscura de “Los hombres detrás del sol” es la exposición de los trágicos hechos que sucedieron en aquel lugar infernal. Esta película llegó a considerarse como “la historia más cruel jamás filmada”. A día de hoy esta consideración queda un poco desfasada porque ya han visto la luz muchas producciones que superan al film de Hong Kong en crueldad y en violencia visual como la saga de “Saw”, la de “Hostel” o cosas tan atrevidas como “Nekromantik” (1987), “Braindead” (1992) o “A serbian film” (2010)

Ninguno de estos films tiene la calidad de “Los hombres detrás del sol” que a pesar del tiempo transcurrido conserva momentos atenazadores:

- El transcurrir cotidiano del empleado del crematorio que se refugia en el alcohol para evadirse de su macabro día a día




- Las vivisecciones en quirófano en las que no se escatima detalle. De hecho una de las dos es real aunque se nos muestra en los planos cortos la cara del actor.




- Las inyecciones de suero contaminado a los prisioneros.

- La cámara de gas para la joven prisionera rusa y su hija.





- La cámara de presión.

- los experimentos de congelación de miembros.





Algunas secuencias contrastan la grandeza visual de la panorámica de un paisaje con el horror de la escena siguiente donde podemos ver a pobres tipos desmembrados por las explosiones. El espectador no se puede relajar.







El pasaje del gato es especialmente repulsivo. En una entrevista el director afirmó que habían untado al gato con miel y las ratas se limitaban a lamer el ungüento. Luego recompensaron al minino con dos sardinas. Yo tengo mis dudas sobre esta explicación.

Al final hay una escena de auténtica grandeza propia de una obra maestra, cuando es asesinado un prisionero y mancha con su sangre la bandera de Japon sostenida por los reclutas mientras simultáneamente a pocos metros viene al mundo el bebé de la esposa del soldado Takamura. Una imagen alegórica de esperanza en el futuro.




Me gustaría mencionar al equipo responsable de los FX pero no entiendo el chino de los títulos de crédito para poder identificarlo.

Y lo mismo con los autores de la banda sonora. Impresionante. Se deja notar poco pero cuando lo hace es con unas orquestaciones perfectas acordes con cada situación ya sea un momento simpático como cuando vemos jugar al chinito mudo en la nieve o en la antesala de una situación de espanto como en el experimento de la congelación.

La película termina con un texto en chino y en inglés donde se cuenta lo que sucedió con el campamento y con sus responsables cuando terminó la guerra. Se deja claro que la película está dedicada a la memoria de las víctimas. En el apartado “Notas” hay un resumen acerca de estos hechos posteriores que produce indignación bastante como para maldecir al género humano y a los “libertadores” del “nuevo orden mundial”.

“Los hombres detrás del sol” es un film tan terrible como magistral.




Notas:

- Arrestado por las autoridades estadounidenses de ocupación al final de la Segunda Guerra Mundial, Ishii y otros líderes del Escuadrón 731 iban a ser interrogados por las autoridades soviéticas. En cambio, Ishii y su equipo lograron negociar, obteniendo en 1946 inmunidad sobre los crímenes de guerra ante el Tribunal de Tokio a cambio de todos los datos sobre guerra biológica basados en experimentos sobre seres humanos. A pesar que las autoridades soviéticas deseaban que el proceso tenga lugar, los Estados Unidos objetaron tras revisar los reportes de los microbiólogos estadounidenses que estaban investigando. Entre ellos estaba el Dr. Edwin Hill (Jefe de Fort Detrick), cuyo reporte indicaba que la información era "absolutamente inestimable", "que jamás podría haberse obtenido en los Estados Unidos debido a los escrúpulos respecto a experimentar con humanos" y "fue obtenida a muy bajo costo". El 6 de mayo de 1947, Douglas MacArthur escribió a Washington D.C. que "datos adicionales, tal vez pueden obtenerse algunos testimonios de Ishii informando a los japoneses involucrados que la información será retenida en canales de inteligencia y no será empleada como evidencia de 'Crímenes de Guerra' ". El trato fue cerrado en 1948. De esta forma, Ishii nunca fue procesado por crimen de guerra alguno.
En 1950 comienza la guerra de Corea. Los Estados Unidos envían fuerzas de apoyo al bando del sur. Informaciones no contrastadas informaron de que Ishii Shiro colaboró activamente con los EEUU en un programa de armamento biológico que se desplegó sobre Corea del Norte y China. La administración norteamericana niega con rotundidad estos hechos.

- T.F. Mous volvió a trabajar sobre la invasión japonesa en su film de 1995 “Black sun: The Nanking massacre”, otra película histórica bastante subida de tono.

- “Los hombres detrás del sol” tiene dos secuelas oficales. Una es “El laboratorio del diablo” (1992) de Godfrey Ho. Un film puramente comercial que se puede considerar pura exploitation del primer film. Un delirio psicotrónico con alguna secuencia de artes marciales y llevando al extremo las escenas de mal gusto. La tercera parte es “Narrow escape” (1994) también de Godfrey Ho. Un film sin interés compuesto casi en su totalidad por flashbacks de los dos anteriores films. Solo para completistas.

-Parque temático:

China ha recuperado las instalaciones de la base 731 para abrir sus puertas al público como recordatorio histórico.

- Remakes:

 “Philosophy of a knife” (2008) realizada en Rusia por Andrey Iskanov es un tocho realizado en video de 4 horitas (¡!) en blanco y negro y color en forma de pseudo documental de arte y ensayo. Se centra especialmente en el gore mas extremo. Yo no he tenido ocasión de verla pero las críticas van del entusiasmo por la plasticidad surrealista de la obra hasta quienes afirman que es un aburrimiento de pretenciosas exhibiciones grotescas gratuítas.

- Expediente X:

Mulder y Scully se las tuvieron tiesas con algunas consecuencias colaterales de los sucesos en la base 731 en los episodios: “731” y “Nisei”

- History Channel:

Imprescindible documental “Unit 731” por  Sheldon H. Harris mostrando la actualidad (cuando se hizo el documental) de la ciudad y con testimonies de ambos bandos.

- Musica:

Slayer tuvieron un recuerdo para las víctimas de Shiro y su escuadrón de médicos de la muerte en la canción “731”. Temazo punktrasher.

-Actualidad (noticia de 2015):


2015-07-23 Spanish. xinhuanet. com
HARBIN, China, 23 jul (Xinhua) -- Fosas de incineración y rastros de explosivos dejados por los invasores japoneses que destruyeron evidencia fueron hallados entre los escombros del cuartel general de la Unidad 731 tristemente célebre en Harbin, capital de la provincia de Heilongjiang, noreste de China, dijeron hoy los investigadores.
Los nuevos hallazgos se hicieron durante una operación para destruir un laboratorio bacteriológico e incinerar instalaciones experimentales en el lugar, dijeron investigadores del Instituto Provincial de Reliquias Culturales y Arqueología de Heilongjiang.
A partir de los hallazgos se cree que el ejército japonés intentó destruir evidencia de los crímenes antes de la retirada, dijo Li Chenqi, un investigador del instituto.
Más de 1.000 reliquias fueron desenterradas del sitio de la Unidad 731 en los dos años pasados, dijo el departamento de cultura provincial. Los objetos, principalmente recipientes de metal y vidrio y piezas de cerámica, fueron descubiertos cuando trabajadores realizaban excavaciones en un área de 15.337 metros cuadrados en el área.
En el sitio existieron un laboratorio bacteriológico y una prisión utilizada para mantener a la gente que era sometida a experimentos biológicos, agregó el departamento.
La Unidad 731 fue una base de investigación de guerra biológica y química establecida en Harbin en 1935 como centro de la guerra biológica que lanzó Japón en China y en Asia del Sudeste durante la Segunda Guerra Mundial. Los invasores japoneses en retirada hicieron estallar la base cuando la Unión Soviética ocupó Harbin en 1945.










Calidad cinematográfica:  9


Psicotronia:  7


Gore:  8

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