jueves, 11 de septiembre de 2014

CHOCOLATE (2008)




Dir.:  Prachya Pinkaew

Thailandia.- 110 / 92  Min.- Color.

Acción / drama / artes marciales

35 Mm.- Digital

Sonido: Dolby digital

Música:  Nimit Jitranon, Rochan Madicar, Korrakot Sittivash

Prod.: Prachya Prinkaev, Tech Akarapol






Intérpretes: JeeJa Yanin (Zen), Hiroshi Abe (Masashi), Pongpat Wachirabungjong (Nº 8), Taphon Phopwandee (Mangmoon), Ammara Siripong (Zin), Dechawut Chunkataro (Priscilla), Hiro Sano (Ryo), Kittitat Kowahagul (luchador epiléptico)…

Prachya Pinkaew se dio a conocer para los aficionados al cine de artes marciales con la película “Ong Bak” (2003) que sirvió también para encumbrar a su protagonista Tony Jaa. Debo revisar este film porque aunque me dejó buen sabor no lo recuerdo bien. A saber en qué circunstancias lo vi.

En 2005 repite con Tony Jaa y realiza “Thai dragon” que obtiene muy buenas críticas y que no he visto cosa que también tendré que remediar.
Su siguiente film fue “Chocolate” y desde luego que responde a las expectativas creadas.

La historia cuenta como Zin, una mujer que trabaja para la familia de gangsters de Nº 8, se enamora de un pistolero de otra banda y queda embarazada. Masashi, su chico tiene que marchar a Japon por orden de Nº 8 que desaprueba la relación. 






Zin deja el mundo del crimen y se dedica a tiempo completo a su hijita Zen. La niña es autista pero desarrolla una habilidad especial para imitar lo que ve a su alrededor y en la TV. Incluso en los video juegos.

La madre cae enferma e ingresa en un hospital dejando a su hija con Mangmoon, un chico buscavidas con quien mantienen una relación sobre la que no estoy seguro si es solamente de amistad o les une algún parentesco familiar.

La cuestión es que no tienen dinero para pagar el tratamiento de su madre y después de intentar conseguirlo exhibiendo en la calle ante la gente las habilidades de Zen encuentran un libro de notas de Zin donde hay apuntadas una relación de hijoputas que le deben dinero.



Zen decide ir a visitarlos uno por uno para cobrar las deudas que mantienen con su madre. Pero son tipos que están bajo la protección de Nº 8 y éste no va a permitir que su autoridad sobre los bajos fondos sea cuestionada.




Vale, aparentemente no es el argumento más original del mundo pero la película está sembrada de matices que la hacen muy atractiva. El director parece que gusta de mostrar historias de personajes humildes que tratan de salir adelante en la marginalidad. La relación entre Zen, su madre y Mangmoon es fantástica, tratada con mucha ternura, drama, humor y patetismo en ocasiones. Especialmente en los duros momentos que atraviesa Zin durante la terapia.

Nº 8 es el típico cabronazo líder de un clan Yakuza pero en “Chocolate” se introduce una particularidad muy especial tailandesa: sus sicarios son “ladyboys”, que como ya sabemos son lindas señoritas con sorpresa entre las piernas.





Sin duda la parte más endeble del guión es el comienzo, la que nos cuenta las actividades del grupo mafioso y la relación nunca suficientemente aclarada entre Nº 8 y Zin. Bastante floja y a años luz de lo que podríamos encontrar en una película de Hong Kong dirigida por Jon Woo o Ringo Lam.

La realización del film es visualmente deslumbrante. Preciosista hasta cuando desciende a los ambientes más sórdidos. Cuidando la iluminación y el color para transmitir en cada momento la atmósfera más propicia.

Los 110 minutos que dura la película no aburren sino más bien lo contrario, te van enredando en la historia hasta que cuando te das cuenta estás atrapado en una montaña rusa de sensaciones que se va acelerando hasta llegar a un explosivo final.

Claramente Pinkaew nos ofrece su particular homenaje a obras fetiche de la cultura cinematográfica del combate oriental. Zen aprende sus métodos de lucha de las películas de Bruce Lee, Jackie Chan o Sonny Chiba. No es casualidad que su primera batalla seria sea en una fábrica de hielo como en “Karate a muerte en Bakngkok” (1971).

Tampoco falta un hiperbólico homenaje a “Kill Bill Vol.I” (2003), una de las películas de este género más importantes de los últimos años que a su vez homenajeaba al clásico “Lady Snowblood” (1973).



Pero para mi el gran hallazgo de “Chocolate” es la batalla final en las cornisas de la finca. Dejamos los homenajes al cine para contemplar un video juego con imagen y personajes reales. Asombroso. Hay que verlo para creerlo.





Una excelente banda sonora tecno subraya impecablemente el clima de cada momento del film. Desde los ritmos mas sosegados hasta los más próximos al hardcore.

En la imagen final al director se le va un poco la pinza. Aceptamos el tema de la superheroina autista pero después de ver los prodigios de los que ha sido capaz no la puedes mostrar como una minusválida que apenas puede caminar derecha. Tampoco pasa nada, es parte del festival psicotrónico al que hemos asistido, puro cómic en algunos momentos.

¿Y que decir de JeeJa Yanin? ¿Dónde estaba este prodigio de mujer hasta que se realizó esta película? Al espectador que no se le caiga la baba con su exhibición es que no tiene entrañas.

Atención a las tomas falsas donde podemos apreciar que la realización de una película como esta no es ninguna broma ni para los actores ni para los especialistas.

“Chocolate” es un delirio de visión obligatoria para los aficionados a este género cinematográfico.


Notas:

JeeJa Yanin nació en Bangkok el 31 de marzo del 84. Cinturón negro 3º dan de taekwondo aportó a las coreografías de su personaje en “Chocolate” elementos de Muay Thai y Thai Boxing. En “Chocolate 2” compartirá protagonismo con Tony Jaa.








Calidad cinematográfica:  8


Psicotronia:  8


Gore:  6

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