lunes, 6 de febrero de 2017

UPSTREAM COLOR (2013)



Dir.: Shane Carruth
Ciencia Ficción / Drama
USA.- 96 Minutos.- Color
Sonido: Estéreo
Música: Shane Carruth
Imagen: 2.35 : 1.- Video digital
F.X.: Bongani Mlambo; Jeff Walker; Tom Walker; Heather Henry;
Fotografía: Shane Carruth
Guión: Shane Carruth
Producción: Meredith Burke; Shane Carruth; Casey Gooden; Toby Halbrooks; Ben LeClair
Prod. Co.: erbp
Presupuesto: 50.000 $ aprox.
Recaudación: 450.000 $ (USA Junio 2013)
Frase Promocional: “Mind-Blowing! Plunges audiences into a realm of unkown pleasures”;  “Elegant, joyous, overwhelming, thrilling”;

 “A Strikingly beautiful film”; “Bewitching breathtaking and brilliant”; “Lifecicles of an angeless organism”; “You can force your story`shape but the color will always bloom upstream".
Frase Promocional España: “Las escenas se entrelazan en exquisitas composiciones sonoras y visuales creando una experiencia emocional profunda” “La película americana más imaginativa visualmente desde Cabeza Borradora de David Lynch”
Calificación moral: USA No Calificada.- España No recomendado menores de 12 años


Intérpretes: Amy Seimeitz (Kris);  Shane Carruth (Jeff); Andrew Sensenig (Sampler); Mollie Milligan (Maggie); Thiago Martins (Thief); Andreon Watson (Peter); Myle McGee (Monty); Kathy Carruth (Orchid Mother); Meredith Burke (Orchid Daughter); Ashton Miramontes (Lucas); Frank Mosley (Husband); Carolyn King (Wife); Kerry McCormick (OBGYN); Marco Antonio Rodriguez (MRI Tech); Brina Palencia (Woman in Club); Lynn Blackburn (HR Manager); John Walpole (Bank Investigator); Dave Little (Veterinarian #1); Julie Mayfield (Veterinarian #2)


“Upstream Color” es el segundo largometraje de Shane Carruth, cineasta, músico, estudioso de ciencias matemáticas y desarrollador de software y simuladores de vuelo. "Primer" fue su primera, complicada pero alabada por la crítica. Carruth, hombre meticuloso tarda nueve años en presentar su segundo film y si su primer trabajo era espeso éste que vamos a comentar no se queda atrás.


Argumento: 

Kris una noche es asaltada en un pub por un desconocido que introduce en su cuerpo un parásito que anula su voluntad. Arruinada y abandonada debe rehacer su vida. En uno de sus habituales desplazamientos en metro conoce a Jeff. Entre ellos se produce un singular acercamiento que derivará en relación. Poco a poco descubren que tienen muchas cosas en común de una forma que les sorprende y no acaban de entender.








“Upstream Color” tiene el gran aliciente de ser un film interactivo. El espectador puede generar en su mente imágenes que se intercalan con las que percibe en la película durante los pasajes del visionado en los que se ve atrapado por el sueño.

Bromas aparte el gran problema con esta película es que a partir de cierto momento el ritmo se vuelve muy cansino y no es fácil verla del tirón. El desarrollo narrativo es lento y la acción reiterativa y pausada.

Esta no es una película convencional. Tiene un buen arranque en el que vemos a un tipo en un discreto barrio apartado de la ciudad buscar gusanos entre las raíces de unas orquídeas. Los manipula para conseguir de ellos una esencia que produce extraños efectos en seres vivos más desarrollados. Unos jóvenes aprovechan sus efectos para practicar unos curiosos juegos de sincronía entre dos personas. Como si hicieran tai-chi o intercambiaran a gran velocidad técnicas del arte marcial wing-chung.

Invadimos después la vida de Kris que se ve sometida en su propia casa como en trance hipnótico. Puede parecer que estamos ante un sofisticado thriller pero no, esto es territorio Cronenberg. La chica desarrolla en su interior una especie de tenia (solitaria) que va a condicionar el resto de su vida.
Cuando se libera del estado de sumisión la única forma que tendrá de librarse de su inquilino será acudiendo como un zombi a la llamada del sonido que emiten los altavoces de un personaje que llamaremos “El granjero” (“The Sampler” en el original).






Este señor se dedica a fabricar sonidos a partir de los que con sus aparatos toma prestados de la naturaleza. Los que atraen a Kris como una zombie hacia su caravana tienen la cualidad de enervar a los platelmintos y a otros bichos invertebrados como las lombrices de una forma que nos recuerda a “No Profanar el Sueño de los Muertos” (1974).

Desde este momento la película se centra en la relación de la chica con Jeff emprendiendo un viaje de idas y venidas que por momento se hace desesperante e interminable pareciendo que no pasa nada aunque el director nos haga llegar constantes mensajes de forma unas veces metafórica y otras crípticamente sugeridos.





No vamos a pretender explicar la película porque no sabríamos. 

El aspecto formal del film es impecable, con la fotografía digital obra del propio Carruth precisa y amplia que no escatima en detalles. La música sugestiva e hipnótica es también creación del director. Autor del guión y protagonista en el papel de Jeff, controla todos los detalles para que el resultado final de la obra se aproxime al máximo a su idea original.

En cuarenta días y con 50.000 dólares Carruth completa esta película. Es admirable porque aunque se le pueda echar en cara la parsimonia en algunos pasajes el resultado final es de una gran belleza y densidad de ideas.

Vemos claros paralelismos entre las conductas de los gorrinos de la granja y las de los personajes como con la forzada y singular forma en que ligan Jeff y Kris. Sus vidas parece que se desarrollen como acorde a unos patrónes de los que no se pueden desprender.

El granjero parece que supervisa a su ganado porcino y humano que comparte una conciencia creada y dirigida por él mismo. Mientras él los observa, Kris y Jeff juegan en el metro a adivinar las vidas de otros pasajeros.






Las imágenes de espacios abiertos, blancos, luminosos que se vuelven claustrofóbicos y aterradores produciendo paranoia nos recuerdan al cine de ciencia ficción de los años setenta. No hace falta gastar millones de dólares para crear fascinantes universos fantásticos.

De la paranoia nace el resurgir de un impulso ancestral que lucha por salir y rebelarse aunque esto signifique cortar el cordón umbilical. Volver a la esencia identificándonos con la naturaleza de la que venimos y a la que hemos de volver como sucede con el nematodo. Tierra, planta, carne, agua… Es una clave para entender el mensaje del film las referencias al libro “Walden” de Henry David Thoreau.






Momentos a destacar:

- Los fascinantes efectos físicos que produce el organismo invasor en el cuerpo de Kris que sobre la cama desarrolla unos movimientos acordes a los del gusano en una secuencia que seguro Cronenberg ha debido aplaudir si ha visto la película de tan aventajado discípulo.

- El traspaso desde el cuerpo huésped hasta el del cochino en el cobertizo del granjero. Le da a beber a la chica algo parecido a leche lo que sugiere la leyenda urbana de que para que un infectado expulse la solitaria se le debe acercar un recipiente con leche ya que el parásito es atraído por el aroma del líquido alimento.

- El estado de confusión permanente en el que Kris y Jeff viven su relación

- La búsqueda y manipulación de las larvas por el misterioso individuo que se dedica a cazar víctimas propicias.

“Upstream Color” es un gran film. Complejo y rebosante de matices pero difícil y lento. Tal vez le sobran veinte minutos pero vale la pena hacer el esfuerzo.










Calidad Cinematográfica: 7

Psicotronia:  7

Gore: 5,5













Notas:

- La ópera prima de Carruth “Primer” (2004) podría haber sido el germen para la idea de la popular serie “The Big Bang Theory” (2007), con cuatro amigos ingenieros que desarrollan proyectos en el garaje de uno de ellos situado en la localidad de Cooper (Dallas, Texas). Esta es una impresión bastante aventurada por mi parte ya que no he visto todavía la película pero tanta casualidad resulta algo más que sospechosa.

- En 2015 la cadena Netfix emitió la serie “Jessica Jones”. Viendo “Upstream Color” no puedo evitar acordarme del “Hombre Púrpura” (“Killgrave”) interpretado por David Tennant personaje que puede controlar la voluntad de otras personas.

- “Vinieron de dentro de…” (1975) es un clásico de David Cronenberg en el que unos gusanos se introducen en las personas anulando su raciocinio y convirtiéndoles en zombies hambrientos de sexo.

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