miércoles, 1 de enero de 2014

NO PROFANAR EL SUEÑO DE LOS MUERTOS.- JORGE GRAU.- 1974







Terror. España/Italia. 93 minutos.


Color (Eastmancolor). 


Estéreo 4 pistas. 35 Mm.


Música:  Giuliano Sorgini. 


FX: Maestro Gianetto De Rossi




Intérpretes: Ray Lovelock, Cristina Galbo, Jeannine Mestre, Arthur Kennedy, Aldo Massaro, Jose Lifante, Fernando Hilbeck, Vicente Vega, Isabel Mestres…


Recuerdo que vi esta película como parte del ciclo de películas de terror que presentaba en  a principios de los 80.Televisión Española el gran Narciso Ibañez Serrador , “Mis terrores favoritos”. El advirtió durante su particular introducción,  lavándose las manos con sangre,  que era una película bastante fuerte. Y vaya si lo fue, al día siguiente no se hablaba de otra cosa en el colegio o en cualquier otro sitio. Zombis caníbales por la tele en unos años en los que lo más violento que podíamos ver por televisión era la serie Starsky y Hutch.

Pero este film además de un repertorio de escenas  que dejaban poco a la imaginación consigue momentos verdaderamente angustiosos combinando la herencia de George A. Romero con el particular universo de Jorge Grau. El director catalán siempre buscó envolver sus películas con aires de progresismo y mensaje pero sin el talento de Vicente Aranda o la comicidad (a veces involuntaria) de Eloy de La Iglesia consiguiendo productos comerciales pero incómodos por sus altas dosis de morbo que los situan claramente en los terrenos de la psicotronia.


No profanar el sueño de los muertos es una producción hispano italiana ambientada en el Reino Unido. De esta particular combinación tenemos escenarios y paisajes muy atractivos y unos personajes que esparcen caspa latina en cada interpretación y diálogo por mucho que el guionista se sirviera de expresiones como “muñeca” o “Weekend” para los diálogos o haga constantes referencias al entorno británico. Recuerda más a las historietas de Sir Tim O´theo que a las producciones Hammer.

El plantel de actores es muy competente, desde el italiano Ray Lovelock curtido en spaghetti-policiacos, el  brillante secundario Arthur Kennedy que encarna al inspector, los zombies patrios Fernando Hilbeck y Jose Lifante, la todoterreno Cristina Galbo, Jeannine Mestre de formación teatral clásica y un pequeño pero memorable papel para la sensual Isabel Mestres que comenzaba con “No Profanar…” una ascendente carrera hacia el éxito.

La coartada argumental pretende ser ecologista:  los muertos se levantan irritados y agresivos por causa de una máquina de ultrasonidos contratada para exterminar plagas de insectos y pequeños animales perniciosos para la agricultura.

No está mal, pero ya me explicarán que tiene que ver esta premisa conque después los zombies que primero se han levantado por los efectos nocivos de la tecnología sobre los sistemas nerviosos primarios transmitan la capacidad de levantarse a otros muertos restregándoles los ojos con sangre fresca, que no aparezca su imagen en fotografías o que conviertan en no muertos a los vivos que han sido mordidos por algún zombi.













Da igual. La cuestión es que la película te va atrapando poco a poco mediante una doble intriga propiciada por un comisario hijo puta y reaccionario que está convencido de que la pareja protagonista es la culpable de todos los crímenes mientras que el chico bueno intenta desesperadamente detener la catástrofe.
















 El pulp policiaco deja paso al terror puro cuando visitan el cementerio para asegurarse de que el primer zombi con el que se tropezaron está realmente muerto. Es durante este pasaje cuando ya nos damos cuenta de que el realizador no está de broma y tenemos los momentos más brillantes y terroríficos del film.













A partir de este punto ya la película entra en un ritmo frenético de pesadilla con persecuciones, suspense, un sangriento clímax en el hospital y un delicioso epílogo totalmente pesimista aunque algo previsible.













Vista ahora, la película ya no me impacta tanto como cuando la vi siendo un crío pero todavía es muy disfrutable y puede ser considerada sin problemas un clásico del género zombie y un producto de culto por sus particulares características.

La versión de 92 minutos está bien pero da la impresión de que le falte alguna escena. Creo que hay una de 95 m. y una edición especial en DVD.










CALIDAD CINEMATOGRÁFICA:      7


PSICOTRONIA:                                7


GORE:                                              7





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