viernes, 27 de diciembre de 2013

FUNNY GAMES.- MICHAEL HANEKE.- (1997)










Austria. Color. Dolby Digital. 

108 minutos.Thriller. Drama. Ensayo.

Intérpretes:  Susanne Lothar, 

UlrichMühe, Arno Frisch, Frank Giering, 

Stefan Clapczynski...










“Funny Games” es una película que desde su estreno y presentación en festivales internacionales viene acompañada de un aura de tremendismo.


A veces te encuentras con alguien que dice conocerla y le preguntas
-Y ¿qué te pareció?
- Uf, que película más fuerte, es superviolenta, yo casi no la pude aguantar entera
Y yo pienso
-Pero… ¿se puede ser más gilipollas?
Y es que probablemente ni siquiera la ha visto.


Porque en “Funny Games” apenas podemos ver alguna escena impactante. Toda la violencia ocurre fuera de plano. Quien espere encontrarse una película “fuerte” se llevará un buen chasco.

Esta película no es para nada un film convencional como su director tampoco lo es. El cine de Haneke es visualmente grandioso y argumentalmente complejo, atrevido e innovador. Haneke se mueve en terrenos próximos a Lars Von Trier pero dentro de unos cánones más clásicos. Es preciosista, sólido, denso como Bergman y también sarcástico y surrealista como Polanski o Buñuel.

En “Funny Games” se apropia de los esquemas del cine negro para construir sobre un tablero que es el propio film un juego que permite desmontar y reflexionar los mecanismos de la violencia en el cine o en TV. Los jugadores son el espectador, el director, los personajes… y gana quien hace trampa.

Con la primera escena viene el primer juego, un matrimonio de clase media alta viajan en su todoterreno camino de su casa de verano que se encuentra en una especie de zona residencial de segundas viviendas en el bosque pegado a un lago. Un sitio exquisito rodeado de naturaleza. Anna y Georg juegan a identificar la pieza musical que cada uno pone alternativamente en el CD. Desde este momento cada secuencia es una prueba, una toma de decisión, una pregunta o una adivinanza.















Ya desde la llegada a las proximidades de la casa la situación se vuelve confusa. En la distancia no consiguen identificar a las personas conocidas pero llegan a la casa y mientras Georg y Schorschi van al lago a intentar montar el barco Anna se queda para ordenar las cosas y preparar la comida. Entonces aparece Peter, un chico desconocido pero que inmediatamente con sus buenos modales se gana la confianza de Anna y entra con ella hasta la cocina con la excusa de pedir unos huevos prestados para una amiga comun. 















Poco después entra en escena Paul y la situación empieza a ponerse incómoda Anna se siente acorralada por el juego que se traen los chicos que no consigue entender. Llegan Georg y Schorschi. El cabeza de familia intenta reconducir la situación de buenas maneras hasta que se ve obligado dejar a un lado la educación lo que provocará que Paul le golpee la rodilla con un palo de golf. Ahora los intrusos están al mando de la situación y empieza el juego según sus reglas.

Parece que a Haneke le interesa incidir en esta cuestión ¿cómo se desenvuelve una persona bien educada y perfectamente integrada en su entorno social cuando se encuentra aislada, sin recurso al orden o la ley, sin armas,  teniendo que enfrentarse a un enemigo que no está retenido por ninguna regla y ninguna moral? El recinto que debía ser para el esparcimiento y el descanso se convierte en un encierro, el territorio de caza para el depredador.


En “El tiempo del lobo” (2003) el director retomó el tema abiertamente y sin ninguna cortapisa situando a una madre y a sus hijos en una situación de desastre que no se nos llega a explicar en ningún momento y teniendo que unirse a gente que lucha por la supervivencia teniendo que conformar una nueva sociedad desde cero. Otro peliculón.

















El resto de “Funny Games” transcurre prácticamente en el interior de la casa sobre el permanente tira y afloja entre la familia secuestrada y los captores, astutos, cerebrales y seguros de si mismos. Apenas hay emoción en ellos. Todo es un juego y el padecimiento de sus víctimas no les preocupa lo más mínimo.


Aunque la película es larga no se aprecia lo más mínimo porque el suspense está perfectamente llevado y los engranajes de desafíos, pruebas, preguntas, respuestas mantienen al espectador enganchado todo el tiempo.

Fabulosas las secuencias de la escapada del niño. Por destacar algo de una película tan especial y tan bien realizada de la que es difícil resaltar algo.

La escena del padre incapacitado intentando hacer funcionar el móvil aireándolo con el secador de pelo es una imagen abiertamente surrealista como lo será después la secuencia del mando a distancia.


El final abierto para que siga el juego sólo concluye cuando el director decide terminar la partida. ¿La ficción es realidad?





Nota: En 2007 Michael Haneke realizó la misma película en los EEUU hablada en inglés y con actores y equipo americanos. Siendo lo mismo, la primera impresión es la que vale. Yo me quedo con la austriaca.










Calidad cinematográfica:    9


Psicotronia:   8


Gore:   3


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