“Frozen”
Dir.: Jennifer Lee, Chris
Buck.
EE.UU.- 102 Min.
Dibujos Animados 3D / Disney
Color.- Dolby / Datasat
35 Mm. Digital / 3D
2.24:1 / 2.39:1 (Pantalla grande)
Guión: Jennifer Lee, Chris
Buck, Shane Morris, Dean Wellins…
Producción: Peter Del Vecho, John Lasseter, Aimee Scribner.
Prod. Co.: Walt Disney Animation Studios, Walt Disney
Pictures.
Las producciones Disney son éxito seguro mientras se
mantienen fieles a sus “principios”. Cuando se salen de la ñoñería y los
tópicos habituales han conseguido fracasos históricos como “El Planeta del
Tesoro” (2002) o resultados de discreta
solvencia como “Wall-E” (2008). Paradójicamente estos films de triste carrera
comercial obtuvieron buen respaldo de la crítica.
“Frozen” si que cabe en los parámetros de identidad de la casa. El mayor pelotazo de
la compañía en los últimos años. Realizada con un presupuesto de 150 millones
de dólares (que se dice pronto) en menos de un año había recaudado 500 millones
solamente en Estados Unidos y más de 1.000 en todo el mundo. Sin contar el
merchadising.
Precisamente la razón por la que me decidí a ver esta
fantasía congelada fue tratar de entender porque ha causado tanta sensación en
los niños, especialmente en las niñas, capaces de descubrir una jarra, un
calcetín, unos cromos o cualquier artículo impreso con la cara de las
protagonistas a varios kilómetros de distancia y aunque esté escondido entre una
montaña de género variado sin relación alguna con la película que las tiene
hechizadas.
El argumento es el siguiente:
Elsa y Ana son princesas de Arandelle, una próspera tierra
en la costa sur de Noruega de gélidos y nevados inviernos. Elsa tiene las
habilidades mágicas (o el poder mutante) de crear frío, hielo, ventiscas…. Una
mañana siendo niñas Elsa accidentalmente golpea con su magia a su hermana en la
cabeza. Sus padres los reyes incapaces de solucionar el problema la llevan a lo
profundo del bosque donde viven lo trolls que la curan con sus facultades
sobrenaturales pero les advierten que si el daño causado en Ana hubiera sido en
el corazón probablemente no hubieran podido hacer nada por ella.
Pasan los años. Los regentes de la ciudad ya fallecieron y
llega la fecha en que la primogénita Elsa va a ser coronada reína al haber
alcanzado la mayoría de edad. Ha vivido en reclusión temerosa de causar daño
con su poder en un descuido.
Durante los momentos previos Ana conoce al
príncipe Hans que conquista el favor de la chica hasta el punto de que deciden
contraer matrimonio.
Pero Elsa se niega a dar la bendición para que se casen
pues lo considera precipitado. Las chicas discuten y la joven regente pierde el
control liberándose sus poderes de una forma tan espectacular como temible.
Asustada huye hacia el bosque dejando Arandelle cubierta por el frío y la nieve
de un invierno permanente.
Junto a una montaña construye un palacio de hielo y una
proyección subconsciente da vida un muñeco de nieve que le hace compañía, le
recuerda su origen y ejerce de conciencia.
Ana llevada por su carácter impulsivo y valiente marcha a
buscarla dejando el reino a cargo de su nuevo amigo Hans.
Tras ellas parten unos soldados a la orden de un comerciante
interesado en que Elsa nunca vuelva para quedarse con el monopolio de las
riquezas de Arandelle.
La hermana pequeña durante el trayecto conoce a Kristoff, un
joven rústico y humilde que la acompañará al castillo de Elsa. Alli se
desencadena la tragedia cuando los poderes de la reina del hielo dañan el
corazón de Ana.
Pues esto es lo que hay: princesas, aventura, sacrificio,
amor verdadero, amor falso, reyes generosos y un pueblo que les quiere mucho…
Uno se pregunta ¿no hay otra fórmula para llenar los cines
de niños? Hemos visto que si con “Los increíbles” (2004), “Cars” (2006) o “Toy
Story” (1995) pero estás son películas que conquistan más a los pequeños
espectadores de género masculino. A las niñas hay que darles princesas. ¿?.
Lógicamente a una niña (a no ser que sea Lisa Simpson) no le
vas a presentar un escenario de fantasía en una república federal constitucional
aunque sea la nación original de los productos Disney.
Pero sin embargo los
protagonistas se comportan como adolescentes de Sitcom Disney Channel aunque
pertenezcan a una familia real de Noruega en la Edad Media. Ana reúne todos los
elementos característicos que encontraríamos en Hanna Montana o April Lavigne.
Tampoco vamos a buscar lógica en que una adolescente recién
coronada reína vaya a vivir sola en un castillo de hielo. Se supone que
necesitará alimentarse y conseguir artículos necesarios como compresas.
O que Ana deje el destino del reino en manos de un chico
guapo al que ha conocido pocas horas antes. ¿no habían ministros, validos y
consejeros en Arandelle?
Tópicos a mansalva. Todo es previsible. El final con el
protagonista encarcelado por el usurpador y los salvamentos de última hora los
hemos visto infinidad de veces.
Dejando aparte estas puntillosas consideraciones lo cierto
es que “Frozen” es un espectáculo impresionante de animación 3D. Vistoso,
colorista, ágil, dinámico, divertido, emotivo sin caer demasiado en la
sensibilería. Con las canciones justas para no cortar el ritmo narrativo. Verlo
en el cine tiene que ser toda una experiencia.
El movimiento y la expresividad
de los personajes es asombroso. Ana se lleva la palma, creada para enamorar al
espectador sin duda lo consigue.
Con este tipo de películas siempre me parece curioso el
intento de conseguir el máximo realismo posible ¿porqué no rodar directamente
en imagen real? si se han gastado 150 millones…
Mi secuencia favorita es la del principio con los gigantones
cortando los bloques de hielo, un claro guiño al Disney más clásico.
Después destacan la creación del castillo de Elsa, el asalto
o el viaje en trineo de Ana y Kristoff.
Los números musicales son todos buenos destacando “For the
First Time in Forever” (Por Primera Vez en Años), “Let it Go” (Libre Soy) y el
de Olaf “In Summer” (En Verano). Recomiendo la banda sonora en versión latina
con Carmen Sarahí y Romina Marroquin, muy superior a la española.
“Frozen” es un espectáculo magnífico y muy disfrutable si
bajas el listón crítico sobre contenidos a cuando tenías cinco años. A las
niñas las vuelve locas. A las madres también cuando se han visto obligadas a
verla diecisiete mil veces.
NOTAS:
Para los que buscan mensajes guarros en las películas Disney
-“Let It Go” puede tener un significado bastante ambiguo. Tal
vez por eso se le añade al título de la canción “Sing Along”
-Cuando van juntos en el trineo Kristoff le pregunta a Ana si
conoce el número que calza Hans. Ella le responde “El tamaño del pie no importa”.
Esto es en la versión doblada al español, no sé si será igual en la original en
inglés.
Calidad cinematográfica: 6
Psicotronia: 5
Gore: 0
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