Dir.: Carlos Iglesias
España / Suiza
Comedia .- 99 Min.
Color.- Scope.
Dolby Digital
Música:
Mario de Benito
Maquillaje: Jose Quetglas
Guión:
Carlos Iglesias
Fotografía:
Paco Sanchez Polo
Producción:
Jaime Gona, Juan Gona, Joël Louis Jent, Karin Koch, Tote Trenas.
Prod. Co.:
Gonafilm, Dschoint Ventschr Filmproduktion AG.
Intérpretes:
Carlos Iglesias (Martin), Nieve de medina (Pilar), Javier Gutierrez
(Marcos), Angela Del Salto (Mari Carmen), Adrian Exposito (Pablo), Luisber
Santiago (Juan), Isabel Blanco (Hanna), Isabelle Stoffel (Erika), Eloisa Vargas
(Luisa), Roberto Alvarez (Arturo), Aldo Sebastianelli (Tonino), Iñaki Guevara
(Rafa), Esther Regina (Puri), Roberto Hijon (Rene), Lolita Flores (Antoñita De
La Puebla), Marta Puig (Gloria), Tina Sainz (Hortensia), Fabia Brunner (Maria),
Jorge Roelas (Padre Anselmo), Anahí Beholi (Rita), Alexandra Nicod Rickenbacher
(Alexandra), Claudia Mai (Lucia), Roberto Martinez (Pietro), Enrique Bermudez
(Marquitos), Christian Landmesser (Hans), Sigfrid Monleon (Portero), Natasha Canevasci
(Karla), Elhadji Diop (Doctor negro)…
Esta es la tercera película del actor Carlos
Iglesias y es continuación de la que fue su debut como director, la
extraordinaria “Un Franco, 14 Pesetas” (2006), una crónica de lo que fue la
emigración en la España de los 60.
Acompañamos a Juan y a Pablo, hijo de Martin, quienes
viajan a donde siete años atrás fueron sus padre y su amigo Marcos en busca de
un futuro para sus familias. Martin volvió a Madrid pero Marcos se quedó en
Uzwill. Ha tenido un segundo hijo y espera a su familia y a sus amigos de España
para la celebración del bautizo.
Los chicos descubren un mundo diferente al que
conocen y se alojan con una familia pseudo hippie en cuya compañía fácilmente se
integran en el entorno y costumbres.
Poco a poco se van reuniendo en Suiza los
familiares y amistades llegados para el evento mostrando sus añoranzas y
preocupaciones.
Carlos Iglesias en esta película trata de
crear una comedia coral al estilo de Berlanga y Azcona que le sirve para
reflejar la idiosincrasia de la sociedad española a través de los contrastes
con la de allende los Pirineos.
Repiten todos los actores de “ Un Franco…” que
mantienen el excelente nivel destacando otra vez Carlos Iglesias, Javier Gutierrez,
Nieve de Medina yAngela del Salto más la estimulante incorporación de los
jóvenes AdrianExposito y Luisber Santiago.
Lolita como de costumbre muy bien haciendo un
breve papel autoparódico.
No se consigue redondear la historia en el
aspecto formal. Le falta un poco de fluidez al principio mostrando a los
diferentes personajes pero se va hilvanando una vez llegan primero los
muchachos a Suiza y Martin y su esposa después.
Los chicos van perdiendo su provinciana
inocencia con naturalidad.
Los mayores cargan con complejos, envidias,
falsas apariencias y mala educación.
Todo se muestra con la particular campechanía
del director, una comicidad amable pero altamente caústica.
El momento álgido de la película es el convite
donde se relajan los modales y todo el mundo se presenta como es. Se desatan
las pasiones y la gente se confiesa. El carácter español se muestra alegre,
ruidoso y cautiva al entorno que se apuntan al jolgorio.
Es muy gracioso el personaje del cura (Jorge
Roelas), muy brillante como termina la fiesta cantando saetas como un poseído.
Los que no quedan muy bien parados en la
historia son los italianos. Martin rechaza la posibilidad de un trabajo por
mantener la dignidad.
Simpática la anécdota de como las personas
mayores, las suegras, son capaces de buscarse la vida con sus recursos para la sociabilidad, su instinto de supervivencia y la experiencia de la edad.
Es un apunte interesante el de que en
cualquier parte del mundo un español se puede tropezar por sorpresa con alguien
de su mismo barrio sin haberlo planeado.
La última bomba subterránea que contiene la
película es cuando el evasor de capital que acompaña a Luisa se siente
defraudado porque la honradez de los suizos no se corresponde con su buena
fama. El mismo como delincuente que es debería pensárselo dos veces antes de
cuestionar el carácter helvético y así caería en la cuenta de que se la han metido doblada.
Y esto nos lleva a la secuencia final. Juan y
Pablo de vuelta en España arrepentidos de no haberse quedado allí. Se nos muestra de
forma innecesaria para mi entender, como conversan acerca del desenlace de una suceso clave. El
espectador avispado ya se había quedado con la copla, la explicación sobra.
“2 Francos, 40 Pesetas” es una más que digna
sucesión de su antecesora. Cine español de calidad, inteligente y divertido.
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