“Kolobos”
Dir.: Daniel
Liatowitsch, David Todd Ocvirk
USA.- 84
min.- Color
Terror /
Gore
Imagen: 1.85
: 1.- 35 mm.
Sonido:
Dolby Digital
Música: William
Kidd
F.X.: Jason
Collins, Elizabeth Villamarin
Guión: Nne
Ebong, Daniel Liatowitsch, David Todd Ocvirk
Fotografía: Yoram
Astrakhan
Producción:
Dana Altman, Nne Ebong
Prod. Co.: Armitage Pictures
Frase Promocional:
“Nightmares really do come true”
Frase
Promocional España: “Cuando tus pesadillas cobran vida sólo hay una
posibilidad: gritar”
Intérpretes:
Amy Weber (Kyra); Donny Terranova (Tom); Nichole Pelerine (Erica); John Fairlie
(Gary); Promise LaMarco (Tina); Ilia Volok (Sin rostro); Kim Simms Thomas (Dr.
Waldman); Todd Beadle (Dr. Jurgen); Mari Weiss (Lucille); Jonathan Rone (Carl);
Linnea Quigley (Dorothy); Ivan Battee (Det. Byers); Blaine Bolton (Mujer sin
rostro); Jeremy Kendall (Chico en Jeep); Laura Holman (Chica en Jeep); Crystal
Holman (O.R. Doctor); Monique Moral (O.R. Doctor); Joann Wabisca (O.R. Doctor);
Kelly John Okla (Hombre en TV); Laura Walker (Slaughterhouse Casting)
Kyra corre
cubierta de heridas hasta que es golpeada por un coche. Es trasladada a un
hospital donde lentamente se recupera. Su compañera de habitación le lee unos
anuncios por palabras del periódico para distraerla pero uno le provoca un
vendaval de recuerdos, de cómo cuatro jóvenes acudieron a una casa aislada en
el monte para participar en un experimento de cámara oculta. Todo parecía ir
bien hasta que descubrieron que la casa ocultaba unas trampas crueles de las
que no podían escapar porque estaban encerrados.
“Kolobos” es
otro de esos casos de película realizada, escrita y dirigida por tres o cuatro
personas con experiencia escasa o nula en el mundo del cine y que después
tampoco hicieron más películas. Lo normal es que un proyecto como este acabe en
chapuza pero a un servidor le parece que los resultados son estimables teniendo
en cuenta sus limitaciones. Veamos por qué.
Estamos ante
un slasher / home survival de corte moderno porque incorpora recursos como el circuito
cerrado de video. “Tokyo Snuff” (1988) podría ser pionera de este subgénero
presentando a un grupo de periodistas que se meten en una casa para investigar
una grabación de video que les ha llegado en la que se puede ver un supuesto
asesinato. El churro “Alien Abduction” (1998) es otro film de características
similares. “Kolobos” va más en serio entrando abiertamente en lo que podría ser
un “Gran Hermano”. “My Little eye (La cámara secreta)” (2002)
obtendría cierta notoriedad siendo un producto simpático aunque muy mediocre y
“El Experimento” (2001) basada en hechos reales, continua con estos elementos
que ya no sorprenden tanto porque empiezan a ser ya demasiado recurrentes.
“Kolobos”
aunque actualmente está un poco olvidada obtuvo en el Screamfest de 2002 el
premio a los mejores efectos especiales y sus directores el galardón a la mejor
película. La competencia que tuvo no debió de ser demasiado dura. Es un mérito
añadido porque se nota que está realizada con un presupuesto insignificante.
Hay que
destacar el hecho de que esta película necesita una buena edición porque el
fullscreen de la edición en dvd simplemente apesta si lo comparamos con el
widescreen del tráiler que ofrece una imagen mucho mejor y que probablemente
nos haría apreciar mucho más el trabajo de los realizadores.
A partir del
comienzo apreciamos voluntad de hacer las cosas bien. Una de las mejores cosas
de esta obra es la música original, una melodía del estilo de “Tubular Bells” con toques
new age acompañada de unos coros de voces femeninas que se beneficia de un
excelente sonido Dolby Digital. Sirve esta armonía dulce y misteriosa para
acompañar las imágenes de otro de los puntos notables del film, los
impresionantes y macabros dibujos hechos con lápices de colores y carboncillo
por uno de los personajes protagonistas.
En la escena
del atropello empezamos a ver sangre. Llamativo como el agua que sale de una
cañería se confunde al cambiar de plano con la sangre que chorrea sobre el
faro. Hay muchos detalles como este en la película. Y vamos a ver más
hemoglobina.
Los paisajes
de Omaha y Los Angeles son invernales, blancos y nevados. El frío contribuye a
crear lazos entre los personajes.
Tras superar una prueba de video entrevista
acuden a la casa del monte Olympus: Kyra, una chica tímida, muy natural,
artista del dibujo y un poco depresiva; Tina Alvarez, empleada de
hamburguesería, pizpireta y buenorra; Tom, guapete, aspirante a humorista pero
con poca gracia; Erica, pibonazo, estirada, con aires de modelo y actriz
profesional; Gary Robbins, intelectual y cinéfilo.
La llegada a
la casa de los cinco elegidos será familiar para cualquiera que haya visto el
principio de algun “Gran Hermano” de la TV. En este caso la coartada es un
experimento sociológico de convivencia igual que nos contaba Mercedes Mila en
el estreno del programa en España. Justificación que duró poco pues enseguida
quedó en evidencia que se trataba de un mierdoso reality show de la peor
especie.
Volviendo a
la casa de “Kolobos”, los protagonistas tendrían que pasar en la residencia un
fin de semana mientras Carl, el director, estaría fuera vigilando desde una
sala de controles.
Con relativa
facilidad se nos hace sentir empatía con los personajes. Unos nos caen más
simpáticos que otros pero no son estúpidos. No tenemos demasiadas ganas de que
los maten. Esto es un aspecto positivo para una película de terror.
Y es
oportuno en este punto subrayar una de las curiosidades de la película que
consiste en una reflexión sobre el cine de género dentro del cine de género.
Erica para
amenizar la velada nocturna saca de su maleta las cintas de video de la saga
“El Hombre de La Casa de los Horrores” en las que ella es protagonista. Se genera un
debate, Tom dice que es una porquería y Gerry encuentra valores artísticos,
simbolismos y dobles lecturas. El aprendiz de cómico sostiene que son una
versión barata de “Viernes 13” a lo que Erica rebate que es un concepto diferente porque en
el caso de sus películas el asesino es una mujer. Obviamente aquí detectamos un error en el
guión o en la traducción si se hace referencia a "Viernes 13" (1980). Es difícil saberlo porque en estas secuencias también se está
jugando al despiste con el espectador. Los directores saben lo que hacen y la
presencia de una de las más conocidas Scream Queens en el reparto parece
ratificarlo. En “Kolobos” hay una presencia criminal sin rostro y el primer
crimen sucede casi simultáneamente con uno de los que vemos en el video que
están contemplando los protagonistas.
La primera
vez que vi la película reconozco que el suspense me atrapó y la contundencia de
los crímenes contribuyó a intensificar la sensación de desasosiego.
Asesinatos
creativos con gore no muy conseguido pero eficaz y bastante gráfico. Discos de
sierra, navajas de afeitar, hueso tronchado…
Ambiente
clásico de terror que juega con todos los clichés, la oscuridad, las puertas,
el desván, apariciones repentinas, gritos, paranoia, pistas falsas,
claustrofobia etc. Todo lo mejor de la película ocurre en el interior de la casa.
Hay algunas escenas brillantes como la puesta en escena que deja preparado el
criminal con los cadáveres o el regreso de Kyra a su casa donde se genera con
elegancia una atmósfera turbadora sin que ocurra apenas nada pero mostrando
datos sobre la personalidad de su inquilina.
“Kolobos: El
Ultimo Suspiro” es un film de terror correcto y a ratos morboso.
Notas:
- Me temo que
ni los jóvenes protagonistas del experimento ni los directores del film pasaron
la prueba del monte Olympus porque sus carreras en el mundo del cine han sido
bastante breves o nulas. Unicamente el televisivo “sin rostro” Ilia Volok sigue
trabajando y con varios proyectos en la agenda.
- La presencia
de Linnea Quigley es apenas testimonial.
Vamos que si me preguntan ¿en qué escena sale? yo no sabría contestar.
Calidad
Cinematográfica: 6,5
Psicotronia: 8
Gore: 7
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