“The
Innocents”
Dir.: Jack
Clayton
EE. UU. /
Reino Unido
Terror /
Fantasmas
95 / 100
Minutos.- Blanco y Negro.
2.35 : 1.-
35 mm.- Cinemascope
Sonido:
Monoaural
Música:
Georges Auric
Fotografía:
Freddie Francis
Guión:
Novela de Henry James; John Mortimer; William Archibald; Truman Capote.
Maquillaje:
Harold Fletcher
Producción:
Jack Clayton; Albert Fennell
Prod. Co.:
Achilles; Twentieth Century Fox Film Corporation.
Intérpretes:
Deborah Kerr (Miss Giddens); Peter Wyngarde (Peter Quint); Megs Jenkins (Mrs. Grose); Michael
Redgrave (The Uncle); Martin Stephens (Miles); Pamela Franklin (Flora); Clytie
Jessop (Miss Jessel); Isla Cameron (Anna); Eric Woodburn (Cochero)
Hace poco en
el comentario de “Al Morir la Noche” (1945) hacíamos referencia a lo influyente
que habría resultado este film en proyectos posteriores. Así que cabe pensar
que no es casual que nos encontremos seis años después en “Suspense” con
Michael Redgrave en un papel breve pero fundamental, a Georges Auric como
responsable de la música y el blanco y negro para la fotografía. En 1945 ya hacía
tiempo que el cine era en color. Por ejemplo, “Lo que el Viento se Llevó” es de 1939.
“The
Innocents” se estrenó en España en 1963. Supongo que algún responsable de la
censura recomendó que se distribuyera en nuestros cines con un título menos
“sospechoso” para la moral ultracatólica de la época. Porque lo cierto es que
quien no estuviera familiarizado con el relato original de Henry James “Otra
Vuelta de Tuerca” podría no ver en la película algo más que una bella y
escalofriante historia de fantasmas. En Italia también se rebautizó como “Suspense”.
Tal vez solo fue una cuestión puramente comercial y vemos ectoplasmas donde no
los hay.
La señorita Giddens
es hija de un pastor anglicano que ama a los niños ante todo. Esas son las
credenciales que le presenta al tío de Miles (Michel en la versión española) y
Flora para intentar acceder al puesto vacante de institutriz. El hombre quiere
desentenderse de sus sobrinos y que no sean obstáculo para su vida licenciosa
de solterón adinerado.
Contratada
emprende viaje hacia la finca campestre donde residen los niños. Las posesiones
del tío son impresionantes, una residencia con una extensión cuyos límites no
se pueden abarcar con la vista, con un lago navegable, todo ello entorno a una
mansión inmensa y señorial.
La recibe
Mrs. Grose, ama de llaves, que la pone al corriente de todo lo relacionado con
la casa y sus habitantes. Pronto conoce a la niña Flora. Miles llegará pronto
expulsado del colegio.
La nueva
institutriz intuye que hay cosas que no le han contado. Cree sentir presencias
en la casa y alrededores y un comportamiento extraño en la niña. La llegada de
Miles hará que se acentúe esa sensación de distante complicidad y secretismo
que tienen los hermanos. Sonsacando a Mrs. Grose descubre que la anterior y
fallecida institutriz mantenía una relación amorosa con el cochero también
fallecido, con unos comportamientos que no pasaban desapercibidos a los niños.
Miss Giddens
empieza a sospechar que la esencia de los amantes impregna el lugar y se
manifiesta a través de los pequeños. Decide actuar bajo esta premisa:
“Mi padre me enseñó a amar al prójimo y ayudarle incluso si rechaza mi ayuda,
incluso si me obliga a causarle daño, esa es la única razón por la que estoy
aquí, para ayudarte”
Cuando se
habla del cine como arte se hace en referencia a películas como “Suspense”.
Pero esta no es una obra accesible para todos los públicos. Es espesa, de ritmo
pausado, con diálogos precisos a los que hay que prestar atención. El guión de
John Mortimer, William Archibald y Truman Capote es perfecto adaptando la
novela de forma magistral. A la tuerca se le pueden dar muchas vueltas.
La puesta en
escena y la fotografía de Freddie Francis en este film son objeto de estudio
para cineastas de todas las épocas por su grandeza, por la forma de dotar de
vida propia a todos los elementos que aparecen en la imagen tanto animados como
inanimados, por como construyen un universo asfixiante en cada rincón de la
casa o del jardín donde nada aparece en el encuadre por casualidad. Por la
extensión y profundidad casi en relieve de los planos.
La elección
de los actores no podía ser mejor. Los niños son hermosos pero de una forma
poco infantil, con rasgos de persona adulta. Deborah Kerr apenas necesita
hablar o moverse para transmitir emotividad, inquietudes o sensaciones. Mrs.
Grose es una espectadora de los acontecimientos que intenta hacer lo mejor
posible por el bien de los niños aunque tenga que callar asuntos inconfesables
para preservar el buen nombre de la familia. Clayton escogió a Redgrave para el
papel del tío desoyendo la petición de Cary Grant que lo quería para él. Por
supuesto que el gran Archibald hubiera hecho un trabajo impecable pero el director
tenía claro quien era el actor que iba a aportar al personaje los matices
precisos de sofisticada y mórbida ambigüedad requeridos.
El film
empieza con una cancioncilla sombría y mortecina sobre fondo negro antes de los
créditos. Es un tema de añoranza por un amor perdido que se reitera en varios
momentos del film. Después aparecen las manos y el rostro de Miss Giddens como
en éxtasis recitando una especie de plegaria: “Yo solo pretendo salvar a los
niños, no destruirlos, los quiero más que a nada en el mundo, necesitan
protección, necesitan amor, alguien que les pertenezca, alguien a quien
pertenecer”
Pasamos a la
entrevista. Miss Giddens se sorprende del desafecto del tío para con sus
sobrinos y acepta lo que va a ser su primer trabajo como institutriz.
Su seguridad
se va evaporando a medida que se da cuenta de que los niños no se comportan con
la inocencia y la pureza que ella esperaba.
En sus
conversaciones con el ama de llaves va descubriendo detalles perturbadores. Su
estado de ánimo se altera y se siente desbordada cuando empiezan las
apariciones.
Sus férreos
códigos morales se estrellan con la obscena sexualidad que parece emanar de las
presencias fantasmales y que se reflejan en la conducta de Miles y Flora.
La película
funciona a la perfección como relato de terror con espectros. Cuando los vemos
nos producen escalofríos y cuando se hacen notar a través de los niños producen
una inquietud que nos mantiene en permanente tensión.
Hay varias
escenas que presagian o transmiten malignidad como la de la araña que se come a
la mariposa, la disposición estratégica de las estatuas, el escarabajo que
sale de la boca de una de ellas, la paloma muerta, el dulce gelatinoso con que
Miles provoca a la institutriz…
Las
expresiones de Deborah Kerr cuando escucha los relatos sobre la sumisión de su desaparecida predecesora a los brutales caprichos sexuales de su compañero de
juergas son sutiles pero llenas de significado.
La escena
del sueño resume magistralmente el hervidero que hay en el subconsciente de la
mujer.
Debo decir
que he tenido que ver cuatro veces esta película para darme cuenta de su
complejidad y entender sus varios significados. En la actualidad es fácil
buscar explicaciones en Internet pero yo recomiendo verla todas las veces que
haga falta y disfrutar descubriendo cosas nuevas en cada revisión. De todas
formas quien quiera anticipar cosas puede sacar deducciones al final, en el
apartado “Notas” donde cito algunas películas influenciadas por “Suspense” y
algún remake.
Solamente
dejaré caer que si piensas mal acertarás.
“Suspense”
es una de esas películas únicas muchas veces imitada pero nunca igualada. Hay
que verla en condiciones adecuadas de oscuridad, sonido y tamaño de imagen para
deleitarse con toda su magnificencia.
Notas:
- El niño
Martin Stephens ya nos había jodido el día en “El Pueblo de los malditos”
(1960)
- La niña
Pamela Franklin años después se metió en otra casa encantada en la excelente
“La Leyenda de la Mansión del Infierno” (1973)
- “Suspense”
como la obra maestra que es ha influenciado a muchos autores. Podemos apreciar
su legado en:
“Los Ultimos Juegos Prohibidos” (1971).
Precuela con Marlon Brando en el papel de Quint.
“El
Exorcista” (1973). Aunque no vemos a Flora poseída se nos describe una
situación en su cuarto similar a la de Regan en el clásico de Friedkin.
“El Otro” (1972). Niños en un ambiente
enrarecido donde lo sobrenatural se confunde con lo real. Interesante film.
“Otra Vuelta
de Tuerca” (1985) Eloy de la Iglesia se atreve con una adaptación muy
particular de la obra de Henry James. No la he visto pero tengo buenas referencias.
“Una Vuelta
de Tuerca” (1992). Patsy Kensit, Stéphane Audran, Julian Sands, Marianne
Faithfull … Curioso y potente reparto, estoy ansioso por verla
“El Sexto
Sentido” (1999) Un poco por los pelos pero tenemos un niño que ve fantasmas y
un final que nos saca bruscamente de la ilusión en la que nos habían estado
envolviendo durante todo el metraje. Con un Bruce Willis que parece el "hombre de los caramelos"
“El Celo”
(1999). Remake del mallorquín Antoni Aloy con Harvey Keitel, Lauren Bacall,
Jude Law… Tres millones de dólares con participación de Enrique Cerezo, Canal +
y Televisión Española. En el 2002 había recuperado doscientos mil euros. Dos
millones y medio a la basura ¿Cómo se come eso?
“Los Otros”
(2001). Un excelente film con momentos memorables pero hubiera sido más decente
admitir desde el primer momento que se trata de un remake de “Suspense” porque
si no podemos pensar que la Academia otorgó el Goya a la mejor película a un lujoso plagio.
“El
Orfanato” (2007). Mas niños fantasmas, caserón y señora que se enfrenta a los
sobrenatural. Otro buen film pero que en muchos momentos nos deja sensación de
“deja vu”. Algunas malas lenguas dicen que se parece demasiado a “El Internado”
(2004) de Pascal laugier.
- “Suspense”
se distribuyó en Hispanoamérica con el discreto y nada sensacionalista título de “Posesión Satánica”
Calidad
Cinematográfica: 9
Psicotronia: 4
Gore: 0
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