“Redneck
Zombies”
Dir.:
Pericles Lewnes
Terror /
Comedia / Gore
EE.UU.- 84 /
90 Min. (Montaje del director)
Video.-
Entrailvisión.- Color.
Música: Adrian Bond
FX: Pericles Lewnes, Edward Bishop, George Scott, Mike
Jeffries etc.
Guion: Zoofeet, P. Floyd Piranha, Fester Smellman
Prod.: Pericles Lewnes, Edward Bishop, George Scott,
William E. Benson
Intérpretes: Lisa M DeHaven (Lisa Dubois), Tyrone
Taylor (Soldado Robinson), Anthony Burlington Smith (Bob), James H Housely
(Wilbur), Martyn J. Wolman (Andy), Boo Teasedale (Sally), Darla Deans
(Theresa), Joe Benson (Hoss), Bucky Santini (Ferd Mertz), P. Floyd Piranha
(Junior), William Decker (Jethro), Pericles Lewnes (Billy Bob / Elly May),
William E Benson (Jed), Allan Hogg (Coronel), Frank Lantz (Autoestopista), Joan
Murphy (Knockers), Sandy Bishop (Miz Ashley), Alex Lewnes (Fester), Alice Fay
Stanley (Mamá Imelda), E.W. Nesneb (Hombre del tabaco)…
Apenas hay
detalles sobre como “Full Moon” se hizo cargo de la producción de “Redneck
Zombies” pero dice mucho en favor del prodigioso olfato comercial de Charles
Band.
Pericles
Lewnes, Bishop y Scott imbuídos por el espíritu de los films de la compañía
Troma decidieron un día filmar en video una comedia gore que intentaría
combinar el terror de “La noche de los muertos vivientes” (1968) con la mítica
serie de televisión de humor cazurro USA “Los tres chiflados”.
Contaron
para ello con 10.000 $ y unos amigotes con quienes filmaban los fines de
semana.
Las
expectativas no podían ser peores pero a veces los sueños se realizan si el
soñador pone suficiente empeño.
Troma aceptó
distribuír la película y a día de hoy es uno de los títulos señeros en el
catálogo de los creadores de “Toxic Avenger”.
No se acaba
de entender porque “Full Moon” no se hizo cargo de la distribución después de
haber apostado por el proyecto. Tal vez porque la compañía atravesaba un
momento convulso entre el cese de actividades de “Empire Pictures” productora
con la que había conseguido éxitos como “Re-Animator” (1985) y la creación de
la nueva empresa que se iba a especializar en producciones de serie B
orientadas al mercado del video. “Zombies Paletos” era perfecta para este nuevo
planteamiento.
O tal vez
simplemente es que estaba predestinado para que así fuera.
El
planteamiento de la trama es absolutamente “tromático”:
Un bidón de
peligrosos residuos tóxicos del que ningún departamento del ejército se quiere
hacer cargo es trasladado de un lugar a otro por un vehículo militar. Por una
carretera rural de Maryland el todoterreno coge mal una curva cuando su
conductor le ofrece al perro una calada de porro y el contenedor sale despedido
rodando hasta lo profundo del bosque.
Con el
recipiente se tropieza el orondo Ferd que a punta de escopeta ahuyenta al
soldado Robinson y se lo queda en propiedad.
Pero Ferd a
su vez tiene que renunciar a su hallazgo ya que días atrás echó a perder un
alambique de la familia Clemson y estos le obligan a entregarles el bidón para elaborar esa misma noche una partida de
Whiskey casero con que abastecer al vecindario, consumidores de aguardiente
barato.
Jed Clemson
y sus chicos son torpes y mezclan accidentalmente el contenido tóxico del
recipiente con el agua para la destilación del producto.
Billy Bob
con su pick up se encargará de hacer el reparto por el pueblo. Su padre y sus
hermanos se quedan en el bosque y deciden probar la mezcla.
Simultaneamente
Wilbur y sus amigos acampan junto al lago a pocos metros de donde está la
familia Clemson fabricando la pócima.
El brebaje
tiene sobre la familia de lugareños un efecto inesperado como pronto comprobarán los acampados.
Es
complicado combinar el humor con el terror, sobre todo en un film de zombies,
porque el resultado acostumbra a ser un zurullo que no asusta y mucho menos
hace gracia.
Pero en
“Redneck Zombies” básicamente el problema está en el presupuesto que da al
conjunto un aspecto de serie z casposo y chapucero, con actores no
profesionales y un guión que juega con el absurdo al estilo de “El ataque de
los tomates asesinos” (1978) para construir una comedia de humor corrosivo que
homenajea a los grandes clásicos como “La matanza de Texas” (1974) pero que al
mismo tiempo es en si misma una película de horror poderoso.
Porque
Pericles Lewnes suple las limitaciones con talento y sobre todo con toneladas
de atrevimiento. Su buen hacer con los FX llevaron a que Troma le fichase para
posteriores proyectos.
Lewnes
interpreta al mejor personaje de la película, el redneck mariquita Elly May. En
este contexto palurdo hay numerosas referencias al antisemitismo o al racismo
como descubre el soldado Robinson que lleva sintonizada en la radio una emisora
evangélica que incita a matar negros.
El retrato
de la américa profunda es despiadado, vicioso, analfabeto, sucio, perverso y
con la herrumbre presente por todas partes, en las casas, en los vehículos, en
el alambique echado a perder…
Los chicos
de ciudad que vienen de acampada tampoco se libran de la corrosiva óptica de
los guionistas, son estúpidos, fanfarrones, maleducados, se drogan, mean en el
lago…
Supongo que
es una especie de metáfora que contra los zombies paletos la única herramienta
eficaz es el desodorante.
Las
referencias a la cultura del cine de género están presentes desde que se nos
muestra el hospital un viernes trece. Dentro un paciente está leyendo la
revista “Fangoria” que en la portada anuncia un reportaje sobre “The Texas
chainsaw massacre 2” (1986).
El “Hombre
del tabaco” tiene una apariencia similar a “The Elephant man” (1980) aunque en
este caso es un personaje siniestro muy interesante.
Absolutamente
genial la parodia del “Hitchhiker”, el autoestopista que hacía fotos con su
Polaroid a quienes le recogían en “La matanza de Texas”. El diálogo que
mantiene con Elly May es memorable.
Obviamente
la transformación que causan los residuos radioactivos en quienes se exponen a
ellos nos recuerdan a “The Toxic avenger” (1984). No por casualidad.
Si hemos
disfrutado con la comicidad de la primera media hora del film es momento de
pasar a cosas más serias.
Una serie de
efectos de psicodélica distorsión de imagen nos muestran simultáneamente el
cebollazo que se cogen los campistas con el canuto de seis papeles y la
devastadora transformación de Jed, Jethro y Junior.
Por la
mañana Jethro es un zombie gigante y agresivo que brama de forma terrorífica.
Los
asesinatos son brutales y sin concesiones. Culminan con una escena memorable en
casa de los Clemson con Ma, Pa, Elly May y Lisa. Momentos angustiosos de puro
terror y gore.
Lisa,
después de Elly May, es el personaje protagonista. Que nadie se deje engañar
por el cartel promocional de la cinta. Es rubia, tiene curvas pero no es muy
sexy que digamos.
Otros
grandes momentos:
-Bob en pleno
viaje lisérgico haciendo una autopsia a un zombie.
-Las visitas
de Elly May repartiendo el whiskey puerta a puerta. Nos muestra un vecindario
realmente curioso. Costumbrismo redneck.
-La charla
del “hombre del tabaco” a los hermanos Clemson.
-El encuentro
de los chicos de ciudad con el cadáver de Teresa creyendo que la ha matado un
oso.
-La muerte
del soldado Robinson.
-Cuando Elly
May dice que se va a pescar y su hermano le pregunta: “¿tienes lombrices?”.
Magistral chiste.
La banda
sonora es jodidamente buena con temas country y psychobilly muy interesantes.
Una joya para coleccionistas.
“Redneck
Zombies” es una comedia gore de serie z que no defraudará a los aficionados al
cine gamberro de la Troma o al público fiel a cualquier otro subgénero absurdo.
Calidad
cinematográfica: 5
Psicotronia: 8
Gore: 8
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