“Furyô anego den: Inoshika Ochô”
Dir.:
Noribumi Suzuki
Japon.-
Artes marciales /Thriller/ Yakuza.
Color.-
88 Min.
35
Mm.- Toeiscope
Música:
Ichirô Araki
Prod.:
Kanji Amao / Toei
Intérpretes:
Reiko Ike (Ochô Inoshika), Akemi Negishi (Ogin Shitateya), Ryôko Ema (Omiya),
Yôko Hori (Okinu), Naomi Oka (Okoi), Rena Ichinose (Osayo Igirisu), Hachirô Oka
(Kanichi), Shin`ichirô Hayashi (Tsunetarô), Rie Saotome (Yuki), Jun Midorikawa
(Shinobu), Yôko Mihara ( Yaeji), Tadeshi
Naruse (Shunosuke), Takashi Sirai (Oota), Tsuyoshi Arita (Miyashita), Yuzuru
Moritani (Igarashi), Seizaburô Kawazu (Kurokawa), Hiroshi Nawa (Naozô
Iwakura), Katsumasa Uchida (Kanô), Taiji Tonoyama (Tokuzô Kasai), Kinji
Nakamura (The Major), Ryôta Minowada (Torakichi), Kuniomi Kitani (Tatsuhei), Tatsuo
Endô (Inamura), Marc Darling (Guiness), Christina Lindberg (Christina)…
Hay
gente que cree que este film está
influenciado por “Lady Snowblood” (1973). Si atendemos a las fechas de estreno
vemos que “Sex and fury” de la compañía Toei se presenta en salas comerciales
en febrero y “Lady Snowblood” producida por Toho en diciembre. Las dos el mismo
año.
Lo
cierto es que en aquellos años la industria cinematográfica japonesa era la
segunda más potente del mundo por detrás de la India casi cuadruplicando en
producción la de Estados Unidos.
Por
otra parte el público japonés es (o era) bastante particular. Si una película
tenía éxito demandaban la misma historia una y otra vez con distintos actores y
pocas variaciones en argumento y guión llegando a darse la absurda
circunstancia de que al cabo de los años un film de éxito podía llegar a contar
con hasta doscientas versiones.
Asi
que no es extraño encontrarnos películas que realizadas en fechas cercanas son
prácticamente iguales. Es lo que pedïa el espectador.
Para
quien haya visto “Sex and fury” y “Lady Snowblood” tendrá bastante claro que la
principal referencia de Tarantino en la creación de “Kill Bill” (2003/4) es la
de la señorita de la sombrilla pero sin duda el cinéfago director estadounidense
tomó elementos prestados de ambos films, de “Female prisoner 701” (1972), de la
sueca “Thriller – en grym film” (1973) y probablemente de muchos otros que no
conocemos.
La
historia de “Sex and fury” se situa a principios del siglo XX y comienza con un
flashback, vemos a la niña Ocho que presencia el asesinato de su padre. Antes
de morir, el hombre deja tres fichas de juego ensangrentadas como pista
para que se sepa quien le mató.
Pasa
el tiempo y la niña se ha convertido en una experta luchadora, carterista y
jugadora. Adopta el nombre de Inoshika Ochô (Ino-jabalí, shika-ciervo,
ocho-mariposa), los tres animales que aparecen representados en las cartas que
aferraba la mano de su padre al expirar.
Buscando
información sobre los asesinos de su padre se infiltra en una casa de juegos en
Kanazawa donde es testigo de la muerte de un desgraciado gangster de medio
pelo. El hombre antes de morir le confía a ella el dinero con el que debía
comprar la libertad para su hermana y asi evitar que acabase trabajando en un
burdel. Ella acepta el encargo y marchará hacia Tokyo donde se encuentra la
chica, Yuki.
Después
de una lucha a muerte contra los sicarios del líder de los tahúres ayuda a
esconderse de la policía a Shunosuke, un anarquista que intenta acabar con la
vida del líder político corrupto Kurokawa.
Ya
en Tokyo se reencuentre con su madre adoptiva, líder de un grupo de mujeres
carteristas.
Yuki
está cautiva de Iwakura un constructor que se beneficia de contratos del
gobierno a través de contactos con la mafia. Este personaje adicto al sexo pretende desflorar a la chica pero le
propone a Ochô jugarse la libertad de Yuki en una partida de poker en la
mansión Guiness con Christina una jugadora profesional y espía de un embajador
de Inglaterra.
Shunosuke
hace aparición con su banda provocando un tumulto y distrae a Christina con
quien ha tenido una relación y todavía siguen enamorados.
Iwakura
pierde pero se las arregla para que Yuki no escape virgen.
Shunoshuke
escondido descubre que el constructor lleva un ciervo tatuado en la espalda y
se lo cuenta a Ochô. El joven anarquista es hijo de un empresario que fue
asesinado por la mafia y el padre de Inoshika tenía las pruebas que implicaban
en el crimen a Iwakura y al resto de sus
cómplices en la trama. Ella ata cabos y decide poner en marcha su venganza.
¿A
quién puede no gustarle una película como esta? ¡Tiene de todo! Sexo softcore,
elementos de thriller desde los barrios bajos hasta la cúpula del poder,
violencia, artes marciales, gore, una banda sonora atemporal y una realización
exquisita “made in japan”.
Obviamente
tampoco es para tomársela muy en serio. Contiene altos grados de psicotronia:
-
¿Una ducha con agua caliente en la sala de culto de una Iglesia?
-
¿Comprobar la virginidad de una mujer utilizando un quinqué de sobremesa para a
continuación untarle una pomada que la convertirá en ninfómana?
-
¿Monjas navajeras?
-
¿Veneno para provocar un cunilingus mortal?
Pero
estos aspectos contribuyen a engrandecer el resultado final.
La
protagonista Reiko Ike es bonita, actúa con desparpajo y no tiene problemas en
exhibir su anatomía. Otra cosa es su manejo de la katana pero la realización se
encarga de que los combates parezcan creíbles con coreografías no demasiado
complicadas.
¿Feminismo?
Digamos más bien sexploitation, el reflejo de los morbosos deseos masculinos de
una sociedad extremadamente machista. Mujeres dominatrix, heroicas y
justicieras pero que no suelen tener final feliz. Faltaba más.
Una
muy buena fotografía y una artesanal dirección artística hacen que “Sex and
fury” sea un placer para la vista. Hay momentos que se quedan para siempre en
la memoria como la sesión de bondage ante la imagen de un psicodélico
Jesucristo, la tortura de las carteristas en un lugar que parece una discoteca,
la pelea sobre la nieve de Ôcho desnuda contra los hampones de Kanazawa, la
primera aparición de Christina en un escenario de la mansión Guiness…
Las
escenas de sexo son bastante calientes por la convicción que le ponen las
actrices y por la belleza de algunas de ellas. Mención especial al trio entre
Kurokawa, su amante y Christina.
Quien
crea que son escenas de sexo atrevidas para un film de 1973 conoce poco de la
locura cinematográfica japonesa. Al lado de films como “Angeles violados”
(1967), “Môjû” (1969), “El convento de la bestia sagrada” (1974) también de
Suzuki, “ Beautiful girl hunter” (1979) del mismo Suzuki of course o la más
conocida joya mainstream de Oshima “El imperio de los sentidos” (1976) los
momentos eróticos de “Sex and fury” son de patio de colegio.
Es
por eso que me resisto a etiquetar esta película como “Pinku eiga”, porque no
se limita solo a exhibir de forma gratuita escenas de sexo y sangre, tiene un
argumento y notable influencia del cine occidental de la época que se hace
patente en la intriga policiaca, en los intentos de comedia (bastante
lamentables en alguna ocasión), en la partida de póker, en la secuencia del
tren o en la gran apoteosis final en la que Ochô combate a numerosos enemigos
con el fondo de una poderosa guitarra distorsionada en un tema musical que
podría llevar la firma de “Cream”, Jimmy Hendrix o los primeros “Deep Purple”.
Toda la banda sonora es poderosa, desde el tema central del film clásico estilo
de los 70 con arreglos de trompeta hasta los pasajes funky y lounge que
subrayan los momentos claves del metraje.
De
verdad que estas secuencias de la última batalla de la protagonista con los
pechos fuera y cubierta de sangre ponen los pelos de punta.
Este
film es pura diversión psicotrónica. La mayor diferencia con su “hermana”, “Lady
Snowblood", es que ésta se encuentra más impregnada de un sentimiento de
tragedia y fatalidad. Es más seria y poética. Nunca vemos sonreir a su
protagonista que nos transmite con cada gesto, con cada asesinato el dolor de
una existencia concebida para la venganza. Sublime trabajo de Meiko Kaji.
“Sex and fury” es un clásico de culto con todo merecimiento,
lisérgico, gamberro y de impecable factura.
Notas:
- “Sex and fury” tuvo una segunda parte conocida como “Female yakuza
tale” realizada el mismo 1973 por Teruo
Isii y con Reiko Ike. Es también un film
atrevido y psicotrónico pero muy por debajo de su predecesora.
- Christina Lindberg es una pésima actriz de discutible belleza pero
que se ganó un puesto en el olimpo de las películas bizarras protagonizando en
su Suecia natal: “Thriller – en grym film” (aka: “Desenlace mortal”, “They call
her one eye”, “Thriller: a cruel picture”).
Calidad cinematográfica: 8
Psicotronia: 8
Gore: 6,5
No hay comentarios:
Publicar un comentario