jueves, 10 de diciembre de 2015

PINOCHO RAIZ DE 964 (1991)



“√964 Pinocchio”

Dir.: Shozin Fukui

Japon.- 97 min.- Color

Horror / Ciencia Ficción / Ciberpunk / Splatter / Gore

Estereo.- Imagen: 1.33 : 1

FX:  Brian Moore

Música:  Hiroyuki Nagashima 
         
Fotografía:  Kazunori Hirasawa



Guión:  Shozin Fukui, Makoto Hamaguchi, Naoshi Gôda


Producción:  James Chory, Lori Motyer, Denise Di Novi


Intérpretes: Haji Suzuki (Pinocchio 964); Onn-chan (Himiko); Kôji Ôtsubo (Narishima); Kyoko Hara (Hisho); Rakumaro San'yûtei (Taichô); Kôta Mori (Shimada); Tomio Watanabe (Hosa); Anri Hayashi (Yôjo); Kyôko Irohani (Meido); Michiko Harada (Kangofu); Yûko Fujiwara (Kangofu); Yoshimitsu Takada (Kanja); Naoshi Gôda (Gaki); Takahiro Hosoya (Michi Yuku Otoko); Ranko (Raburî A-ko); Kôji Kita (Majikku Man); Aaron William (Narración); David Progosh (Narración); John McNair (Narración)


En Japon hay una empresa que fabrica androides facultados para complacer sexualmente a las mujeres. Pinocho es uno de ellos. Una clienta requiere sus servicios y al ser este incapaz de satisfacerla es abandonado en la calle.






Simultaneamente la joven Himiko es dada de alta de su internamiento en una clínica con los recuerdos borrados. Convertida en una sin techo malvive en un cuartucho perdido entre los laberínticos pasillos abandonados del metro de Tokio. Dedica su tiempo a dibujar unos mapas de la ciudad que ayuden a integrarse en la misma a la gente inadapatada como ella.

Casualmente se encuentra con Pinocho y enseguida siente afinidad con él. Se lo lleva al refugio e intenta enseñarle a recuperar la capacidad de hablar. Un día descubre que hay gente buscándole y en un momento de descuido su nuevo amigo desaparece. Cree haberlo perdido pero lo encuentra en casa extrañamente lúcido. Se abrazan y se detiene el tiempo. Pero el acto de amor tendrá unas consecuencias inesperadas para ambos.



“Pinocho…” es una performance de 97 minutos que se inscribe claramente en la corriente cinematográfica del ciberpunk que en Japon tuvo su origen y principal referencia en “Tetsuo” (1989). Fukui había sido asistente de dirección en la película de Tsukamoto. Antes fue miembro de una banda de punk rock junto a quienes realizó e interpretó su ópera prima “Metal Days” (1986). En 1988 y en 1990 llevó a cabo los cortos “Caterpillar” y “Gerorisuto” donde se gestan las bases que darían lugar a la película que estamos comentando.

Se trata sobre todo de un espectáculo fascinante no apto para todos los públicos porque puede ser bastante indigesto. No es una película fácil, abiertamente surrealista, el espectador tiene que poner a prueba su paciencia y estar dispuesto a deducir el significado de una sucesión de metáforas a cual más desconcertante.

Nada está claro ¿es Himiko también un androide?¿lo es realmente Pinocho? ¿porqué les borran los recuerdos? ¿abusa Narishima de sus creaciones y de sus empleadas? ¿cómo se explica que después del encuentro sexual Himiko empiece a comportarse sádicamente? ¿tiene algo que ver con su presunta naturaleza robótica?¿es venganza por sentirse seducida y lastimada por las reacciones fisiológicas que se producen en su cuerpo?¿tiene algo que ver con los recuerdos que han despertado en su mente?¿tuvo una funesta relación con Pinocho en el pasado?






En otras películas japoneses ya nos hemos deleitado con abstracciones que han llevado al límite el concepto de la “nueva carne” de Cronenberg. Recordemos “Organ” (1996), “Tokyo Snuff” (1988), “La Venganza Sangrienta de Aki” (1992), “Guts of a Virgin (Shojo no harawata)” (1986), “Guts of a Beauty (Bijo no harawata)” (1986) o “Naked Blood” (1996). Aunque “Pinocho…” más que un largometraje al uso casi podríamos definirla como un episodio ampliado de la saga “Guinea Pig” (1985) porque comparte con las atrevidísimas entregas de esa colección la parquedad y la caricatura hiperbólica de un guión más propio de un comic “manga” que de un largometraje.

Este es el principal problema con esta película, un guión que apunta cosas interesantes pero que no se desarrolla en ningún aspecto.

Se nos muestra un Japon con sus calles llenas de gente que circulan como fantasmas o se quedan mirando con extrañeza a los protagonistas sin intervenir en ningún momento. Una ciudad moderna y avanzada (aunque los aparatos, iluminación y transportes que vemos ahora nos parezcan prehistóricos) que contrasta con callejones abandonados y sucios donde malviven personajes como Himiko. En estas imágenes están algunos de los mejores momentos de la película, como los edificios cubiertos por máquinas de aire acondicionado, o las azoteas iluminadas que coronan la ciudad bajo el cielo nocturno. El director crea poesía a partir de desechos.

También hay reminiscencias de “Blade Runner” (1982) cuando empezamos a sospechar que Pinocho no es el único androide entre el personal que rodea al fabricante de robots.

Estos films transmiten habitualmente una preocupación por la existencia de corporaciones secretas y mafias que experimentan de forma retorcida con ciudadanos indefensos. Drogas y mutaciones, fantasmas de la sociedad nipona heredados de las consecuencias atómicas de la Segunda Guerra Mundial.






El trabajo de los actores es brutal, se dejan la piel en unas interpretaciones esforzadas hasta niveles que pocas veces recuerdo haber visto.

Me quedo con el recital de Onn-chan en el papel de Himiko. Nunca hubiera imaginado que un ser humano pudiese parecer de forma tan genuina un tren. Aunque hay que decir que su particular exhibición en los túneles después de las experiencias posteriores al coito tienen un precedente en la inconmensurable Isabel Adjani de “La Posesión” (1981) una de las películas favoritas de Shozin Fukui.

Mención especial para la supermujer que arrastra medio desnuda a Pinocho hasta la calle como si sacara la basura. Solo aparece en escena pocos segundos pero el poderío de esa anatomía se me ha quedado en la memoria para siempre.







Sobre las transformaciones que tienen lugar en el escondite de Himiko me gustaría preguntar a David Lynch si pudieron ser en algún modo inspiración para la fuga psicogénica de “Carretera Perdida” (1997)







La banda sonora a base de hardcore industrial es otra cosa muy destacable de la película.
Espero que a ningún padre desorientado se le ocurriera regalar a sus niños esta película creyendo que tenía algo que ver con el clásico cuento de Carlo Lorenzini. Por los pelos podríamos encontrar similitudes con la obra original pero esta locura japonesa es a la adaptación de Walt Disney lo que un sonajero a una Magnum del 44.

“Pinocho Raíz de 964”  es un film que hay que ver con mucha receptividad. Hipnótico, deslumbrante, oscuro, provocador, desafiante, obsceno, morboso. Si su guión hubiese estado en consonancia con la fuerza de sus imágenes podríamos estar hablando de una obra maestra.











Calidad Cinematográfica:  7

Psicotronia:  9

Gore:  7

domingo, 6 de diciembre de 2015

EL MANANTIAL DE LA DONCELLA (1960)



“Jungfrukällan”

Dir.: Ingmar Begman

Suecia.- Blanco y Negro

Drama.- 89 Minutos

35 mm.- 1.37 : 1

Sonido: Monoaural

Música: Erik Nordgren

Fotografía: Sven Nykvist

Guión: Ulla Isaksson



Producción: Ingmar Bergman, Allan Ekelund

Prod. Co.: Svensk Filmindustri



Intérpretes: Max von Sydow (Töre), Birgitta Valberg (Märeta), Gunnel Lindblom (Ingeri), Birgitta Pettersson (Karin), Axel Düberg (Thin Herdsman), Tor Isedal (Mute Herdsman), Allan Edwall (Beggar), Ove Porath (Boy), Axel Slangus (Bridge Keeper), Gudrun Brost (Frida), Oscar Ljung (Simon), Tor Borong (Farm-hand),Leif Forstenberg (Farm-hand)



Töre es el señor propietario de una hacienda agrícola y ganadera. Allí vive junto a su mujer Märeta y su hija Karin. También residen sus sirvientes y empleados que allí se cobijan de las duras condiciones de la noche invernal. Entre ellos está la joven Ingeri, casquivana y malencarada que carga con un embarazo fruto de sus correrías nocturnas. En secreto odia a Karin. Envidia sus privilegios y siente rabia porque sabe que la conducta de la joven noble no es mejor que la suya propia y aun así debe estar a su servicio y soportar reproches por actitudes que a la hija de los amos le son toleradas.

Karin es una chica bellísima y zalamera que sabe manejar a sus padres que intentan darle una educación firme y católica pero se rinden a la dulzura de su niña.

Ha trasnochado y se levanta tarde para acudir a los maitines así que Töre para que compense su falta le pide que lleve como ofrenda para la Virgen unos cirios a la Iglesia que está lejos, al otro lado del bosque.

Ingeri acepta de mala gana y durante el trayecto la tensión entre las muchachas va en aumento. Llega un momento en que pide a Karin volver a la granja porque empieza a anochecer pero la doncella se niega pues confiada en la santidad de su cometido no teme que pueda sucederle nada malo.

Por el camino se encuentra con tres pastores con los que hace amistad y comparte la comida pero ellos traicionarán su confianza y se apropiarán de sus pertenencias huyendo del lugar.

Casualmente van a parar a casa de Töre que les da posada y cena. Uno de ellos no tendrá mejor ocurrencia que ofrecerle a Marëta en venta la túnica que ella de inmediato reconoce como aquella con la que por la mañana vistió su hija. De inmediato se lo hace saber a su esposo que informado a continuación de todos los detalles por Ingeri ,que fue testigo de los hechos acontecidos en la arboleda, tomará la decisión de enfrentarse a sus huéspedes con todas las consecuencias.

No conozco en profundidad la obra de Bergman para interpretar suficientemente el contenido de “El Manantial de la Doncella” pero evidentemente la película es más compleja de lo que puede parecer a primera vista. Esta adaptación de un poema medieval de su tierra sirve al director sueco como soporte para desplegar un discurso en el que no puedo distinguir la reflexión sobria de un corrosivo sarcasmo al estilo de “Viridiana” (1961) de Buñuel. Aunque los hechos que se cuentan en el film suceden en el siglo XIII las relaciones entre los señores y los criados/empleados y entre padres e hijos son atemporales como también lo son la actitud de los jóvenes y de los adultos que acordes a la posición social de unos y otros llegan a tener inquietantes puntos de encuentro. Estos dualismos quedan retratados cuando vemos juntas a Karin rubia, albina, resplandeciente en su blanco corcel y a Ingeri, morena, oscura y permanentemente encorajinada sobre su caballo pardo. 







La cosa se acentúa cuando nos enteramos de que Karin la noche anterior se acostó tarde porque estuvo tonteando con el padre del niño que lleva Ingeri en el vientre. Bergman nos lleva a un punto donde las diferencias entre nobles y plebeyos son difusas y los acontecimientos suceden como consecuencia de los actos de cada persona de acuerdo con su condición de ser humano, sus virtudes y debilidades.


La naturaleza animal de Ingeri, la hace actuar de forma impulsiva guiada por instintos primarios para crear conflictos pero que también le salvan la vida gracias al miedo que es la principal herramienta de supervivencia en los seres vivos. La hace huir en la cabaña del Caronte en el paso del río y la atenaza para no ayudar a Karin cuando más la necesita.

En el caso de Karin es su temeraria fe lo que la hace creerse invulnerable y la lleva a las puertas del desastre.

¿Cómo no vamos a suponer una maliciosa intención en el guionista y en el director cuando en uno de los momentos de máxima tensión del film los pastores y Karin escenifican la escena de Caperucita y el lobo pero a la inversa? A continuación detona el espanto en los rufianes ya predispuestos para la acción violenta cuando de la merienda que la virtuosa doncella le ofrece al niño sale un repulsivo sapo. Descubrir que la cabrita a la que la chica se aferra presa del miedo puede ser robada tampoco ayuda.

Después quien se supone que ha de ser el personaje ejemplar en esta historia se erige en juez y jurado llevándose por delante al único ser verdaderamente inocente y víctima de unos y de otros.

Recuerdo una conversación que presencié en cierta ocasión entre dos gitanos evangélicos. Uno reprendía al otro por actuar mal advirtiéndole de que el Señor le castigaría y el otro le contestaba que no porque a los cristianos cuando pecan el Señor les lava, les limpia a través de la penitencia que les impone el Pastor.

Pues me vino a la memoria esta imagen cuando en el film brota el manantial y vemos a los presentes lavándose con el agua milagrosa para purificarse. No puedo evitar pensar que Bergman está poniendo sobre el tapete la hipocresía de la religión como último eslabón al que agarrarse para poder seguir viviendo con la conciencia tranquila. Porque si bien se nos presenta como un evento milagroso veamos cómo podría Carmen Porter explicar este suceso:


“El brote espontaneo de una corriente de agua junto a un río puede tener una explicación que no necesariamente sea atribuible a un hecho sobrenatural.  Algunos ríos pierden por filtración parte de su caudal de agua, que sigue fluyendo bajo la tierra sin dispersarse, para salir de nuevo la superficie al cabo de cierto trecho: este fenómeno se llama resurgimiento.”



“El Manantial de la Doncella” también se puede disfrutar sin necesidad de explorar entre todas las metáforas y segundos discursos que contiene. En el aspecto visual es magnífica aunque es una lástima que tanto preciosismo se queda encajonado en un formato 1.37 : 1. En el cine no es un problema pero en casa tienes que tener un monitor que te permita ampliar la imagen al máximo para deleitarte con la belleza de su fotografía y la fuerza de sus imágenes.

La ambientación está cuidada al detalle, contemplamos escenas de una época en la que el despertador es el gallo, las casas de madera o piedra y barro, la leche se cuela a través de ramas, la luz es de velas y antorchas, el calentador son piedras incandescentes y el espejo la superficie del agua en la tina de barro.








La banda sonora es escueta pero muy interesante manteniendo la fidelidad a la época en la que se sitúa la narración. El birimbao es un peculiar instrumento con el que el malvado consigue llamar la atención de Karin.

Aunque la iluminación es escasa en algunos momentos la fotografía es tan exquisita que no perdemos ningún detalle y se consiguen atmósferas muy sugestivas.

Uno de mis momentos favoritos del film es cuando Tore recibe a los pastores que suplican cobijo. Una estampa que podría pertenecer a cualquier grabado de la Escandinavia medieval o a la imagen de una antigua carta del tarot.






















Y es que Max Von Sydow no solo es un actor portentoso sino que además en su juventud (¿realmente alguna vez ha sido joven?) presentaba un físico impresionante, con su rostro alargado y su cuerpo fibroso hay momentos en que parece una figura de piedra viviente. Otra imagen clásica de la película es cuando tumba el abedul para purificarse. El arbolito es otra víctima de este buen señor.

Los tres rufianes son verdugos despreciables pero el director nos remueve la conciencia cuando nos deja ver las condiciones en que subsisten en el bosque o los agujeros de sus zapatos. Son estúpidos, son como alimañas silvestres que se mueven por instinto, como Ingeri aunque la joven como diría Pablo Iglesias ya no está en una clase tan baja como la de ellos y no tiene problema en denunciarlos a su amo.

Märeta, Birgitta Valberg  también merece atención, a su creación de madre firme y piadosa, a su contención y a sus silencios.





Y la doncella Karin, Birgitta Pettersson que está que se rompe. Bellezón sueco juvenil que tal como se levanta se enfunda el vestido de los domingos sin preocuparse por los efluvios que puedan desprender sus rincones más y menos íntimos. Cosas de la Edad Media.

Un personaje interesante es también el empleado que ha corrido mucho mundo y se muestra sensato siendo el primero que se huele la tostada de que los huéspedes acogidos por el patrón ocultan algo.

“El Manantial de la doncella” es una lección magistral de cómo hacer buen cine sin estridencias siendo una película que va mucho más allá de la historia que cuenta en apariencia sencilla.


Notas:

Como todo el conjunto de la obra de Ingmar Begman “El manantial de la Doncella” dejó huella en muchos otros cineastas.

- “La Ultima Casa a la Izquierda” (1972) es un inconfeso pero descarado remake situado en los años 70 en Manhattan y los bosques de Connecticut. Ya he comentado que la situación de las jóvenes amigas que se meten en líos desobedeciendo a sus padres es una situación atemporal y Wes Craven retoma este aspecto y la colisión entre la clase acomodada y la carne de presidio. No admite comparación en el aspecto formal con el film de Bergman pero contiene los suficientes aspectos de interés como para haberse convertido en un clásico del cine de terror seminal. Otra paletada de tierra sobre el sueño hippie.

- En “Los Señores del Acero” (1985) la princesa Agnes, Jennifer Jason Leigh, se toma muchas libertades con su sirvienta Kathleen hasta que cae presa de una banda de mercenarios y buscavidas. Un film que retoma algunas de las claves de “El Manantial de la Doncella” siendo blasfema de forma menos solemne y más orientada al género de aventuras con la protagonista debatiéndose entre el amor al joven noble o la pasión en brazos del truhan líder de los bandidos.


"El Manantial de la Doncella" obtuvo el Oscar a la mejor pelicula de habla no inglesa en 1961.








Calidad Cinematográfica:  9

Psicotronia:  7

Gore:  2

domingo, 29 de noviembre de 2015

HOSTEL (2005)



Dir.: Eli Roth

Terror / Gore / Thriller

USA.- 94 min.- Color

35 mm.- 2.35 : 1.- Superscope

Estereo Dolby Digital

Música: Nathan Barr

FX: Greg Nicotero, Howard Berger, Kevin Wasner y equipo.

Fotografía: Milan Chadima



Guión: Eli Roth

Prod.: Eli Roth, Quentin Tarantino, Boaz Yakin.

Prod. Co.: Hostel LLC, International Production Company, Next Entertainment, Raw Nerve

Intérpretes: Jay Hernandez (Paxton), Derek Richardson (Josh), Eythor Gudjonsson (Oli), Barbara Nedeljakova (Natalya), Jan Vlasák (Holandés ejecutivo), Jana Kaderabkova  (Svetlana), Jennifer Lim  (Kana), Keiko Seiko  (Yuki), Lubomír Bukový (Alex), Jana Havlickova (Vala), Rick Hoffman (Cliente americano), Petr Janis (Cirujano alemán), Takashi Miike (Miike Takashi), Patrik Zigo (Líder de la banda de niños), Eli Roth…


Dos universitarios norteamericanos, Josh y Paxton, de viaje por Europa conocen en Paris a un islandes, Oli con el que comparten la idea de que el turismo debe ser para ponerse hasta el culo y follar sin perder el tiempo viendo monumentos, haciendo senderismo por bellos paisajes naturales o comprando souvenirs.








En Amsterdam se hacen colegas de un pibe llamado Alex que les saca de un apuro con el vecindario y les recomienda un albergue en Eslovaquia donde podrán encontrar sexo fácil con bellas mujeres.

Nada más llegar conocerán a Natalya y Svetlana con quienes tienen que compartir habitación y pronto compartirán actividades más íntimas.

A la mañana siguiente de una noche movidita se encuentran con que Oli se ha marchado sin despedirse. Intentan localizarle pero no hay rastro de él y el móvil no da respuesta. Los dos americanos vuelven a compartir juerga nocturna con sus amigas pero por avatares de la fortuna Paxton se queda encerrado en un almacén mientras Josh indispuesto regresa a la habitación del albergue.

Por el día Paxton se lleva unas cuantas sorpresas, en el albergue le dicen que la habitación ha quedado libre y Josh ha desaparecido. Consigue que el conserje le de la llave y al subir se encuentra la misma escena que vivió 48 horas antes pero con dos nuevas compañeras de cuarto. Acude a la Policía que no le resuelve nada y deambulando por los alrededores de la ciudad coincide en un garito con las chicas del hostal. Ante la insistencia del muchacho Natalya decide acompañarle a una galería de arte donde se supone que van a encontrarse con Josh y Oli.

Quentin Tarantino además de ser un enamorado del cine y en ocasiones gran director tiene también un agudo olfato para embarcarse en proyectos que le pueden reportar pingües beneficios y engrandecer su reputación.

En el 2005 decidió adaptar un guión del director de “Cabin Fever” (2002) y producir la película. El resultado fue que un film realizado con un presupuesto de 5.000.000 de dólares recaudase en taquilla durante su el tiempo de su estreno en USA 47.000.000.

“Hostel” es un compendio de clichés en una historia no excesivamente compleja que enriquecida con un poderoso guión y dirigida de forma descarada e inteligente se convierte en un clásico que revolucionó el adocenado panorama del cine de terror en Hollywood. Mucho más allá de propuestas ridículas como “El Misterio de la Bruja de Blair” (1999) que epató a muchos críticos nenazas con lo que en el fondo no era más que una tomadura de pelo promocionada mediante una brillante campaña de marketing.

La película de Eli Roth tiene regusto a cine clásico (supongo que en este aspecto tiene algo que ver la mano de Tarantino) pero es rabiosamente actual como apreciamos desde la primera imagen después de los créditos en la que nos golpean unas guitarras heavys “Nu Metal”. La imagen, la actitud, el vocabulario de los tres protagonistas hacen que nos identifiquemos con ellos en el acto. 







Todo fluye de forma ágil y muy natural. Nos dejamos llevar y cuando nos damos cuenta estamos agarrotados por la intriga, la tensión y el horror. Hay pasajes muy brillantes cuando Paxton es consciente de que algo extraño está pasando y empieza a investigar. Da la impresión de que estemos viendo un film de Hitchcok que hubiera realizado el genial director inglés bajo los efectos de las anfetaminas. Una sensación que nos acompaña hasta el final.

No hay pretensiones en la trama explicitas o simuladas de cuestionar escenarios o comportamientos como sucede por ejemplo en “A Serbian Film” (2010). Esto es la infernal máquina del terror desatada al estilo Tobe Hooper. De hecho Alex, el siniestro macarra de Amsterdam nos recuerda al autoestopista de “La Matanza de Texas” (1974) con su ambigua complicidad con los turistas aunque la escena de la Polaroid tendría su equivalencia con el tipo de la ensalada en el vagón de tren. Un tipo que nos recuerda a otro referente del terror moderno, al Doctor Hannibal Lecter pero en el caso del viscoso alemán éste admite que no es cirujano porque “nunca conseguí que me aprobaran”






Los actores en general están muy bien, aunque no sean estrellas del star system. Paxton lleva con sobriedad toda la carga del film y Derek Richardson aporta matices muy interesantes al personaje de Josh. Dereck antes de “Hostel” había tenido la difícil tarea de encarnar al Harry Dunne de Jeff Daniels con el que guarda un cierto parecido en “Dos Tontos muy Tontos 2: Cuando Harry encontró a Lloyd” (2003).





Las chicas Natalya y Svetlana de físico demasiado plástico para mi gusto también lo bordan. Impresionante el  contraste de cuando están deslumbrantes y glamourosas en el albergue y en la discoteca con la imagen que ofrecen después cuando Paxton las encuentra en el bar con aspecto de furcias decadentes. Sus miradas y gestos, su hiriente forma de contestar al americano… hay que descubrirse también con el equipo de doblaje al español que recoge bien todos los matices.

Grandes momentos:

-Hay mucho humor corrosivo en la película. En la discoteca de Amsterdam con el asunto de la riñonera por ejemplo.

-Cuando Alex les acoge en su casa después de que Oli provoque las iras del vecindario les mira de medio lado y les dice “no todos queremos matar americanos”.

-La delirante versión del “Claridad” (“Treti Galaxie”¿?) de Umberto Tozzi en la discoteca eslovaca.

-El museo de la tortura, un lugar siniestro pero una tontería en comparación con la “galería de arte” a donde Natalya conduce a Paxton.

-El cameo del gran Takashi Miike es una confirmación de que ni Roth ni Tarantino son ajenos al cine extremo que se cuece en Japon.





-En este aspecto es importante todo lo que acontece a la dulce japonesita que hace amistad con los protagonistas.






-El infame cliente del matadero que se confiesa con Paxton como si estuvieran en los vestuarios del club de tenis.

-La banda de niños. Si nos parecen chungos cuando hacen su primera aparición al final descubrimos que son todavía peores.






Nota cinéfila: “Pulp Fiction” (1994) en la televisión nada más entrar al albergue eslovaco.

La banda sonora de Nathan Barr es excepcional, muy superior a lo que solemos tener en un film de terror comercial. Una orquestación que subraya los momentos mas tensos y contribuye al desespero del espectador. Grande también la selección de temas que se alternan con la partitura de Barr. Me encanta el metal épico de “Tublatanka” en el tema “Pravda Vitazi”. Las discotecas eslavas deben ser curiosas.





Los momentos gore del film son pocos pero contundentes. Aquí los responsables del proyecto sabían que se la jugaban. O hacían un film para todos los públicos y se aseguraban la taquilla o arriesgaban a que la película fuese restringida con la clasificación “R” pero contase con el apoyo del público fiel al género y a la trayectoria de los nombres que aparecían en el cartel de la película. Optaron por la segunda opción y les salió bien.

Con Tarantino el director pudo contar con un equipo de lujo: Nicotero, Berger y Wasner, tres pesos pesados que además de ser habituales en el cine del creador de “Grindhouse” (2007) también han dejado su impronta en “Breaking Bad” y en “The Walking Dead”. Eli Roth después de “Hostel” ha seguido colaborando con este equipo de destroyers.

No entiendo que la película sentara mal en Eslovaquia. Yo si tuviera que hacer turismo preferiría recorrer las calles donde se pierden Paxton, Josh y Oli antes que perder el tiempo con ruínas o estatuas.

“Hostel” es un contundente film de terror sorprendentemente bien realizado. Directo y sin concesiones. Abstenerse puristas, sibaritas, y finolis.



NOTAS:
Uno de los carteles promocionales de “Hostel” es un homenaje a “Maniac” (1980) de William Lustig. Así deja claro sin complejos Eli Roth cuales son sus principales referentes cinematográficos. Unas influencias que seguramente contribuyeron a estrechar lazos con Tarantino.
































Calidad Cinematográfica:  7

Psicotronia:  7

Gore:  7

lunes, 16 de noviembre de 2015

HOLOCAUSTO 2 (1980)



Holocaust parte seconda: i ricordi, i deliri, la vendetta

Dir.: Angelo Pannaccio (Angel Jonathan)

Dramático / Naziexploitation

Italia.- 76 Min.- Eastmancolor

Música: Giuliano Sorgini

Maquillaje: Adriana Blengini

Fotografía: Maurizio Centini

Guión: Angelo Pannaccio



Producción: Italian Film

Prod. Co.: Film Montecarlo Produzione Cinematografica e Televisiva


Intérpretes: William Berger (Coronel Hans), Tina Aumont (Madre de Dorotea), Elisabeth Tulin (Celadora), Kai Fischer (Dorothea), Susanna Levi (Lucilla), Andres Resino (Lorenzo), Gordon Mitchell (Felix Oppenheimer), Marzia Damon (Mathilda), Pina Pietronigro (Elisa), Michele Guaglieri (Michele), Sergio Serafini (Franco), Nino Musco (Alfonso), Giuseppe Maroccu (Inspector), Anna Lina Alberti (Elena)

Este film podría considerarse un naziexploitation tardío, más cercano a “Portero de Noche” (1974) que a “Ilsa, La Loba de las SS” (1975). Realizada en 1980 se sitúa en los años posteriores a los juicios de Nuremberg y en la labor de Simon Wiesenthal siguiendo la pista de nazis huídos y encubiertos por organizaciones como ODESSA como ilustra la novela de Frederick Forsyth.

El punto de partida argumental es potente: Un grupo de supervivientes italianos supuestamente judíos quiere ir más allá de lo que la ley les permite y planea vengarse de quienes masacraron a sus familias y a su raza asesinando a cuantos nazis puedan localizar.

Pero ya desde las primeras escenas a la entrada del aeropuerto donde Felix Oppenheimer contacta por teléfono con el piso donde el grupo tiene su cuartel general tenemos la impresión de que estamos ante una realización casi amateur, en la que en los planos se meten personas que deambulan por la calle ajenos al rodaje.

El lugar de reunión es tan cutre que recuerda la estética de “El Ataque de los Tomates Asesinos” (1978) solo que aquí la cosa va en serio (o lo pretende).







En este sentido hay dos momentos cumbre:

-Cuando uno de los judíos con su Alfa Romeo Giulia clásico va a encontrarse en un pueblecito con un compañero en un primitivo garaje para entregarle un subfusil. Vemos aparecer en el plano a un vecino que cuando ve aparecer el coche y se da cuenta de que están filmando una película se hace el despistado y retrocede hasta que se queda curioseando medio a escondidas.







-La escena del secuestro del Doctor carnicero de Spandau. La conversación que se produce en el interior del vehículo la escuchamos en off mientras vemos circular el Mercedes por las calles de la ciudad.

Hay que reconocer que el parque automovilístico de Anzio en 1980 era maravilloso y los aficionados a los coches clásicos pueden disfrutar con ello.

También se puede disfrutar de la imponente presencia de las actrices. Dorotea es miembro de la organización e hija de una víctima de un campo de concentración. Lucilla (Susanna Levi, probablemente de los pocos actores de origen judío que participan en el film) una colaboradora seducida por Dorotea para cometer un crimen. No enseñan nada mas allá de las braguitas o una camisa transparente pero son dos mujeres de presencia imponente. Como es tambien soberbia la estampa de la perversa dominatrix que se exhibe en un extraño flashback. O la esposa del Coronel Hans.

Por mucho empaque imposible y pretensiones estéticas y poéticas típicas del porno softcore la película es una italianada que se desboca en ocasiones como cuando unas supuestas amigas de Lorenzo están tomando el sol en top less y llegan sus chicos. Los comentarios de ellos son de lo mas sutil:

-Para mi la de las tetas grandes
-A mi me gusta más el trasero de la otra
-Ten cuidado porque parece la más lista

Dos chicos trajeados que salen de la Iglesia:

-¿Vamos al bar?
-Bueno, si invitas…

Lucilla seduciendo a Lorenzo:

-Me gustaría que me hicieras el amor brutalmente, sin ninguna elegancia, como si fuera una prostituta, si comprendes el significado de sus intenciones, de sus gestos, verás que soy igual que ellas.

Los integrantes del clan de judíos vengativos son bajitos, patilludos, mostachudos, con gruesas gafas de pasta…

Los títulos de crédito del principio incluyen sin pudor imágenes de archivo de víctimas de campos de concentración acompañado todo con ruidos como de golpear un bidón de hierro y de un intermitente siseo, como de un chorro de vapor, o de gas…




Los asesinatos son creativos (gas, taladro, una cabra…) y vienen acompañados con imágenes de escenas que ocurrieron durante la guerra con los prisioneros y de los que fueron protagonistas los ejecutados. Este punto es interesante porque crea un clima de sordidez que se te mete en el subconsciente, predomina la oscuridad y aunque más que un campo de concentración parece una granja o una finca agrícola, produce mal rollo, con una gobernanta haciendo cantar a un coro de niños mientras se ejecutan prisioneros o aparece el elegante salón con la dominatrix SS. 





No es tanto en la escena del fusilamiento en que los que van a morir aparecen con aspecto de indiferencia rutinaria como el de quien sale de casa a comprar tabaco.





Pero aunque hay unos cuantos crímenes y secuencias de humillación a prisioneros que nadie espere un festival gore. No hay tampoco clima de tensión ni suspense. En algunos pasajes del film el espectador puede notar como le pesan los párpados.





Aunque el arranque del film dentro del tono general de cutrez es prometedor pronto se convierte en una sucesión de incongruencias y diálogos vacíos. La psicotronia se apodera definitivamente de la película cuando Dorothea hipnotiza a Lucilla y la controla mentalmente.





Al final hay una extraña secuencia en la que la hipnotizada provoca a Felix un orgasmo telepático después de hacerse acariciar las tetas. O por lo menos es lo que yo creo entender que sucede.

Apuntes de lesbianismo que encuentran su merecido castigo como en “Thelma y Luise” (1991) aunque no de forma tan espectacular. Lamentable.






Música bonita en líneas generales para amantes de las bandas sonoras de la serie Z erótica de los setenta y unas vistas de la ciudad costera de Anzio que dan ganas de hacer las maletas y salir hacia allá en cuanto vengan los primeros calores de primavera.






“Holocausto 2” no es la segunda parte de nada. El título original “Holocausto Parte Seconda” parece significar que la película pretende erigirse en crónica de acontecimientos posteriores a todo lo ocurrido en los años después del genocidio. Y comercialmente para ver si colaba para seguidores de películas, documentales o series de TV que hicieran referencia al tema.







Un film que si hubiera subido un poco el tono de los desnudos y la sangre podría haberse convertido en un pequeño clásico del cine mugroso. Se queda en un muy discreto producto para aficionados al género porno nazi o naziexploitation.




















Notas:

-Kai Fischer trabajó con Wim Wenders y con Ingmar Bergman. Excelente presencia y buena actriz aunque en “Holocausto 2” se ahogue en el tono general de mediocridad del film.

-Gordon Mitchell un carísmatico todoterreno de la serie B que trabajó con John Huston y con Fellini.

-Andres Resino, de Velada (Toledo), fue un guaperas que tristemente ya nos dejó. Muy participativo de nuestra psicotronia nacional. Recordado como Alfonso Torres en la teleserie “El Super” y que apareció en un episodio de “Hospital Central” con el nombre de Lorenzo, tal vez recordando esta película.



























Calidad Cinematográfica:  4

Psicotronia:  8

Gore:  4