“Black Mama White Mama”
Dir.: Eddie Romero
Acción /
Thriller / WIP / Exploitation
EE. UU. / Filipinas
87 Min. /
Color
35 Mm / 1.85
: 1
Sonido:
Monoaural
Música:
Harry Betts
Fotografía: Justo Paulino
Guión: Joe
Viola, Jonathan Demme, H. R. Christian.
FX : Teofilo
Hilario
Producción:
John Ashley, David J. Cohen, Eddie Romero.
Prod. Co.: American International Pictures (AIP), Four
Associates Ltd.
Intérpretes: Pam Grier (Lee Daniels), Margaret Markov
(Karen Brent), Sid Haigh (Ruben), Lynn Borden (Funcionaria Densmore), Laurie
Burton (Warden Logan), Eddie Garcia (Capitán Cruz), Alona Alegre (Juana), Dindo
Fernando (Rocco), Vic Diaz (Vic Cheng), Wendy Green (Ronda), Lotis Key
(Jeanette), Alfonso Carvajal (Galindo), Bruno Punzalan (Camionero), Subas
Herrero (Luis), Jess Ramos (Alfredo), Carpi Asturias (Lupe), Andres Centenera
(Leonardo), Bomber Moran (Vic Cheng`s Goon)
El subgénero
de mujeres en prisión o WIP (Women in Prison) casi siempre garantiza psicotronia y morbo para los bajos instintos del espectador.
En esta
ocasión la presencia de la pantera Pam Grier y de la amazona caucásica Margaret
Markov hacen que la cosa prometa bastante. Y las expectativas no se ven
defraudadas.
Esta
película es un genuino producto de los 70`s que va más allá de la exploitation
y combina de forma explosiva el thriller, el western moderno, la aventura, la
acción y el road movie entrando de lleno en los terrenos del Peckinpah de
“Quiero la cabeza de Alfredo Garcia” (1974) o de “El ex - preso de Corea”
(1977) . Un nuevo tipo de cine que empezaba a despuntar, descarnado y violento que junto a otros films de
H.B. Halicki, Dennis Hooper o Monte Hellman servirían como influencia futura
para gente como Tarantino, como se aprecia claramente en “Amor a Quemarropa”
(1993) escrita por el realizador de “Kill Bill”.
A un “centro
de rehabilitación de mujeres “ localizado en una isla de Filipinas llega un
autobús con nuevas reclusas. Entre ellas Lee, prostituta que ha huido de un
narcotraficante de peso en la zona y la bella Karen, integrante de una
guerrilla revolucionaria.
En el correccional hay dos guardianas que mantienen una relación íntima aunque una
de ellas no tiene reparos en utilizar a las más bellas reclusas para sus
particulares y retorcidos juegos de sumisión.
Pronto se
fija en Lee que la rechaza sin miramientos.
La afroamericana y Karen son
líderes naturales con fuerte carácter que las llevará a enfrentarse
reiteradamente.
La tensa
situación fuerza el traslado. Por el camino el transporte que las lleva se
encuentra con una doble emboscada que las protagonistas aprovechan para escapar
unidas por las muñecas con una cadena.
Aunque no les guste tendrán que colaborar para salir adelante.
Seguidas por
la Policía, por los secuaces del narco que busca a Lee y por los amigos
insurrectos de Karen, las evadidas atravesarán la provincia para llegar a un
puerto donde un amigo de Lee puede
facilitarles la huida de la isla en un barco.
“Mamá Negra
Mamá Blanca” no es la primera película en la que escapan dos presos de
diferente raza. Podemos recordar la espléndida “Fugitivos” (1958) de Stanley
Kramer con Sidney Poitier y Tony Curtis. En el film de Eddie Romero no se
desarrolla todo el potencial de esta situación ni se aprovechan las subtramas
de la droga, de la revolución, ni del presidio ni de los conflictos raciales
aunque si que encontramos algunos apuntes interesantes. No podemos pasar
inadvertido que en el guión está Johnatan Demme, un creador a mi entender
sobrevalorado pero que aporta solidez y sustancia en cualquier proyecto.
En lo que si
que cumple el director es construir un film de acción repleto de situaciones
delirantes y personajes interesantes como el narco Vic, el tremendo Ruben
brillantemente interpretado por Sid Haig, el sereno y apuesto Capitán Cruz, el carismático
líder marxista Ernesto… Las interpretaciones están bastante cuidadas y se maneja bien la expresividad facial y gestual.
Momento
cumbre de la película es cuando las protagonistas han escapado a través del
tiroteo del vehículo que las transportaba y se encuentran solas y encadenadas
en medio del campo. Karen echa en cara a Lee que solo le importa el dinero y la
morena le responde echándole en cara que es una niña rica que se ha apuntado a
la revolución por capricho. A continuación se reparten una espectacular
ensalada de hostias que tiembla el misterio.
La
corrupción y la sensación de que no existe la ley campan a sus anchas por los
exóticos escenarios.
Los
vehículos son horteras, recargadísimos de adornos al estilo asiático,
destacando el super macarra coche hindi-redneck de Ruben.
El lenguaje
es soez y el humor cafre.
Hay que ver
a la funcionaria que se mete en un cuartucho oscuro desde donde espía a las
reclusas mientras se duchan. Su compañera le suelta cínicamente “Sigue así y te
quedarás ciega”
Antológico
el “Que niño más cabrón” que Lee dedica a
una criaturita que le desprecia un ramo de hierbajos y al que después
disimuladamente propina una patadita.
El “hijas de
puta” que les brinda el camionero con sus últimas fuerzas mientras pierde la
consciencia. No es para menos, le han echado de su camión llamándole “Chino de
mierda”
La discusión que propone Ruben a punta de revolver sobre las pollas de Cruz y del Jefe.
Cuando las
chicas sigilosamente entran a robar a casa de un tipo que está ocupado beneficiándose a la
parienta. Lee entre risitas dice “espero que no se corra enseguida”
Hay tiroteos
memorables pero son especialmente delirantes los del final cerca del puerto.
Por la
expresión de la cara de la Markov y la
forma como saltan los casquillos se diría que el fusil que maneja en el tiroteo
del embarcadero dispara de verdad.
Me fascina
la acción en estas calles o caminos entre las casas y la vegetación de la selva
cercana. Son barrios preciosos con casitas típicas de la costa, unas más
humildes de madera y cañizo y otras más pudientes de hormigón con dos plantas y
terrazas acristaladas. Paisajes que tristemente ya no son como aparecen en la
película por culpa del azote de los tifones.
Pocas veces
he visto un duelo a muerte como el que tiene lugar entre la colada tendida de
un patio trasero.
Hay bastantes escenas de desnudos. Las protagonistas son
muy hermosas y se exhiben sin pudor de cintura para arriba en la primera parte del film.
Las escenas
de tortura en casa del capo Vic son de auténtico mal gusto.
También hay
momentos gore dentro de lo tolerable.
La muerte a
cámara lenta de uno de los personajes principales manifiesta una vez más la influencia del director de “Grupo Salvaje”
(1969).
La música es muy buena con orquestaciones de afro jazz funky y música country. Un soudtrack apreciado por los coleccionistas.
“Mama Negra,
Mama Blanca” es un film que pudo ser mucho mejor pero que visto ahora desde la distancia resulta
inesperadamente bueno y adelantado a su tiempo.
Notas:
- El director
Eddie Romero tiene una interesante filmografía repleta de títulos psicotrónicos
y exploitation. A seguirle la pista.
- Jonathan
Demme le cogió el gusto al tema WIP debutando en la dirección con “La cárcel
caliente” (1974). Seguro que por aquel entonces no era tan relamido como
demostró tiempo después con la artificiosa y oscarizada “El Silencio de los
Corderos” (1991)
- El guionista
Joe Viola se puso detrás de las cámaras y junto con Demme en el guión alumbro
otra monstruosidad de mujeres entre rejas con Margaret Markov entre las
protagonistas: “La Cámara de Tortura” (1972). Como curiosidad el papel
principal masculino está a cargo de un tipo llamado Carmen y una de
las estrellas femeninas del film se llama de apellido Cagan.
Calidad
Cinematográfica: 7´5
Psicotronia: 7
Gore: 5
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