AKA: “Cannibal man”
Dir.: Eloy de la Iglesia
Dramático / Thriller/ Crónica negra
España.- 90 / 94 / 98
Min.
Color.- 35 Mm.
Sonido: Monoaural
Música: Fernando Garcia Morcillo
Fotografía: Raul Artigot
Intérpretes: Vicente parra (Marcos), Eusebio Poncela
(Nestor), Emma Cohen (Paula), Charly Bravo (Esteban), Fernando Sanchez Polack
(Señor Ambrosio), Goyo Lebrero (Taxista) , Vicky Lagos (Rosa), Rafael Fernandez
(Agustin), Jose Franco (Tendero), Valentin Tornos (Obrero), Antonio del Real (
Obrero burlón), Lola Herrera (Carmen)
Cuando el cine español evolucionaba dejando atrás sus
aspectos más folklóricos, raciales y en algunos casos rancios, conseguían la
admiración de la crítica y triunfaban en festivales internacionales autores
como Buñuel, Saura, Erice, Bardem o Berlanga (por citar los más conocidos)
habían otros que con menos reconocimiento se iban labrando una carrera
interesante. Habían dos en particular que pretendían ser más viscerales
mostrando aspectos de la realidad social del país: Eloy de la Iglesia y Jorge
Grau.
Menospreciados por sensacionalistas y excesivos si que es
cierto que Jorge Grau tenía una incontinencia para el exceso que hacía que sus films
resultaran altamente psicotrónicos pero el caso de Eloy de la Iglesia es diferente
y hoy su cine se puede reivindicar por su calidad y por haberse adelantado a su
tiempo.
En 1972, en los últimos años del franquismo, este director
vasco influenciado por el giallo, el neorrealismo y por Passolini realizó uno
de las películas más perseguidas por la censura en España: “La semana del
asesino”
Fundamental el aporte en la producción del valenciano
Vicente Parra que como buen acuariano no soportaba la idea de proyectar una
imagen superficial y frívola de galán sintiendo la necesidad de reivindicar su
talento en proyectos más atípicos y comprometidos.
Con la ayuda en el libreto del guionista y argumentista
Antonio Fos que se prestaba igual para escribir una comedia idiota, un drama o
una de terror barato, ya estaba a punto el equipo que iba a dar lo mejor de si
mismo en la creación de esta obra maestra.
Marcos es un tipo taciturno. Su vida es rutinaria, pasa
mucho tiempo solo porque su hermano con quien vive es camionero y para poco por
casa. Va de casa al trabajo y del trabajo a casa. En sus ratos libres se deja
caer por el bar de Agustin y los fines de semana sale con alguna novia.
Su barrio es extrarradio de la sierra de Madrid y su
vivienda una casa, casi una chabola donde se crió con sus padres y hermano. En
medio de unos solares donde a unos pocos cientos de metros ya se levanta un
edificio de nueva construcción.
Trabaja en un matadero donde se produce caldo concentrado
“Flory”.
Un domingo por la noche de regreso a casa con su novia toman
un taxi. El taxista les recrimina su actitud libidinosa y tienen una discusión
en la que por accidente el hombre sale bastante perjudicado.
En la siguiente cita Marcos culmina la desfloración de su
joven amiga que empieza a insistirle en que debe afrontar su responsabilidad en
el suceso del taxista y acudir a la policía. El, acorralado siente que no puede
confiar en ella y la silencia de modo permanente.
Por sorpresa llega su hermano a quien le confía la situación
y pide ayuda pero Esteban a punto de casarse no quiere líos y también le dice
que debe entregarse.
Marcos termina como uno de los muchos perros asilvestrados
que habitan por los alrededores, con su casa convertida en una guarida a la que
es mejor no acercarse.
Su amistad con Nestor, un vecino de la finca nueva a quien
conoce de cruzarse con él cuando sale a pasear al perro por la noche le sirve
como vía de escape de una situación que cada jornada va a peor.
Nestor es el personaje clave de la película, simboliza la
libertad, la independencia, la seguridad en uno mismo, la generosidad, la
integración en la sociedad, la educación, todo aquello que parece ajeno a
Marcos. El duelo interpretativo entre Eusebio Poncela y Vicente Parra es
prodigioso. Marcos está a gusto en su compañía. Nestor es claramente homosexual
y Marcos lo va aceptando. No sabemos hasta que punto porque la tijera censora
aniquiló parte del metraje que trataba abiertamente este tema.
Lo cierto es que Nestor tampoco es modélico. Es un niño bien
que vive de rentas, no tiene una actividad clara y termina siendo un ejemplo
moral que hace a Marcos, el obrero marginal, recapacitar y tomar el camino
“correcto” para estar en paz consigo mismo.
Ambiguo final que no empaña una película demoledora,
áspera, asfixiante, con miles de matices y detalles que se van descubriendo con
cada nueva revisión. Con imágenes amplias y primeros planos de los actores de
temenda fuerza expresiva. Bellas panorámicas del triste entorno donde se
desarrolla la historia. Impresionantes imágenes de Madrid por la noche, en la
piscina VIP y por las avenidas.
La casa de Marcos es un foco de inagotables sensaciones,
calor, humedad, recogimiento, familiaridad, tosquedad, rudeza… hasta cuando
empieza a ser desagradable trasciende la pantalla.
Como el bar de Agustin, un lugar típico de otra época difícil
de encontrar ya sino es en algún pueblo o en algún barrio que permanezca ajeno
al paso del tiempo, la avidez inmobiliaria y la crisis.
Hay mucho simbolismo. El fútbol presente en algún asesinato
a través de la radio, los niños pobres que juegan anárquica y salvajemente al balompié en el solar, los perros...
Cuando Marcos va a la ciudad a despejarse ve un perro herido
y a un grupo de gente que se interesa por él. ¿qué significa esta surrealista
escena? ¿se siente el protagonista identificado por el perro o se indigna de
que esta gente anónima le ignore y vuelque sus atenciones en un vulgar animal
callejero?
Hay una secuencia muy interesante mutilada en la versión
española. Cuando están Nestor y Marcos por la noche en una terraza tomando un
refresco y se les acerca una patrulla de Policia. El de más autoridad pide la
documentación a Marcos que se siente intimidado a la vista de los símbolos del
régimen que muestran los uniformes. Nestor no lleva el DNI pero el oficial se
derrite en amabilidades con él cuando el camarero le comenta que es uno de los
inquilinos del edificio nuevo.
El humor negro esta presente durante todo el film. Hay
varios momentos cumbre:
- Cuando Marcos visita la droguería para comprar perfume y
ambientador.
- Cuando decide llevar en una bolsa de deporte las partes de
sus víctimas a la factoría de caldo para deshacerse de ellas.
- Cuando tiene que espantar a pedradas a los perros de la
puerta de su casa.
Los actores secundarios también están perfectos, una sensual
Emma Cohen, una desconocida Lola Herrera muy castiza y sexy pero que con el
tiempo ganó en belleza y una Vicky Lagos que nos ofrece una de las imágenes mas
potentes que yo recuerdo de una mujer poseída por la calentura en esa escena en la que
trata de limpiar el pantalón de Marcos. Un rostro que expresa vicio puro. El
resto de personajes lo cierto es que aparecen poco.
El lenguaje que utilizan los personajes castizo y “cheli” es muy acorde con los
escenarios. La discusión con el taxista es memorable.
Las imágenes del matadero ya desde el principio del film no
gustaron mucho en la distribución de la película por el extranjero. Yo creo que están
perfectamente integradas en la trama y guste o no, los mataderos existen y en
el mercado compramos envasados o al corte animalitos despedazados.
Eso si, probablemente más de una persona sensible después de
ver “La semana del asesino” no vuelva jamás a consumir pastillas de caldo
concentrado.
Las escenas gore son pocas pero potentes. En la
versión de 94 minutos aparecen íntegras.
La banda sonora es también fabulosa, desde el tema
interpretado con una trompeta que abre y cierra la película, pasando por el rasgueo
dramático de guitarra española o los extraños sonidos que subrayan las escenas
más sórdidas.
Un film extraordinario. Probablemente el mejor de Eloy de la
Iglesia. Con un Vicente Parra magistral e insuperable.
Notas:
“La semana del asesino” (“The cannibal man”) tiene el honor
de hasta la fecha (2014) ser la única película de producción cien por cien
española incluída en la lista DPP (de “Video Nasties”) en el Reino Unido y
procesada por obscenidad. Finalmente se editó con 3 minutos de metraje
suprimidos.
El Círculo de Escritores Cinematográficos galardonó a Vicente Parra en 1973 como mejor actor del año 72.
El Círculo de Escritores Cinematográficos galardonó a Vicente Parra en 1973 como mejor actor del año 72.
Calidad cinematográfica:
9
Psicotronia: 7
Gore: 6
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