USA. 2010. Video. 88 min. Dolby. Color
Intérpretes: Gary Stretch, Jaleel White, Sarah Lieving, Robert Picardo, Hanna Cowley...
Produce: The Asylum
The Asylum
es una productora que se dedica a fusilar los estrenos más importantes que se
producen en EEUU con imitaciones de bajo presupuesto para el mercado del video.
Esto se ha hecho siempre, los italianos eran especialistas en copiar de forma
chapucera films americanos de éxito. Tambien lo hacen indios, turcos, filipinos
etc. La diferencia es que Asylum se lo toman un poco más en serio y llegan a
irritar bastante a los productores de las Majors. El que los efectos digitales
ya estén prácticamente al alcance de cualquier pequeña empresa les facilita las
cosas.
“Megashark
Vs. Crocosaurus” viene a ser pariente lejano del “Tiburón” de Spielberg y es
continuación de un despropósito anterior original de la compañía: “Mega Shark
Vs. Giant Octopus” (2009) que no he
tenido el gusto de ver.
Parece ser
que Megashark, un megalodón con problemas de actitud, sobrevivió a una batalla
contra un pulpo gigante en la película anterior y ahora anda detrás de los huevos
(no piensen mal) de un cocodrilo (hembra, supongo) gigante. Esto enfurece
sobremanera al cocodrilo que va recorriendo las costas
desde El Congo hasta el cabo de Miami buscando lugar seguro para
procrear.
El caso es
que el cocodrilo estaba tranquilito hasta que Nigel Putnam, un cazador especialista
en plagas gigantes interpretado por Gary Stretch, actor de segunda y ex
boxeador que nos recuerda a Pepe Navarro, consigue anestesiarlo y llevárselo en
un barco. Si hubiera visto “King Kong” hubiera sabido que esto no era buena
idea. El megalodón ataca el barco y se libera el cocodrilo.
El teniente Terry McCormick, Jaleel White (Steve Urkel crecidito) es un ictiólogo obsesionado con destruir al pobre megalodón por que lo considera un peligro y porque en un ataque aun barco del ejército causó la muerte de su chica.
La agente
especial para el medioambiente Hutchinson (Sarah Lieving) se unirá a estos dos
para perseguir a lo largo de toda la película a las prehistóricas criaturas.
Y poco más,
en una nueva dimensión de lo que es la pescadilla que se muerde la cola, la
película transcurre entre compromisos de honor, diálogos interminables y sin
sentido, efectos especiales de baratillo, escenas que se repiten y homenajes al
cine de monstruos japonés.
A ratos aburrida, a ratos entretenida, puede ser un simpático entretenimiento para niños que disfrutarán con las apariciones de los monstruos.
Como nota
anecdótica, el director Christopher Ray , es hijo del especialista en serie B y
caspa de bajo presupuesto Fred Olen Ray, autor de despropósitos tan adorables
como “The brain leeches” (1978), “Experimento secreto” (1984), “Hollywood
Chainsaw Hookers” (1988), “Warlords” (1988), “Del espacio profundo” (1988) etc.
Se puede comprobar que podía realizar varias películas el mismo año, así salían
de buenas.
Sigue en
activo perpetrando disparates del calibre de “Bikini Frankenstein” (2010).
Calidad
cinematográfica: 5
Gore: 2
Psicotronia: 6
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