Australia. Color. Mono. 91 minutos.
Thriller. Comedia negra
Intérpretes : Terry Camilleri, John Meillon,
Kevin Miles, Rick Scully, Melissa Jaffer, etc...
Primera película del australiano Peter Weir. Una producción
justita de medios que parece una especie de parábola sobre la evolución de las
comunidades y la confrontación entre el conservadurismo y la rebeldía juvenil.
Viendo películas como esta y como Mad Max de 1979 parece que Australia debía de
ser aquellos años un lugar bastante rudo para vivir.
Este film, considerado de culto, está más cerca de “Picnic
at hanging rock” (1975) y “La última ola” (1977) que de la posterior deriva
mainstream del director orientación comercial que no resta mérito a películas
aceptables como “Gallipoli” (1981), “El año que vivimos peligrosamente” (1982),
“El club de los poetas muertos” (1989), “El show de Truman” (1998) etc.
Cuando veía la carátula de esta película en las estanterías del videoclub me
rondaba la idea de que el argumento sería alguna fantástica metáfora sobre el
cosmopolitismo en las grandes urbes que devoran al individuo o algo asi pero la
acción no transcurre en Paris de Francia, este Paris es una ciudad imaginaria
situada en el ámbito rural de Nueva Gales. Un lugar perdido a donde puedes
llegar pero del que no puedes salir. Una comunidad cerrada y hostil a cualquier
apertura al exterior que a pesar de aparentar familiaridad y buenas costumbres
esconde tanto peligro como el Pleasant
Valley de “2000 maniacos”(1964). Hasta
el nombre, Paris, es una impostura.
Pues aquí viene a parar Arthur, un humilde buscavidas que
iba con su hermano, su coche y su caravana buscando un trabajo. Víctimas de un
extraño accidente, Arthur sobrevive y es acogido en casa del Alcalde aunque no
llega en ningún momento adaptarse a las costumbres de esta ciudad sin ley cuya
paz parece a punto de saltar por los aires en cada momento.
A llevar la tensión al límite contribuye la banda formada
por los jóvenes gamberros del pueblo. No hay otros jóvenes ni otros gamberros y
su actividad camorrista desencadenará el enfrentamiento final entre el frágil y
supuesto orden establecido y la rebeldía vengativa de la pandilla.
La violencia
explota durante un memorable y bizarro baile de disfraces anual con el asalto
de los pandilleros en sus coches tuneados al estilo “La carrera de la muerte
del año 2000” pero en versión chatarra.
No me parece un film de terror, mas bien una comedia negra
con unos personajes delirantes, empezando por el patético protagonista Arthur,
o el mad doctor que experimenta con los supervivientes de los siniestros en la
carretera de acceso. Hasta la familia (¿?) del alcalde y el propio regidor son
personajes caricaturescos.
He visto un ripeo de vhs bastante lamentable y estoy seguro
de que esta película en una buena edición de dvd y con el metraje original de
91 minutos tiene que ganar muchos enteros. A ver si la consigo y la vuelvo a ver en
condiciones.
Aunque el tiempo le
ha hecho un poco de daño es una curiosidad que vale la pena conocer.
Calidad cinematográfica: 7
Gore: 5
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