Dir.:
Narciso Ibáñez Serrador
España.-
Terror
99 minutos.-
Eastmancolor
35
mm.(ampliado a 70 mm.)
2.35 : 1.-
Franscope
Sonido:
Monoaural
Música:
Waldo de los Ríos
F.X.: Don
Deacon; Wilfred Thompson; John Beaton
Fotografía:
Manuel Berenguer; Godofredo Pacheco
Guión:
Narciso Ibañez Serrador (Luis Peñafiel) sobre un relato de Juan Tebar
Producción: Arturo
González; José M. Maldonado
Prod. Co.: Anabel
Films S.A.; Regia Films
Intérpretes:
Lilli Palmer (Sra. Fourneau); Cristina Galbó (Teresa); John Moulder-Brown (Luis);
Maribel Martín (Isabelle);
Mary Maude (Irene); Cándida Losada (Srta. Desprez); Pauline Challoner (Catalina);
Tomás Blanco (Pedro Baldie); Víctor Israel (Brechard); Teresa Hurtado (Andrea);
María José Valero (Elena); Conchita Paredes (Susana); Ana María Pol (Claudia);
Mari Carmen Duque (Julia); Paloma Pagés (Cecilia); Sofía Casares (Margarita);
Blanca Sendino (Cocinera); Clovis Dave (Enrique); Frank Braña; Gloria Blanco (Regina); Juana Azorín (Lucía); Elisa
Méndez (María); María Elena Arpón (Alumna); Maria Gustafsson (Ingrid); Loreta
Tovar (Alumna)
Siento un
gran respeto por Narciso Ibañez Serrador, alguien que durante muchos años
dignificó la televisión produciendo y dirigiendo espacios de entretenimiento de
calidad, nada que ver con la inmundicia que inunda actualmente la oferta de la
caja idiota. Es curioso que habiendo cada vez más canales disponibles en vez de
competir por la excelencia consiguen que en determinadas franjas horarias no
haya absolutamente nada de interés para ver.
También lo
hizo todo en teatro y en radio. Lógicamente no iba a dejar de intentarlo en el
terreno que más amaba, el cine.
A un suntuoso
internado sito en los altos de La Provenza alpina llega un carruaje. En el viajan el Señor Pedro Baldie y la joven
Teresa. Vienen desde Aviñón para solicitar la admisión de la chica en la
residencia. La Señora Fourneau, directora, acepta y Teresa enseguida se integra
en el día a día del lugar.
La
disciplina es severa pero hay buena camaradería entre las chicas. A pesar de
todo en los últimos meses se han fugado tres internas. La recién llegada va
descubriendo un tenso clima de represión que se hace difícilmente soportable.
Algunas chicas buscan maneras de sobrellevarlo y una oscura presencia intenta aprovecharse
de ello. Algo terrible está ocurriendo y Teresa tal vez no sea lo bastante
fuerte como para afrontarlo.
“La
Residencia” fue un proyecto bastante osado para su época. Rodado en inglés con
vistas a la exportación y con un presupuesto importante de 22 millones de
pesetas pudo contar con un cierto apoyo institucional que se tradujo en
libertad de promoción y una leve relajación en las exigencias de la censura. El
régimen apostó por el éxito internacional que a todas luces iba a conseguir la
película y Chicho apenas tuvo que suprimir un par de escenas tontorronas. Se
pretendía hacer ver en el extranjero que la España de Franco no era tan rancia
como denunciaban los contubernios de izquierda y al fin y al cabo una película
de miedo no tenía el veneno subversivo que podían impregnar las de Buñuel, por
ejemplo. No les faltaba razón pues el éxito internacional fue apabullante
llegando a recaudar solo en las taquillas españolas 105 millones de pesetas. El
fantaterror español había comenzado una trayectoria respetada e influyente.
Farisaicamente la crítica oficial vapuleo el film de forma inmisericorde.
Chicho tiró
de sus referentes cinematográficos para dar forma a su película. Claramente el
comienzo remite a “Suspense” de Jack Clayton aunque no es la Institutriz quien
se entrevista con el padre de la criatura sino el tutor (¿?) de Teresa quien
viaja hasta la residencia para dejar a la chica a cargo de Madame Fourneau. En
ambos casos hay una ambigüedad subliminal en la relación entre los niños y
quienes los dejan en manos de las educadoras. Significativos los billetes que
entrega el Señor Baldie. Si pensáramos mal podríamos concluir que Teresa es su
propia hija no deseada y el pago de cuotas le garantiza discreción.
El estilo
unido a la influencia que el director pudiera haber reciclado del genero
realizado en Italia con Mario Bava como estandarte o del gótico de Roger Corman
en sus adaptaciones de Poe, es claramente Hammer. El clasicismo, el color, el
erotismo y la sangre eran marca de estilo en la productora británica.
En “La
Residencia” está presente el fantasma del edípico majara de “Psicosis” (1960) y
la mano revolucionaria de Hitchcock en recursos como el cambio en el
protagonismo del film o la dosificación de los asesinatos notablemente
creativos.
No es casual
la presencia de Lilli Palmer en el papel protagonista, esta actriz ya
co-protagonizó una película alemana de características similares “Corrupción en
el Internado” (1958) de Géza Von Radványi, remake de “Muchachas de Uniforme” (1931)
de Leontine Sagan, aproximaciones al amor lésbico. Más cercana en el tiempo a
“La Residencia” estaría “La Calumnia” (1961) dirigida por William Wyler. Tres
películas de peso y calidad sobre relaciones complicadas en colegios de
señoritas.
Pero la
esponja que era Ibañez Serrador le permitía salpimentar el conjunto con matices
heredados de la cultura latinoamericana que vivió en su infancia. Aplicar la
psicotronia asimilada en esos años en sus propuestas para la Television
Española había funcionado y ese toque de humor surrealista también se deja
entrever en su obra cinematográfica. Tal vez podríamos apuntar como ejemplo el
musical picantón “Dormitorio (“Internado” por cortesía de la censura) para
señoritas” (1960) de Fernando Cortés, remake de “Internado para señoritas” (1943)
de Gilberto Martínez Solares en la que Cortés era actor principal. Muy de estos ambientes ñoños o de
“Mujercitas” (1949) podría ser también la escena en que Teresa muestra su ropa
a las compañeras.
Y que decir
de un antecedente tan directo como “Hasta el viento tiene miedo” (1968) de
Carlos Enrique Taboada aunque en nuestra residencia no hay fantasmas. Si los
habrán en “El Espinazo del Diablo” (2001) o en “Los Otros” (2001).
Entrar en
“La Residencia” es cambiar de siglo. La ambientación, el vestuario, la
iluminación, todo nos transporta al gótico asfixiante de “Rebeca” (1940) (Hitch
again) o “Jane Eyre” (1943). Cada detalle está minuciosamente estudiados. La
habitación de Luis sería buen ejemplo de ello.
El hijo de
Madame Fourneau es un personaje muy trabajado. Es el máximo exponente de las
consecuencias a las que lleva la represión del deseo, uno de los temas
subyacentes en todo el film. Le vemos leyendo un libro sobre la postura de los
católicos franceses frente a las propuestas luteranas y entre sus páginas
aplasta una hormiga que ha sacado de un hormiguero. Las hormigas para los
surrealistas son muerte y deseo sexual. Chicho no podía dejar pasar una
referencia a autores tan importantes como Buñuel o Dalí y la metáfora se
entenderá al final.
Si “La
Residencia” es el despegue internacional del terror made in Spain no es la
primera obra destacable en el género, previamente tuvieron repercusión films
como “Gritos en la Noche” (1961) de Jesus Franco, “El Sonido de la Muerte”
(1965) de Jose Antonio Nieves Conde, “El Coleccionista de Cadaveres” (1967) de
Santos Alcocer, “Malenka” (1968) de Amando de Ossorio y “La Marca del Hombre
Lobo” (1968) de Enrique Eguiluz. Pero lo que hace diferente el film de Ibañez
Serrador es su inquietud por hacer un buen trabajo que trascendiera más allá de
una buena puesta en escena así podemos encontrar lecturas bastante atrevidas y
al límite de lo permisible para la época y para los estamentos oficiales que tenían que dar el visto
bueno.
Momentos
destacables:
- Nuestra
primera visita al interior de la mansión, a la clase donde Madame Fourneau está
dando el dictado y el recorrido por el lugar junto a Don Pedro y Teresa. La
imagen en 70 mm y los elegantes movimientos de cámara proporcionan un
apabullante aire de grandeza a las estancias. Habría sido todo un lujo poder ver esta
película en pantalla grande.
- Al igual que
en “Suspense” tenemos un jardinero siniestro que gusta de acercar su rostro a
las ventanas desde el exterior aunque hay sutiles diferencias entre Victor
Israel y Peter Wyngarde.
- Son de una
terrible crueldad las escenas en las que vemos como Catalina es azotada.
Paralelamente vemos al resto de las chicas rezando solemnemente antes de ir a
dormir. El amparo del Señor al que apelan parece que no se alcanza para su
compañera fustigada con insano deleite por Irene. Son escenas propias de un
film WIP. Jesus Franco no tenía la exclusiva de los latigazos.
- A
continuación del despliegue de sadismo, Madame Fourneau se muestra como una madre sobreprotectora con su
hijo Luis. Casi castradora.
- Menudo
escotazo el de Susana, Conchita Paredes.
-Teresa
Hurtado de las Hermanas Hurtado, deliciosamente repelente.
- Los
asesinatos creativos, muy característicos del giallo.
- Las
inclinaciones lésbicas de Irene que se aprovecha de su autoridad para
insinuarse a las otras chicas.
- ¡Escena de
ducha! No nos hagamos ilusiones, las internas se meten bajo el chorro… en
camisón.
- Otro montaje
paralelo, mientras las chicas están en clase de costura Susana se está
beneficiando en el pajar al mozo Enrique. La inquietud de las que saben lo que
está pasando es de febril excitación que culmina con una gota de sangre en el
dedo de una chica que se pincha con la aguja. Desborde de bajas pasiones
contenidas en una comunidad cerrada.
- El escondite
de Irene y sus subalternas, decorado con láminas de mujeres desnudas, como un
taller mecánico pero a lo fino. El significado es evidente.
- El
impactante final.
“La
Residencia” es una clara muestra de lo importante que llegó a ser el
fantaterror español. Denostado dentro de nuestras fronteras por quienes no
soportan que alguien se desmarque del chiringuito de la subvención y de los
trillados territorios temáticos comunes ha dejado su impronta en Europa y en
cinematografías tan lejanas como Hong Kong y Japon. Me pregunto ¿Es mejor “Los
Otros” que “La Residencia”?
El único
pero que yo le pongo a esta película es que se hace larga. Llega un momento en
que tanto ir y venir por los pasillos oscuros a la luz de las velas o del
quinqué resulta cansino y hace que los párpados del espectador empiecen a
pesar. Esto es consecuencia de que esta película era en origen un relato corto
estirado hasta darle duración de largometraje. Chicho fué muy bueno realizando
historias de duración media como su obra maestra “El Televisor” (1974) pero no
llegó a dominar el tiempo de los 99 minutos que dura “La Residencia”. Este
defecto es apreciable también en su segundo y último film “Quien Puede Matar a
un Niño” (1976).
“La
Residencia” es un meritorio film de terror con bastantes aspectos de interés
como para disfrutarlo con cada revisión.
Notas:
- La mansión
escenario de la película es el Palacio de Sobrellano de Comillas, Cantabria.
- De entre
todas las chicas destaca por su aspecto una secundaria rubia que les saca medio
metro. Es Maria Gustafsson, supermujer sueca que después sería azafata en el
“Un, dos, tres…” Se amancebó en 1971 con el director Miguel LLuch y a su lado
desarrolló una notable carrera como escritora de novelas y programas de TV.
- Loreta Tovar
tuvo una notable carrera de actriz participando en films de culto como “Leonor”
(1975), “El Ataque de los Muertos sin Ojos” (1973), “Las Violentas” (1974),
“Ceremonia sangrienta” (1973) y producciones exitosas de los 80 como “Yo hice a
Roque III” (1980)
- María Elena
Arpón trabajó co Ossorio en “La Noche del Teror Ciego” (1972), en el clásico de
Javier Aguirre “El Jorobado de La Morgue” (1973) y en comedias como “Uno, dos,
tres... dispara otra vez” (1973) ¿Qué pensaría Chicho de esta última?
- Sofía
Casares aparece en el popular monográfico televisivo de Ibañez Serrador
“Historia de la Frivolidad” (1967) y después en “El Jorobado de La Morgue” o
“Una Gota de Sangre para Morir Amando” (1973) de Eloy De La Iglesia.
- Conchita
Paredes venía de trabajar con Pedro Lazaga en “Las Secretarias” (1969). “La
Residencia” fue su última película y no hay más información disponible sobre
esta hermosa mujer. Un misterio a resolver.
- La petulante Andrea era Teresa Hurtado. Pasaría a formar parte del grupo de
“Tacañonas” que junto a sus dos hermanas puteaban a los concursantes en el “Un,
dos, tres…” Formaron un trío televisivo bastante popular. Ahora está un poco delicada de salud. Para la
historia queda la sesión fotográfica que compartieron ella y su gemela Fernanda
con los Beatles durante su estancia en España. De niño tuve un sueño erótico
con ella o con Fernanda. No recuerdo que me dijera su nombre y como son tan
parecidas…
- Pauline
Challenor hizo de la vapuleada Catalina. Aparece en “El Último Viaje” (1974) de
José Antonio de la Loma y “Tocata y Fuga de Lolita” (1974) de Antonio Drove.
Otra actriz de la que no hay más noticias después de 1974.
- Candida
Losada trabaja con Buñuel en “Tristana” (1970), “La Duda” (1972), “Los Pajaros
de Badén Baden” (1975), “No Mataras” (1975), “Extramuros” (1985) o “Sin un
Adios” (1970) con el cantante Raphael. Aparte de innumerables apariciones en
series de TV como “El Quinto Jinete”
- Mary Maude
interpreta a Irene, uno de los personajes mas interesantes y después no le
faltó trabajo en films como “La Prueba del Terror” (1971), “Man at the Top”
(1973), “La Muerte Incierta” (1973) o “Scorpio” (1973)
- Maribel
Martin continúa su carrera en muchas películas notables como “La Cera Virgen”
(1972), “La Novia Ensangrentada” (1972), “No Encontré Rosas Para mi Madre”
(1973), “La Campana del Infierno” (1973), “Últimas Tardes con Teresa” (1984),
Los Santos Inocentes” (1984) o
en la magistral obra de Villaronga “El Niño de la Luna” (1989) en la que seguro
que recordó sus días en “La Residencia”.
- Cristina
Galbo apuesta por el terror en “No Profanar el Sueño de los Muertos” (1974),
“¿Qué Habéis Hecho con Solange?” (1972), “L'assassino è Costretto ad Uccidere Ancora”
(1975) y la psicotronia caliente con “Carcel de Mujeres” (1974), “Las Adolescentes”
(1975), “Olvida los Tambores” (1975) con Maribel Martin, “La Corea” (1976) o
“El Ultimo Guateque” (1978) como protagonista principal.
- Lilli Palmer
es actriz de dilatada carrera internacional. Aparte de la ya mencionada
“Corrupción en el Internado” habría que mencionar como de interés alternativo
“Juegos Satánicos” (1967), “Sebastian” (1968), “Antes Amar... Después Matar”
(1969), “De Sade” (1969), “Asesinatos en la Calle Morgue” (1971), “Diabólica
malicia” (1972) o (Lotte in Weimar) (1975). Y “Al Otro Lado del Viento” (1972)
el inacabado film de Orson Welles.
Calidad
Cinematográfica: 7
Psicotronia: 7
Gore: 4
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