domingo, 7 de agosto de 2016

GREEN ROOM (2015)



Dir.: Jeremy Saulnier

USA.- Color.- 95 Min.

Drama / Terror / Acción / Thriller

Imagen: 2.35 : 1.- Digital

Música: Brooke Blair, Will Blair; Grupos varios.

F.X.: Roland Blancaflor, Tyler Boggs, Wayne Eaton, Ronald 'Krobar' Lawler

Fotografía: Sean Porter

Guión: Jeremy Saulnier



Presupuesto:  5.000.000 $

Recaudación: 3.200.000 $ Julio 2016 USA

Producción: Anish Savjani, Macon Blair, Brian Johnston, Neil Kopp, Victor Moyers

Prod. Co.: Broad Green Pictures; Film Science

Clasificación moral: R (Violencia, drogas, gore)

Frase promocional: “Now whatever you saw or did, is no longer my concern, but let´s be clear, it won´t end well” ; “Nobody Leaves”

En España: “Una entrada, ninguna salida”


Anton Yelchin (Pat); Joe Cole (Reece); Alia Shawkat (Sam); Callum Turner (Tiger); David W. Thompson (Tad); Mark Webber (Daniel); Macon Blair (Gabe); Eric Edelstein (Big Justin); Michael Draper (Empleado delclub); Andy Copeland (Manager del club); Brent Werzner (Werm); Lj Klink (Guitarrista); Kasey Brown (Batería); Taylor Tunes (Emily); Imogen Poots (Amber); Kai Lennox (Clark); Jake Love (Gemelo1); Kyle Love (Gemelo 2); October Moore (Policía1); Joseph Bertót (Policía 2); Patrick Stewart (Darcy); Jacob Kasch (Barman); Samuel Summer (Jonathan); Mason Knight (Kyle); Colton Ruscheinsky (Alan); Cody Burns (Punk Rocker)

Pat, Reece, Sam y Tiger son amigos y forman la banda punk Ain't Rights. Conocen a Tad que les hace una entrevista para una radio local universitaria y les consigue un concierto. El directo no les sale rentable y Tad les sugiere que vayan a un local en las afueras de Portland (Oregon) y pregunten por su primo Daniel. El garito es una cabaña en el campo propiedad de Darcy, líder de una fraternidad skinhead neonazi. Entre el público y el personal del club hay muchos elementos radicales y aunque se genera alguna tensión con los cuatro punks terminan el concierto con relativo éxito. Pero asuntos ajenos a ellos se están cociendo en el lugar y en un momento de fatalidad son testigos de la muerte de una chica. Darcy no quiere problemas con la Policia. Tiene que impedir que los Ain´t Rights abandonen en local y piensa como solucionar el problema mientras ellos permanecen encerrados en una habitación de la trastienda junto al cuerpo de la muerta, con una amiga de ella y con uno de los Nazis que manejan el cotarro.








Jeremy Saulnier está muy verde. Tiene buenas intenciones y algunas ideas interesantes pero “Green Room” parece realizada por alguien que ha visto más televisión y videos de música y conciertos que cine. Muchas pretensiones y resultados mediocres. Tal vez si este film aceptara sus limitaciones y se mantuviera dentro de los esquemas de la serie b resultaría más simpático.

Estamos ante una película que nos aproxima a la cultura punk. Estas cosas interesan a gente joven, a mi solamente me atraen si detrás hay un buen director o viene avalada por buenas referencias críticas. Otra cosa es que además sea un thriller de terror survival lo que la hace más atractiva.

Conocer el universo punk, su cultura y su forma de vida está bien como también resulta interesante abordar el ambiente skinhead. En estos aspectos es donde creo que más patina la película porque se nos muestra todo a ramalazos y de forma maniquea, como si fuera una sencilla excusa para construir el guión.




Estos son unos punks sanos, les vemos beber cerveza, gastarse bromas, ir en bici, robar gasolina y otras cosas de punks pero se ve que son buenas personas. Uno de ellos hace jiu jitsu. Nada que ver con los que en otros tiempos bebían vino barato por la calle o se metían speed por la vena.

El barracón de conciertos parece creado para impresionar al  espectador pero no difiere mucho de los que eran habituales en los 80 en cualquier urbe. En Valencia habían varios hasta mediados de los 90 cuando empezaron a verse arrasados por las multas y las redadas. Zonas como el Carmen o Tascas perdieron su personalidad y se convirtieron en lugar de esparcimiento para pijos y modernos pero quien llegase a conocer el “Mala Fama”, “Watio Mudejar”, “Chon Guein”, “Mascara”, “Racó”, “Gringo” u otros que ahora no recuerdo no se sentiría fuera de lugar en el hardcore bar de la habitación verde. En algunos lugares podían coincidir nazis y punks, al propietario le interesaba hacer caja y el dinero de unos y de otros era igual de bueno, pero si no se presentaban determinados elementos o se calentaba el ambiente con la presencia de gente de otras provincias o de allende la frontera, se podía estar y a veces incluso había buen rollo por tener amistades comunes y compartir el gusto por la cerveza y la música. Lo que no he visto en la puta vida son nazis yonkis.

Se me escapa que debajo de una sala de conciertos que es un punto permanente de conflictos con habitual presencia de la Policía pueda haber un laboratorio o almacén de heroína. He visto skins meterse anfetas o farlopa pero hacerse caballo y fumar porros jamás. Para ponerse a gusto también hay clases. No se cómo estará el tema en los USA pero me chirría mucho lo que se ve en la película. Hay grupos armados que trafican pero ¿meterse heroína los defensores de la pureza de la raza blanca?






Lo que si parece es que todo el mundo respeta a los agentes de la ley en los EE. UU. Con ellos pocas bromas. Son de hostia y gatillo fácil y los jueces no son lameculos de los politicos.

De todas formas, volviendo al garito, el espacio reducido en dimensiones e iluminación está bien aprovechado para crear sensación de claustrofobia en la trama.







El suspense mantiene en vilo al espectador si éste no se percata de que resulta artificial. Parece que las decisiones absurdas que va tomando Darcy para controlar la situación respondan únicamente para crear segmentos temporales en los que los chicos acorralados puedan cambiar de escenario y entrar en conflicto o darnos algún susto.

Muy celebrado el rol de Patrick Stewart que tiene montada una especie de secta. Una idea interesante. Hay que ver la cara de bobalicón que se le queda al entrañable Gabe cuando recibe como premio sus cordones rojos. Por estos lares mucha gente piensa que los cordones rojos son cosa de los Sharp pero para los neonazis también simbolizan la sangre de los judíos derramada o el haber cometido algun delito de sangre en defensa del grupo.







Está bien el personaje de Darcy pero me vienen a la mente el de Cameron Alexander interpretado por Stacy Keach en “American Story X” (1998) o al temible Jack Welker (Michael Bowen) de “Breaking Bad”. Estos daban miedo de noche y también de día.





La trama de los traidores también me parece cogida por los pelos para justificar que dos personajes cambien de bando.

Y ¿Qué pasa con los Cowcatcher que también presencian el primer crimen? ¿Y si no se meten el jaco? ¿Y Wert? Los planes del brillante estratega tienen más agujeros que un queso de gruyere.

Me ha gustado:

- La música. Escuchar a “Slayer” ya es algo que me toca la fibra sensible pero además hay temas de la “Creedence”, “Battletorn”, “Fear”, “Corpus Rottus”, “Poison Idea”, “Napalm Death”, “Midnight”, “Syphilitic Lust”, Harassor”, “Bad Brains” etc. Y los “Ain`t Rights”, que no suenan mal aunque sólo tienen editados los tres temas de la película.

- La acción de la película prácticamente se desarrolla en una noche.

- Las escenas características del género de terror que se desarrollan dentro de la casa y durante el asalto. La iluminación, la música de ambiente.

- La conversación con Darcy a través de la puerta.

- El gore, escaso pero contundente.







- Las interpretaciones son todas bastante correctas. Especialmente esforzadas las de Yelchin y Poots. Macon Blair hace de “Gabe” una gran creación de un tipo patético pero que sale indemne de todas las situaciones.

- El encantador de perros, personaje inquietante que tiene una extraña relación con los canes.

- La eficaz escena del súbito tiroteo final. Cruel en su sencillez y naturalidad.

Lo que no me ha gustado:

- Lo forzado y poco creíble que es el guión y algunas situaciones.

- Los guiños al punk más infantil como la patética historia del paintball o el pedo en la furgona.

- La pretenciosidad en algunos momentos como en la ridícula escena en la que el grupo está tocando y Saulnier mete cámara lenta durante el pogo y un fondo de sintetizadores.

- La visión que se pretende transmitir del punk y de los movimientos extremistas no va más allá de clichés fáciles de asumir para el público a quien va dirigida la película.

A pesar de todo hay una interesante reflexión que no se si fue intencionada por parte del director o le salió por casualidad como consecuencia del transcurrir de la trama: En la escena final vemos que los personajes que han sobrevivido a la tragedia lo han hecho con la estética y las actitudes de los nazis. No luches con monstruos……..






“Green Room” es un film de suspense y terror entretenido y poco más. Cualquier otra consideración le viene grande.










Calidad Cinematográfica: 6´5

Gore: 6

Psicotronia: 7











Notas:

- Dead Kennedy´s crearon el tema “Nazi Punks Fuck Off” para que quienes no pillaron la ironía de canciones como “California Über Alles” y para quienes les acusaron de rednecks de ultraderecha. También por un pique personal con el cantante de The Exploited y en general para con los punks que utilizaban simbología nazi y tenían actitudes filofascistas.

- El actor Anton Yelchin era hijo de patinadores rusos judíos que desertaron de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y se instalaron en Estados Unidos. Se hizo popular interpretando a Chekov en films de “Star Trek”. A los 27 años fue encontrado muerto aplastado entre una pared y la parte delantera de su Jeep Cherokee 2015 que estaba en punto muerto con el motor en marcha. Tal vez  “Green Room” no sea la película más indicada para darse cuenta de su talento pero en su filmografía dejó además de las dos últimas entregas de la nave Enterprise títulos de interés como “Delitos Menores” (2004) o “El Castor” (2011)

- Imogen Poots coincidió con Yelchin en el remake del 2011 de “Noche de Miedo”. Empezó su carrera muy joven en “V de Vendetta” (2005). Una actriz a tener en cuenta, sin duda lo mejor de “Green Room”.

- Otras películas interesantes de horror survival en su vertiente de asedio: Asalto en la comisaría del distrito 13 (1976) de John Carpenter; Venganza sin ley (1983) de Paul Donovan y Maura O'Connell

- En los ochenta las violentas diferencias entre los punks y los nazis eran por razones políticas y de actitudes sociales radicales más o menos opuestas. Los punks despreciaban a los hippies por sumisos y se llevaban mal con los heavys que en sus facciones más extremas se podían entender con los skins de ultraderecha. El rock radical y el mestizaje de los 90 con la posterior llegada de la cultura hip-hop contribuyeron a integrar a punks, heavys y raperos aislando a skinheads en grupos minoritarios fuertemente radicalizados politicamente. Estas cosas quedan relegadas a la anécdota cuando las sociedades atraviesan situación de prosperidad pero resurgen en tiempo de crisis con bolsas de marginalidad abocadas a la delincuencia y con la población cansada de mafias y bandas callejeras de otros países controlando el delito u ocupando parques y espacios públicos ante la pasividad de políticos que se ven beneficiados por el descontento del pueblo que deja de exigir sus derechos y se conforma con ambigüedad populista y migajas.
Con este panorama mirar hacia atrás podría ser un entrañable ejercicio de nostalgia sino fuera porque hubieron muchos muertos en accidentes, crímenes absurdos y en peleas. Porque había gente que no podían acercarse sólos a determinados barrios o porque a veces alguno tenía que hacer tiempo hasta la noche para entrar en casa sin tropezarse con el tipo que le esperaba en el portal con un puño americano. La violencia siempre es de ida y vuelta y quienes sobrevivieron a los conflictos para contarlo simplemente fue por que tuvieron más astucia o mejor suerte.

lunes, 25 de julio de 2016

PLAN DIABOLICO (1966)



“Seconds”

Dir.: John Frankenheimer

USA.- 106 min.- Blanco y negro

Drama / Thriller / Ciencia Ficción

Imagen: 1.85 : 1.- 35 Mm.

Sonido: Monoaural

Música: Jerry Goldsmith

Maquillaje: Jack Petty; Mark Reedall

Fotografía: James Wong Howe



Guión: Lewis John Carlino según la novela de David Ely

Presupuesto: 4-5 millones $ Aprox. Sin confirmar.

Recaudación: Estreno USA 1,75 millones $

Producción: Edward Lewis, Rock Hudson

Prod. Co.: Joel Productions, John Frankenheimer Productions Inc., Gibraltar Productions

Clasificación moral: Rated – R (por desnudos)

Frase promocional: “Who are seconds? The answer is too terrifying for words!”; “Seconds is not for weak sisters. It not even be for strong stomachs!”; “Sheer fear! Sheer shock! I don´t want to be I anymore”

Rock Hudson (Antiochus "Tony" Wilson); Salome Jens (Norma Marcus); John Randolph (Arthur Hamilton); Will Geer (Boss); Jeff Corey (Mr. Ruby); Richard Anderson (Dr. Innes); Murray Hamilton (Charlie Evans); Elisabeth Fraser (Rubia rellenita); François Ruggieri (Chica en el tocador); Thom Conroy (Asistente doméstico); William Wintersole (Doctor en el quirófano); Frank Campanella (Hombre en la estación); Frances Reid (Emily Hamilton); Barbara Werle (Secretaria); Edgar Stehli (Empleado tintorería); Khigh Dhiegh (Davalo); Wesley Addy (John); Ned Young (Henry Bushman); Dody Heath (Campesina); Robert Brubaker (Mayberry); Dorothy Morris (Mrs. Filter); Karl Swenson (Dr. Morris); John Lawrence (Tejano)


Arthur Hamilton es un respetable financiero empleado en una importante entidad bancaria. Hombre discreto que vive de forma acomodada, tiene una hija con la vida encaminada y una esposa madura pero atractiva de la cual se muestra distante y frío. La madurez y la rutina han hecho de él una persona ensimismada y con poca empatía. Una tarde cuando va a coger el tren de regreso a casa se le acerca un extraño y sin explicaciones le entrega en mano un papel con una dirección. Este hecho parece relacionado con unas extrañas llamadas que está recibiendo de Charly, un amigo que suponía fallecido. Su antiguo camarada le conmina para que acuda a las señas que le dio el hombre misterioso para encontrarse con él. Arthur acude pero no ve a Charly, se encuentra con una organización anónima que le convence para entregarse a un plan que ha de cambiar su vida. Desde que llegó al lugar ha tenido cada vez menos posibilidad de elección así que la maquinaria se pone en marcha para que el recatado sexagenario salga convertido en una persona nueva, más joven, más atractivo y con una nueva identidad. Ahora lo tiene todo para tomar las riendas de una vida abierta a todas las posibilidades que su existencia gris había dejado atrás. Pero no va a ser tan fácil porque cogerle el gusto a la libertad puede tener imprevisibles consecuencias en su insólita situación.









Frankenheimer con 21 años adquirió sus primeras experiencias como cineasta durante el servicio militar en la Fuerza Aerea realizando documentales durante la guerra de Corea. Después trabajó en televisión hasta que consiguió relevancia con su cuarto largometraje “El Hombre de Alcatraz” (1962) donde se doctoró como cineasta exquisito.

Pero el realizador tenía otras inquietudes y con “El Mensajero del Miedo” (1962) elabora su primera incursión en thriller político que ahonda en la paranoia y la manipulación a medio camino entre la ambigüedad con alusiones a las purgas del maccarthismo o la sugerencia de la manipulación mental con experimentos como el MK Ultra y sus correspondencias al otro lado del telón de acero. United Artists consideraba arriesgado el proyecto pero Sinatra que se implicó personalmente desde el principio convenció al Presidente Kennedy para que tocara los resortes que facilitaran el visto bueno de la productora. Fatalmente al año siguiente JFK fue asesinado en unas circunstancias que a día de hoy siguen rodeadas de interrogantes.

“Siete Días de Mayo” (1964) reincide en el tema de la conspiración y “El Tren” (1964) es otra pieza maestra desde el punto de vista artístico que aborda un pasaje histórico de la Segunda Guerra Mundial.

Estando en lo más alto de su carrera siendo un cineasta respetado y de éxito Frankenheimer no puede reprimir su personalidad inquieta y contestataria y se embarca en una empresa que a todas luces pintaba mal desde cualquier  punto de vista. Afortunadamente no se arredró y empezó a dar forma a lo que sería “Plan Diabólico”









Quienes le acusaron de justificar el Macarthismo se quedarían a cuadros cuando reclutó para “Seconds” a cuatro actores crucificados en las listas negras: Will Geer, Jeff Corey, Nedrick Young y como protagonista a un sobrio John Randolph en el papel del desencantado Arthur Hamilton.

El otro papel protagonista fue a parar a Rock Hudson. Nosotros en España tal vez no lo sabíamos pero este peso pesado de Hollywood era homosexual. Hudson desde el primer momento se sintió atraído por la idea de interpretar a un hombre atrapado en una vida que siente como ajena. El personaje estaba concebido para Laurence Olivier pero el inglés tenia problemas de agenda. El protagonista de “Gigante”(1956) acababa de estrenar un film de espías “Mision Secreta” (1965) y parece que le hub iera cogido el gusto a desmarcarse de sus roles habituales de héroe y galán. “Plan Diabólico” parecía una ocasión perfecta para volcarse en un proyecto que asumió como personal. Aportó recursos financieros, cosa que a buen seguro terminó de convencer a Frankenheimer, propuso ideas como la de que al protagonista lo encarnasen dos actores diferentes y dio la cara por el film en una memorable rueda de prensa en Cannes frente a una jauría periodistas europeos hostiles que le terminaron provocando un ataque de nervios.








La película fue un fracaso comercial y de crítica pero los acuarianos como Frankenheimer esculpen su arte proyectado hacia el futuro y el tiempo acaba poniendo las cosas en su sitio. “Plan Diabólico” se adelantó varias décadas a su tiempo y actualmente es una referencia imprescindible en lo relativo a conspiraciones en el ámbito de la ciencia ficción y un film digno de estudio profundamente filosófico. Esto en el fondo. En la forma entraremos luego.











Esta obra es una de las más terroríficas y desesperanzadoras de la historia del cine. No deja lugar a donde aferrarse. El protagonista es un ejecutivo de banca con capacidad para conceder o denegar créditos, tiene control sobre su vida pero pasados los cincuenta la estabilidad es frágil porque no se puede volver atrás. Es el momento perfecto para ser tentado y esa tentación llega desde el más allá, de alguien que parece haber vencido a la muerte de alguna manera. Es irracional pero Arthur necesita calmar la tormenta interior que ha despertado la llamada y acude a la temeraria cita. No es fácil el camino de acceso, quizá como para que haya una certeza de que el cliente está convencido de su propósito. Una triste tintorería de barrio y la entrada trasera de una empresa cárnica son las puertas falsas que debe dejar atrás antes de acceder a la sede de “La Organización”.








Esta primera parte del film es la que se mueve en los parámetros del thriller. El director está dando forma a una intriga característica de los relatos de espionaje donde nada es lo que parece. En alguna de las dos tapaderas a las que accede Arthur podrían surgir Bogart o De Niro de las sombras de la callejuela prestos a estrechar su mano con una media sonrisa.

Ya en el elegantemente sobrio escenario de la misteriosa compañía la situación se vuelve surrealista. La novela de David Ely claramente refleja ideas propias de una época en la que estaban de plena vigencia los relatos de ciencia ficción que mediante metáforas aludían a la guerra fría, la energía atómica, la amenaza comunista y los cambios sociales que amenazaban la estabilidad de la nación. Así que si “Plan Diabólico” puede parecer en algun momento un episodio extendido de “The Twilight Zone” no es algo casual.









Pero Frankenheimer tiene mucho más que decir, se ha relacionado con gente influyente y conoce los engranajes del poder. Su personaje ha decidido libremente salir del redil y se ha metido en la cueva del lobo. Como el protagonista de “El Proceso” de Kafka se ve impotente para oponerse a un control abstracto que no tiene escrúpulos para utilizar drogas o chantaje sexual para conseguir sus fines. Los tímidos intentos de Arthur para replicar son abortados por unos personajes muy profesionales que le interrumpen cada vez que intenta hablar. Le convencen de lo afortunado que es por participar en un tratamiento que le convertirá en otra persona para poder empezar otra vida. “¿No cuesta menos avanzar cuando no se puede volver atrás?” le dice el personaje interpretado por Will Geer. Un lavado de cerebro en toda regla.








La transformación pasa por una cirugía completa y nos encontramos después ya con Rock Hudson. El actor grandullón estudió concienzudamente el trabajo realizado por John Randolph para mantener los gestos y expresiones de Arthur Hamilton después del cambio. La entrevista con el “consejero asesor” Davalo es otro momento de gran cinismo. Aunque el deseo más profundo de Arthur era ser tenista profesional en su nueva identidad tendrá que ser pintor.





Ahora vivirá en un lujoso bungalow en Maalibú. Tiene un mayordomo que más que un sirviente parece un centinela. Pintar le parece algo ajeno y se aburre como una mona. Durante un paseo por la playa conoce a Nora Marcus, vivaracha y bohemia. Con ella acude a una “romería” (según el doblaje al castellano porque una fiesta en honor del dios Baco digo yo que será una Bacanal) y allí parece que por fin Arthur (ahora Tony) se libera de su actitud encorsetada.







Accede a la sugerencia de su criado de organizar una fiesta en casa y conocer a sus vecinos. Como dato anecdótico, Hudson rodó algunas tomas estando realmente borracho. Durante el convite conoce a una mujer que le dice:
“Hay un ambiente aquí como de ritual, yo pertenezco a una agrupación especial, estudiamos las sectas”
Y a mi parecer esta breve escena tiene mucha más importancia de lo que se muestra como un encuentro breve e intranscendente porque el director nos está dando una clave para entender la película.






Dejando aparte los mensajes entre líneas que se me escapan las conclusiones empiezan a ser devastadoras. Tenemos a una persona que le ha ido relativamente bien en la vida pero al cabo de los años se siente cansado y vacío. Compra el sueño de una vida mejor y se da cuenta de que ha cambiado una esclavitud por otra. Cuando intenta reencontrarse con la seguridad que le daba su familia descubre con horror que su tiempo pasó y la vida ha seguido sin él.









Finalmente “la organización” revela su verdadera cara. El poder de una trituradora para quienes las personas son productos de los que todo se aprovecha hasta que dejan de ser útiles. Una brutal metáfora de la sociedad.
La realización de “Plan Diabólico” es durísima pero exquisita al tiempo. Los créditos del maestro Saul Bass ya nos anuncian que no vamos a ver a Hudson en una comedia. Son terroríficos sin nada que envidiar a los de “El Hombre de Los rayos X en los Ojos” (1963) o “La Matanza de Texas” (1974), unas imagenes distorsionadas de un rostro humano envueltas en una tétrica música de Jerry Goldsmith (increíble la versatilidad del compositor) que harían salir corriendo a cualquier espectador habitual de productos mainstream. Sin la grandiosidad de Welles en “El Proceso” aunque con varios aspectos en común, Frankenheimer utiliza el blanco y negro para avanzar sobre las bases del thriller y aportar un aspecto sombrío y crudo a la historia. 






La filmación está rebosante de recursos sorprendentes, cámara subjetiva recortada sobre la multitud anónima, grandes angulares, primeros planos donde apreciamos hasta el vello facial de los actores, efectos surrealistas como en la escena del sueño, espacios naturales rebosantes de fuerza expresiva en la playa y en el campo… Necesariamente hay que mencionar al genio de la fotografía James Wong Howe.

Las escenas del final son de las que pueden producir pesadillas viendo al hombre amarrado a la camilla que va avanzando por varios pasillos consciente de que se acerca el final. Solo podemos presenciar lo que ocurre impotentes para ayudarle porque así lo quiere el director. Y el remate con esa imagen lejana que se ve después de atravesar la luz hasta que funde en negro y aparecen las letras. Un terror que apunta directo al subconsciente.
“Plan Diabolico” es una obra maestra pero también un film depresivo, lúgubre y triste. Cuidado.








Notas:

- La influencia de “Plan Diabólico” llega hasta films como la popular  TV movie de Antonio Mercero con guión de Garci “La Cabina” (1972). También a “Las Esposas de Stepford (1975), “Videodrome” (1983), “Society” (1989), “Abre los Ojos” (1997) o “El Club de La Lucha” (1999)

- Brian Wilson era el cerebro creativo de los Beach Boys hasta que los abusos con la marihuana y el LSD le produjeron un brote de esquizofrenia. No fue una buena idea meterse en un cine a ver esta "Seconds". Según alguna biografía del músico cuando entró en la sala habiendo ya empezado la película y escuchó a los personajes dirigirse al “Señor Wilson” creyó que hablaban de él. No volvió a pisar un cine hasta dieciséis años después para ver “E.T.” (1982)

- Uno de los miembros más destacados de “La Organización” se llama Ruby, como el mafioso que mató a Lee Harry Oswald. ¿Casualidad?

- Al principio del film cuando Arthur camina por la Grand Central de New York vemos iluminado el número 2046 e inmediatamente pienso en el maravilloso film de Wong Kar Wai del 2004 en la que un hombre también vive varias vidas en busca de la felicidad en el amor.





- Los camiones tapadera de “La Organización” que transportan carne de vacuno llevan un letrero en la parte trasera: HI-PRO meat packing co.- another load from “Honest Arnie” the used cow dealer.
Encontré casualmente en la web de fotos FLICKR una imagen curiosa acompañada de un comentario no menos curioso. ¿Existió realmente esa compañía cuyos vehículos e instalaciones serían aprovechadas por Frankenheimer? ¿Transportaban ganado o qué transportaban? Tal vez llevaban…. ¿seconds?






























Calidad Cinematográfica: 9

Gore: 2

Psicotronia: 8

miércoles, 13 de julio de 2016

EL INFIERNO VERDE (2013)




“The Green Inferno”

Dir.: Eli Roth

USA / Chile / Canada

Aventuras / Terror / Gore / Caníbales

100 min.- Color

Imagen: 2.35 : 1.- Cámara Canon C300

Sonido: Dolby Digital

Música: Manuel Riveiro




F.X.: Greg Nicotero, Howard Berger, Ozzy Alvarez, Cristián Barraza y equipo.

Fotografia: Antonio Quercia

Guión: Guillermo Amoedo, Eli Roth

Presupuesto: 6,000,000 $

Recaudación cines: 7,192,291 $ (USA Noviembre 2015)

Producción: Miguel Asensio Llamas, Molly Conners, Nicolás López, Eli Roth, Michael Romero, Gustavo Sánchez, Christopher Woodrow

Prod. Co.: Worldview Entertainment, Dragonfly Entertainment, Sobras International Pictures

Frase promocional: “No Good Deed Goes Unpunished”, “Fear Will Eat You Alive”

En España: “El Miedo Te Comerá Vivo”

Intérpretes: Lorenza Izzo (Justine); Ariel Levy (Alejandro); Daryl Sabara (Lars); Kirby Bliss Blanton (Amy); Magda Apanowicz (Samantha); Sky Ferreira (Kaycee); Nicolás Martínez (Daniel); Aaron Burns (Jonah); Ignacia Allamand (Kara); Ramón Llao (Cazador de cabezas calvo); Richard Burgi (Charles); Matías López (Carlos); Antonieta Pari (Anciana de la aldea); Tatiana Panaifo (Village Girl); Percy Chumbe (Jefe de los guardias); Clara Vázquez (Ayudante de la anciana); Eusebio Arenas (Scott); Sally Rose (Teacher); Paul Norris (Detective); John Mark Allan (Dean); Mary Dunworth (Activista 1); Cody Pittman (Activista 2); Carolina Chacón (Activista 3); Eric Kleinsteuber (Activista 4); Marco Frías (Pilot); Bruno Pakomio (Copiloto); Eufemia Teao (Pintor Ceremonial); Maria Tepihe (Afilador de Cuchillo); Karen Ofanama (Chica Alta); Nelson Castillo (Rescatador)


(…)Durante el rodaje en Chile de Aftershock, Eli Roth había comenzado la escritura de un guion sobre un grupo de estudiantes universitarios que buscan resolver los problemas del mundo mediante la difusión de vídeos que avergonzasen públicamente a todo aquel a quien descubriesen haciendo el mal. Antes de darlo por concluido, la organización Invisible Children lanzó el documental Kony 2012, que instaba a los espectadores a involucrarse para acabar con el señor de la guerra ugandés Joseph Kony y con las acciones criminales de la Lord’s Resistance Army. Impulsado por las redes sociales, el vídeo se hizo viral en internet, siendo visto más de 100 millones de veces. Pronto, sin embargo, fue objeto de intensas críticas por simplificar en exceso y por tergiversar, en algunos casos, una situación demasiado difícil y compleja; como consecuencia, el fundador de Invisible Children e impulsor de Kony 2012, el activista Jason Russell, sufrió un ataque psicótico debido al agotamiento y al estrés.
Roth se sorprendió de que estos acontecimientos de la realidad se asemejasen tanto a la premisa principal de El infierno verde. “Todo el mundo estaba twiteando algo sobre algo que habían visto en un vídeo de YouTube, y casi obligaban a otras personas a retuitear para dejar constancia de que no les era indiferente el tema de los niños soldado de Uganda“, recuerda. “Menos de un mes más tarde, el líder de su causa estaba corriendo desnudo por las calles de San Diego. Finalmente, la campaña de Kony 2012 no hizo apenas nada para solucionar los problemas que subrayaba. Sí que originó un instinto de conciencia, pero sólo a través de esos retuits de YouTube que, evidentemente, no iban a detener a los señores de la guerra“.

Para Roth, la controversia alrededor de Kony 2012 validó el concepto principal de El infierno verde: la idea de que el ‘slacktivism‘ (el activismo de sillón) es un medio para que los usuarios de las redes sociales piensen que están haciendo algo respecto a terribles acontecimientos que están lejos de su control. “Venía de un buen lugar, queriendo ayudar a otros en un lejano rincón del mundo“, dice Roth. “Pero básicamente, se trataba de que las personas se sintiesen mejor consigo mismas“.(…)

Copiar textos de otros blogs y no citar la fuente, no mencionar al autor o no poner un enlace al original es de hijos de puta así que en "Con Z de Zine" nos gustaría dejar claro que estos párrafos con los que hemos empezado la reseña de “El Infierno Verde” pertenecen al blog “Proyecto Naschy”, 29 marzo 2016, y están firmados por “Serendipia” https://proyectonaschy.com/2016/03/29/el-infierno-verde-una-revision-al-cine-de-canibales-de-los-ochenta/

A partir de este punto lo que viene ya es la porquería habitual de cosecha propia.

Pocas veces una película ha sido tan esperada y después ha llevado tantos palos. Los detractores de Eli Roth dicen que ya se veía venir el desastre. Sus defensores lo han tenido difícil para argumentar algo positivo de “The Green Inferno”. A mi la verdad se me escapan las razones por las que un director que solamente tiene cinco largometrajes en su haber es tan aborrecido por quienes en teoría deberían ser fans de la clase de propuesta cinematográfica del judío de Massachusetts . Yo sólo he visto “Hostel” (2005) y me gustó, así que he contemplado de forma objetiva y desprejuiciada su homenaje al cine de caníbales italiano de los ochenta.

Justine es una chica universitaria que comparte piso con su pragmática y bien follada amiga Kaycee. Hija de un abogado de la ONU se siente un poco perdida y contempla interesada la bulliciosa actividad reivindicativa que rodea el ambiente estudiantil. 










No tarda en sentir la necesidad de hacer algo para combatir las injusticias que ocurren en el mundo e intenta entrar en un grupo de trabajo. Conoce a Jonah que la lleva a una reunión de activistas donde al principio es rechazada por el líder Alejandro aunque después ante la sincera insistencia de la chica terminará aceptándola en el grupo. No tardan en preparar una misión de protesta, viajrán a perú para encadenarse a las máquinas de una empresa que está devastando parte de la selva virgen donde habitan unas tribus que van a perder sus casas. La empresa acaba medianamente bien pero la avioneta que les debe trasladar a sitio seguro sufre un percance y los ocupantes acaban perdidos en una zona frondosa cerca de una comunidad salvaje que mantiene sus costumbre desde hace miles de años.








Eli Roth no engaña a nadie. Siempre ha reconocido como una influencia básica para su cine la película “Holocausto Canibal”. En los títulos de crédito finales lo deja claro con un vistoso “Per Ruggero” que a buen seguro el italiano ha sabido aprovechar como publicidad para desempolvar su obra más conocida y emprender una gira de conferencias, entrevistas y presencia en festivales. Además el joven director hace mención explícita a otros films importantes: “El Pais del Sexo Salvaje” (1972) de Lenzi, “Mundo Canibal, Mundo Salvaje” (1977) de Deodato, “Emanuelle y los Ultimos Caníbales” (1977) de D´Amato, “La Montaña del Dios Canibal” (1978) de Martino, “Comidos Vivos” (1980) de Lenzi, “Virus” (1980) de Margheriti (pronunced Mar-ga-reeeeeeeee-ti),“Canibal Feroz” (1981) de Lenzi y “Holocausto Canibal 2” / “La Esclava Blanca” (1985) de Prosperi.

Roth también quiso pisar el terreno para dar autenticidad a su film y el y su equipo viajaron hasta la aldea Callanayacu, en plena amazonía peruana, más allá de donde Herzog rodó “Aguirre: La Colera de Dios” (1972). Los indígenas que apenas se relacionan con el exterior les recibieron encantados y para que entendieran que es lo que se iba hacer les proyectaron “Holocausto Canibal”. Inesperadamente los primerizos espectadores disfrutaron entre risas del espectáculo cinematográfico como si estuvieran viendo una comedia (¿?). Después de someterlo a votación los nativos aceptaron colaborar y el equipo de producción a cambio les arregló unos tejados y les proporcionaron una cocina (muy bien traído) para el colegio.






La experiencia valió la pena porque en lo tocante a escenarios estamos ante lo mejor del film en el aspecto visual. Las escenas del río y de la selva son espectaculares y le otorgan grandeza.  Pero la magnífica fotografía y el incandescente colorido no lo son todo porque el director está bastante verde (je,je) en casi todo lo demás y se encuentra muy lejos de los maestros italianos a los que pretende homenajear o del cine de su amigo Tarantino. La narrativa y la planificación de las secuencias no llega ni al nivel de los mejores episodios de series de televisión señeras como “Perdidos”, “Breaking Bad”, “The Walking Dead” o “Banshee”. 

Por el contrario Roth si que tiene habilidad para dotar de buen ritmo a sus películas y dosificar el tiempo para enganchar al espectador. Una cosa compensa la otra y le sirve para sacar adelante proyectos interesantes mientras va creciendo como cineasta. Otro punto a su favor es que no se conforma con filmar historias de sangre y sustos pero vacías de contenido. Sus personajes tampoco son planos esbozos sin personalidad o caricaturas. Estos matices le conviene cuidarlos bien. Así que al poco de empezar la película estamos acompañando a una niña bien que ve como hay lagunas en su vida que pretende cubrir sintiéndose útil hacia los demás mientras subliminalmente  se evidencia que las carencias responden más al terreno sentimental y sexual. Alejandro, el lider activista llama su atención con su calculado carisma. Es bueno utilizando a la gente y consigue atrapar a la chica a través del bonachón pagafantas Jonah.






La primera asamblea en la que participa Justine ya evidencia que se está metiendo en un grupo sectario. Quien haya asistido a una presentación de las famosas infusiones que patrocinan a equipos deportivos ya sabrá a lo que me refiero.







No tarda en aparecer la sombra de la fatalidad con la forma en que los seguidores de Alex se apuntan sin estar del todo convencidos a la aventura de frenar la destrucción de un clan que tiene su hogar en plena selva virgen. El ambiguo personaje de Carlos tensa más la situación, un tipo encantador que parece entenderse muy bien con Alex pero que no transmite muy buenas vibraciones a pesar de su simpatía y su actitud servicial con el grupo. Los planes salen según lo previsto por el líder pero Justine se lleva un baño de realidad que la deja muy tocada.

Aunque para hablar de “El Infierno Verde” parece que sea necesario acudir a la referencia de “Holocausto Canibal” lo cierto es que el argumento, el desarrollo, el final y el tono pulp la sitúan más cerca de “Canibal Feroz”.

Con el film de Deodato podemos encontrar analogía con la ambigüedad en las intenciones de Alejandro y como el fin justifica los medios para la gente sin escrúpulos convirtiendo el ejercicio del periodismo, en este caso del activismo, en una ácida crítica hacia lo más vil de la condición humana. Aquí las cámaras se ven sustituidas por teléfonos móviles.

Justine, como la protagonista del film de Lenzi prefiere aceptar que es mejor no intervenir en los espacios salvajes y dejar que la naturaleza siga su curso. Sin renunciar a la actividad reivindicativa respecto a la destrucción sistemática de los vergeles y el exterminio de sus habitantes.  En su declaración final intuimos el resentimiento hacia Alex. La línea que separa el amor del odio puede ser muy fina y con su admirado líder ha tenido un curso intensivo de comportamiento psicopático.
Porque el personaje de Alex tiene tela y se nota que Roth lo ha preparado a conciencia. A veces su comportamiento sorprende pero responde en cada momento a una personalidad muy definida. Una de las críticas más feroces que ha cosechado la película es para la escena de la masturbación que parece gratuíta. No lo es, Alex miente cuando dice que es un desahogo, la realidad es que la muerte de su compañera y la manipulación que tienen que hacer de su cuerpo le ha puesto cachondo. Es un depredador surgido de la civilización.

El comportamiento de los supervivientes de la expedición a partir del accidente puede parecer absurdo pero es que en la vida real las personas sometidas a fuerte presión emocional hacemos cosas absurdas.








El poblado nativo, los Yajes en la película, es real aunque entre los indígenas podemos distinguir a algún y alguna occidental debajo del maquillaje. Están perfectamente organizados como no puede ser de otra forma después de miles de años sin televisión. Llama la atención que sean pudorosos y se tapen las zonas íntimas aunque creo que responde más al temor del director por que la película llegase a tener problemas de distribución. Viendo algunos abalorios y ropas que visten las ancianas de la tribu parece como si algún día a la semana visitasen un mercadillo. Tal vez en la preciosa ciudad de Yurimaguas que contemplamos al son del tema “Corre Corazón” en una de las secuencias más inspiradas.








Antonieta Pari interpreta a la líder de los indios, veterana actriz de formación teatral está espléndida en su icónico papel. Repulsiva y atrayente a la vez como debe ser un buen personaje maligno en un film de terror.








Supongo que para los aficionados al gore los nombres de Nicotero y Berger no pasan desapercibidos. No hay demasiadas escenas sangrientas en “El Infierno Verde” pero los momentos puntuales están resueltos con notable contundencia. 






No podemos decir lo mismo de los FX digitales. Si el presupuesto no daba para más casi mejor no haberlas incluido. Los films clásicos italianos de casquería selvática no los necesitaron para crear infinitamente mayor sensación de mal rollo y desolación que el que transmite esta película.

Y es que “El Infierno Verde” por momentos parece haber tomado la línea argumental de “Hostel” y haber cambiado el escenario, chicos que viajan a un lugar extraño para ellos y se encuentran de improviso en el escenario de sus peores pesadillas. No place like home, friends. Dudosa moraleja.

A destacar:

- El planteamiento de la historia con la corrosiva mirada hacia la juventud manipulable con ideologías tramposas y causas inútiles que les otorgan momentos de notoriedad en la abstracción que es el ciberespacio.







- El buen ritmo que nos mete de inmediato en la historia y nos va llevando de la mano hasta el desastre. Sabíamos que iba a ocurrir pero los acontecimientos tienen coherencia y lógica interna para una buena dosificación del suspense y las sorpresas.

- Los personajes bien definidos y lo suficientemente bien interpretados como para que tengamos una cierta afinidad con ellos o contra ellos como es el caso de Carlos, el calvo cabrón de la tribu o el comandante de la guerrilla mercenaria.

- El humor negro casi surrealista, cuando Lars pide un machete al conductor de la barcaza, el niño con la pierna, la bronca que echa la indiecita al joven amigo de Julieta, el momento diarrea, la efectividad de la marihuana peruana conseguida por Carlos (¿realmente será tan buena?), la fría lógica de Alex intentando ver el lado favorable de las desgracias…

- La sensacional música del gallego Manuel Riveiro que subraya con efectividad los momentos de aventura, de magnificencia amazónica y los instantes de máxima tensión.

- La bella Lorenza Izzo carismática y sexy. Buen ojo tuvo Eli Roth para elegir esposa.

- ¿Saben lo que es “La Pruebe del pañuelo”?









En el lado negativo:

- No haber sabido captar el espíritu de films mondo como los antes mencionados o el de otras propuestas más pulp como “Zombi Holocausto” (1980)

- El doble final, con la pesadilla o con la llamada que recibe Justine durante el paso de los créditos finales. Los penosos efectos digitales parecen más propios de un film de la compañía “The Asylum” y restan valor a estas escenas. Se podría decir que sobran.

- La repetición de esquemas que Eli Roth ya debería ir evolucionando.

- El director debe seguir revisando los films que le han influenciado porque continúa estando muy lejos de Martino, Lenzi o Deodato.

- ¿Qué diablos pasó con Samantha?

“El Infierno Verde” aunque no cumple con las expectativas que había generado me parece un film de terror atrevido en la época de lo políticamente correcto que vivimos. Vale la pena.







Notas:

- Esta película estaba terminada y lista para su estreno en el 2013 pero su estrenó se retrasó debido a que la distribuidora Open Road no contaba con el presupuesto suficiente para promocionar una empresa de estas características. Finalmente Blumhouse Productions, Universal Studios y High Top Releasing la presentaron ate el gran público a finales del 2015. En Europa la compañía francesa The Wild Bunch se encarga de su distribución On line y VOD.

- Nicolas Lopez, uno de los productores comentó en una entrevista lo que ya podíamos imaginar, la contención en imágenes sexuales y de desnudos estaba calculada para evitar la clasificación NC-17 en Estados Unidos que relegaría la exhibición a salas especiales. Se podían haber ahorrado tantos miramientos porque igualmente han tenido problemas y con una mayor contundencia a la larga hubieran salido ganando con la distribución en disco y online.

- Hay varios guiños tontorrones con el tema del cerdito, los gruñidos y las sobras al colega uruguayo de Roth afincado en Chile Guillermo Amoedo y la productora “Sobras”. Algunos interiores están filmados en Chile como las escenas en el bar The Clinic, bastante popular en Santiago, la capital.

- Roth pretendía aproximarse a autores como Herzog “Aguirre” y “Fitzcarraldo” (1982) o a Malick de “El Nuevo Mundo” (2005) pero alguien debería hacerle un favor y explicarle que para correr primero hay que aprender a caminar.

- “The Green Inferno” se iba a llamar el original film de Deodato. Es también conocida con ese nombre “Holocausto Canibal 2” (1988) de Antonio Climati, y “Green Hell” es una película de James Whale de 1940.

- En la habitación que comparten Justine y Kaizee vemos un poster de “Yo, Cristina F.” (1981) y uno de “Betty Blue” (1986). Dos peliculones con protagonismo femenino, una inocente y otra salvaje. Tal vez pretenden simbolizar la personalidad de cada una de las amigas.

- Sky Ferreira es una pintoresca estrella de la canción USA que empieza a hacer sus pinitos como actriz. Con su personaje Roth se permite hacer comentarios sobre judíos.Tiene una presencia interesante del estilo de (salvando las distancias) Cristina Ricci, Thora Birch o nuestra querida Macarena Gomez.







Calidad Cinematográfica:  6´75

Psicotronia:  7

Gore:  7